El período de apreciación cambiaria que atraviesa Argentina combinado con algunas devaluaciones en Brasil, convirtió a las playas del vecino país en el destino estrella para los veraneantes.
Para quienes optan por viajar en auto, el combustible es un ítem significativo a la hora del cálculo de gastos. Después de los cambios que hubo en los últimos meses en las cotizaciones de las monedas y en los valores que marcan los surtidores, las diferencias en los precios entre ambos países se achicaron hasta casi desaparecer.
En la tabla que acompaña el artículo aparecen desglosados los precios promedio por estado, vale aclarar que en Brasil los precios pueden variar bastante entre las estaciones, y por tipo de combustible.
Pero antes de acercarse a un surtidor del vecino país convine tener en claro cuál es el combustible que corresponde a cada vehículo.
En Brasil la nafta se denomina gasolina y viene en dos calidades: comum y aditivada. La comum tiene un octanaje similar a nuestra nafta súper y la aditivada es parecida a nuestras premium como la Infinia de YPF o la V Power de Shell, que se comercializa con el mismo nombre en el vecino país.
El gasoil para automóviles es el diesel, que también se comercializa en dos variedades: diesel y S10, siendo este último el más bajo en azufre.
El Etanol es un biocombustible elaborado en base a caña de azúcar, algo que alguna vez se comercializó en Argentina con el nombre de alconafta. No carguen eso.
También puede conseguirse GNC y GLP vehicular, especialmente en ciudades grandes, pero hay que tener en cuenta que el GNC se llama GNV y los picos de carga en Brasil son diferentes, aunque las estaciones que quedan camino a las playas suelen tener adaptadores para autos argentinos.