Cómo es el proceso para elegir presidente en Estados Unidos

El sistema electoral presidencial de Estados Unidos se basa en el Colegio Electoral, un mecanismo en el que los votantes de cada estado eligen a electores que, a su vez, votarán para decidir quién será el presidente.

Este sistema tiene algunas características clave:

  • Total de electores. Hay 538 electores en total, un número igual a la suma de los miembros del Congreso (435 representantes y 100 senadores) más tres electores asignados al Distrito de Columbia.
  • Distribución por estado. Cada estado tiene un número de electores proporcional a su población. Así, California tiene 55 electores, mientras que estados menos poblados, como Alaska o Dakota del Norte, tienen solo tres.
  • Voto popular y electoral. Aunque los ciudadanos votan en cada estado, esos votos determinan a quién irán los electores de ese estado. En casi todos los estados, el candidato que gana la mayoría de los votos populares recibe **todos los electores** de ese estado (sistema “winner-takes-all”), excepto en Maine y Nebraska, que distribuyen sus electores de manera proporcional.
  • Número mágico: 270 electores. Para ganar la presidencia, un candidato debe obtener al menos 270 votos electorales, es decir, la mayoría absoluta del Colegio Electoral.
  • Estados clave o “swing states”. Debido a la estructura del Colegio Electoral, algunos estados se convierten en decisivos. Estos “swing states” (como Florida, Pensilvania y Michigan) no tienen un patrón claro de votación, por lo que los candidatos concentran gran parte de sus campañas en ellos.

En resumen, aunque millones de estadounidenses votan, el presidente se elige a través de 538 votos electorales, lo cual hace que el resultado dependa en gran medida de los estados con mayor población y de los estados indecisos.

Los estados más determinantes

  • Pensilvania. Con 19 votos, es uno de los más divididos históricamente. En 2016, en esta jurisdicción, Trump se impuso por una mínima diferencia, según las encuestas en esta convocatoria, sus ciudadanos se volverían a inclinar ligeramente por Trump. Para esto, las principales ciudades (Filadelfia y Pittsburgh) serían clave en una potencial victoria demócrata.
  • Arizona. El estado sureño cuenta con 11 votos en el Colegio de Electores. Su división política se vio reflejada en las elecciones de 2020, donde Biden superó a Trump por tan solo 10.457 votos. Sin embargo, uno de los puntos más importantes de la campaña de Trump, la inmigración ilegal, será un factor clave en este electorado, ya que Arizona es uno de los puntos más importantes para la llegada de inmigrantes desde su frontera con México.
  • Georgia. Al ser un estado con una gran historia conservadora y religiosa, tradicionalmente en Georgia sus 16 votos fueron casi siempre para los candidatos republicanos. Sin embargo, los movimientos por la igualdad racial llevaron a que en 2020 Biden ganara sorpresivamente en este estado. Por lo que en esta jurisdicción aún se debate para qué lado tornará en estas elecciones.
  • Carolina del Norte. También con 16 votos, según las encuestas en este estado, los republicanos se estarían imponiendo con una pequeña ventaja. Además, sus ciudadanos no eligen a un candidato demócrata desde Barack Obama en 2008. No obstante, en sus últimas elecciones estatales en 2017, el demócrata Roy Cooper se convirtió en su gobernador, por lo que una victoria demócrata no sería tan sorpresiva en Carolina del Norte.

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas