El gobierno de Javier Milei atraviesa el período de mayor estabilidad económica y política. La reactivación carece del vigor prometido, pero la macro transita en paz y sin nubarrones a la vista. El dólar barato anticipa un verano de plata dulce en Brasil o Miami y dudas respecto a la solidez de la política cambiaria. Mientras busca alianzas con sectores del PRO y la UCR, el oficialismo replantea su relación con los gobernadores. En Misiones los brotes verdes se hacen notar en forma de crecimiento de las exportaciones, nuevas inversiones privadas y una inflación que está entre las más bajas del país.
El ajuste más salvaje del que se tenga registro y el alto grado de tolerancia social a esa política de naturaleza impopular -señal inobjetable de cambio de época- le granjearon al Gobierno nacional un final de año tranquilo, logro no menor en un país que desde hace varios años convive con niveles tóxicos de volatilidad.
El orden fiscal, la buena cosecha del agro, los dólares del blanqueo y la apreciación cambiaria artificial se combinaron para dar forma a un presente sereno. Tan lejos del explosivo crecimiento en forma de V que pronosticaban los más optimistas como de las tragedias que anticipaban quienes “no la ven”.
El programa económico furiosamente ortodoxo montado sobre el ajuste fiscal como premisa absoluta está generando algunos de los resultados que se esperaban.
Las finanzas vuelan y el Riesgo País se achica, dato no menor para un estado que va a necesitar financiamiento externo pero que no necesariamente se traduce en una mejoría en la calidad de vida del habitante promedio.
Seguramente el aspecto más valorado por la gente de la economía de Milei es la estabilidad. Después de permanecer cuatro meses estancada por encima de los cuatro puntos, la inflación volvió a bajar en septiembre y se espera para octubre un índice oficial en torno a los tres puntos.
Eso permitió que los salarios del sector privado -aunque como siempre el comportamiento difiere mucho de acuerdo a rubros y actividades- comenzaran a ganarle a la inflación, requisito para recuperar la alicaída demanda del mercado interno.
La contracara de la incipiente recuperación del salario es la pérdida del empleo, especialmente en el sector privado. De acuerdo con datos oficiales del INDEC, durante el segundo trimestre de 2024 (último dato disponible) se perdieron más de 160 mil puestos de trabajo en el sector de los asalariados formales, al tiempo que aumentó el empleo autónomo en más de 116 mil puestos.
La diputada libertaria Lilia Lemoine consideró esta realidad como “un cambio de paradigma” con efectos positivos e intentó justificarlo contando en una entrevista televisiva que se había encontrado con un amigo arquitecto que se puso a manejar para la aplicación Uber porque “no podía pagar la tarjeta y ahora sí puede hacerlo”.
¿Reactivación?
En materia de actividad económica, septiembre dejó algunos datos positivos, lo que impulsó a voceros del Gobierno nacional a extenderle certificado de defunción a la recesión, opinión que dista de ser unánime entre los analistas.
Según un informe de la consultora de Orlando Ferreres que se conoció esta semana, la actividad económica tuvo en septiembre un repunte de 1,4% con relación a agosto, pero una caída interanual de 2,7%.
“Septiembre fue un buen mes para la actividad económica, arrojando una mejora de 1,4% respecto de agosto. En la comparación anual el nivel es aún menor al de un año atrás, aunque en estos meses nos comparamos con una economía que tenía la demanda estimulada por la política del anterior gobierno de cara a las elecciones”, indicó el reporte.
La mejora viene empujada principalmente por el agro y la minería, mientras que sectores como el comercio y la industria manufacturera muestran mejorías mucho menores y otros como la construcción siguen estancados.
Animados por la baja de la inflación y con el objetivo de reactivar a partir del crédito, el Central determinó esta semana una nueva reducción en la tasa de interés, lo que debería abaratar el crédito y recalentar el consumo, lo que a su vez podría acelerar la suba de precios.
Lo que definitivamente no despega es la inversión. Los aplausos y vítores que recibe Milei por parte de los popes del empresariado mundial no se traducen en dinero contante y sonante llegando en forma de inversiones de capital.
Según datos oficiales, 2024 fue el año de menor volumen de inversiones como porcentaje del PBI desde el nefasto 2020 del coronavirus. De acuerdo con cálculos del economista libertario (de doctrina no de afiliación política) Diego Giacomini, la formación bruta de capital a precios corrientes como porcentaje del PBI es de 13,5% este año, mientras que el año pasado fue de 15,8%.
El aspecto del escenario económico que más planteamientos genera entre los analistas es la política cambiaria, que después de provocar un brusco salto en el tipo de cambio en diciembre pasado, planchó el dólar con un esquema de crowling peg que corre muy por debajo de la inflación.
No son pocos los que ven en este modelo a un remedo a la infame “tablita” de José Martínez de Hoz o lo equiparan a otros planes de estabilización que se apoyaron en el “ancla cambiaria” para frenar a los precios, pero que indefectiblemente terminaron mal.
Para reforzar el déja vu setentista, la temporada de verano se aproxima con inconfundibles reminiscencias a los tiempos de la plata dulce y del “deme dos” (los sub 40 sirvansé googlear). Las agencias de viaje dan cuenta de un desenfrenado apetito por viajar al exterior, alimentado por el alza de los precios en dólares dentro del país que terminó volviendo mucho más convenientes a los destinos de afuera.
Además de complicar la balanza del turismo, el atraso cambiario plantea inconsistencias como la que señaló recientemente el mencionado Giacomini con relación al costo salarial. Advirtió que desde que asumió Milei se acumuló una inflación en dólares de 99% y los salarios subieron 93,6% medidos en la moneda estadounidense.
Es decir que por un lado los sueldos perdieron poder adquisitivo (dentro de Argentina), pero por otro lado, aumentaron en dólares a pesar de no haber incrementado su productividad. “Si la inflación es un fenómeno que existe para ‘licuar’ variables, que el salario no pierda contra la inflación sólo puede ser transitorio, más aún que no pierda contra la inflación en dólares y con productividad laboral por el piso y con la destrucción de capital de Argentina”, advirtió en un análisis publicado en sus redes sociales.
Provincia que despega
Misiones estuvo entre las provincias que mejor capitalizó la estabilización de las variables macro a pesar del contexto recesivo.
Por el lado del comercio, la merma en las ventas que fue el denominador común durante la primera parte del año, no resultó tan dura en la Tierra Colorada porque los programas Ahora se volvieron mucho más convenientes con la inflación desatada.
Por otra parte, la inflación comenzó a desacelerar antes que en el resto del país (los analistas lo atribuyen al efecto de la competencia con el comercio de Brasil y Paraguay), al punto que en octubre los números preliminares indican que Misiones registró el índice más bajo del país.
El sector exportador muestra buenos números a pesar del dólar atrasado. De acuerdo con un informe reciente de la consultora Politikon Chaco elaborado en base a datos del INDEC, las ventas al exterior aumentaron 22% interanual en el acumulado enero-septiembre, encabezadas por las exportaciones del complejo forestoindustrial.
Con envíos por más de 340 millones de dólares, Misiones sigue siendo la principal exportadora del NEA, superando en 80% a las ventas al exterior de Corrientes.
Es además la única provincia del NEA que supera los 100 mil puestos de trabajo registrados en el sector privado, contra 77 mil de Corrientes y 74 mil de Chaco, todas provincias con similar cantidad de habitantes.
Las inversiones continúan llegando, especialmente en el sector del turismo, uno de los que literalmente no tiene techo en su crecimiento. La última concreción en ese aspecto fue la reapertura en Posadas del hotel ex Crucero del Norte que fue adquirido por un grupo empresario que planea invertir también en Oberá, Iguazú y el Moconá.
La Costanera de Posadas atrae a cadenas nacionales, la última en instalarse fue Patagonia, que primero hizo pie en Iguazú y ahora desembarca en la capital provincial.
Una de las claves para que la economía de Misiones haya sufrido menos que el resto del país durante los meses más duros del ajuste y que ahora reactive antes que las demás provincias, es la disciplina fiscal.
Misiones cierra sus ejercicios con superávit fiscal desde hace 20 años, mucho antes de que Milei y el “clima de época” lo reconocieran como un valor importante para la economía. Eso permitió a la provincia afrontar la motosierra ajustadora con mayor fortaleza.
Aún cuando la coparticipación federal disminuyó (5% real en septiembre según el INDEC) y las no automáticas desaparecieron, la administración consiguió reacomodarse sin recortar servicios públicos como salud y educación, a los que la gente sigue accediendo de manera gratuita, y sin incrementar impuestos ni tasas como sí hicieron otras jurisdicciones.
Y para el mediano plazo queda cosechar los frutos del trabajo que motorizó la Provincia para desarrollar el sector de las economías basadas en el conocimiento, lo que podría cambiar de raíz la matriz productiva de Misiones.
Milei se acerca a las provincias y la oposición se autodestruye
En el plano de la política, el Gobierno nacional continúa tejiendo alianzas con sectores del Pro y de la UCR con el doble objetivo de ganar volumen en el Congreso y de paso dividir a una oposición que hace poco esfuerzo por mantenerse unida.
En el peronismo, la interna Quintela/Cristina se terminó antes de empezar. El riojano quedó fuera de carrera porque sus avales no eran tantos ni tan buenos y la expresidenta quedó con el terreno libre para hacerse con la presidencia del PJ.
A pesar de haber sido abortada, la interna dejó heridos. El más notorio es el gobernador bonaerense y más firme presidenciable, Axel Kicillof, que quedo innecesariamente expuesto en una encrucijada de la que solo podía salir como títere, como traidor o como un tibio indeciso, eligiendo el economista la última de las opciones.
No consiguió despegarse de Cristina ni garantizarse el apoyo del kirchnerismo, lo que podría traerle dolores de cabeza en la gestión. Jaquecas que ya sufrió Alberto con efectos nefastos para todos los argentinos.
Milei anda en otra cosa. Después de haber tenido que recurrir al recurso extremo del veto para esquivar la agenda que le impuso la oposición cuando aprobó las leyes jubilatoria y de financiamiento universitario, el presidente y los otros dos vértices del triángulo de hierro entendieron que gobernar en soledad era más difícil de lo que pensaban.
Comprendieron además que los gobernadores pueden ser poderosos aliados cuando se los atiende y se les favorece la gobernabilidad.
De allí que la Nación generara un nuevo Régimen de Reparación Federal mediante un decreto publicado el viernes en el Boletín Oficial y que básicamente establece un marco para desarrollar nuevas vías para saldar deudas con las provincias.
En reuniones que tuvieron representantes del Gobierno nacional con gobernadores y legisladores se planteó, por ejemplo, la posibilidad de que la Nación pague deudas con tierras fiscales.
A priori, el mecanismo no generó mucho entusiasmo, porque lo que los gobernadores reclaman principalmente son fondos para ejecutar obras antes que tierras en las que no podrán ejecutar obra alguna por falta de fondos.
Por otra parte, antes de avanzar en cualquier mecanismo de compensación de deudas, resultará necesario que las partes se pongan de acuerdo en los montos adeudados, tema que no resulta sencillo, porque las sumas que reclaman las provincias son siempre mucho mayores a las que la Nación entiende que le corresponde pagar.
Por ahora el asunto está en stand by hasta que Nación aporte más precisiones.
Por lo pronto el gobernador Passalacqua continúa con la gestión. El viernes inauguró la Fiesta Nacional de la Madera en San Vicente que se llevó adelante durante este fin de semana donde se suma, por tercer año consecutivo, la Expo Madera, un espacio en el que más de 170 productores, artesanos y emprendedores expondrán todo su potencial vinculado a la foresto-industria.
El mandatario también encabezó el primer encuentro de capacitación sobre rendiciones digitales para municipios, en la sede del Tribunal de Cuentas. La iniciativa se da en el marco de la implementación de la rendición de cuentas digital para municipios a partir de 2025 y a facilitar la gestión de rendiciones en todo Misiones, reforzando la transparencia en el uso de los recursos públicos.
Passalacqua también estuvo participando en el acto de entrega de títulos de propiedad a 76 familias de Posadas, iniciativa impulsada por el IPRODHA, que permitió la regularización de lotes para familias de las Chacras 145 y 252. Con esta entrega, el Programa de Regularización Dominial ya ha beneficiado a casi 22 mil familias en Misiones.