Desde la consultora impulsa proponen cambios para que las exportaciones de yerba mate misionera lleguen a mercados como Estados Unidos, aprovechando el próximo Mundial, o India y Sri Lanka, donde las culturas de infusiones y el interés por productos naturales abren oportunidades. Sostuvo que, con regulación de precios justa y diversificación, el sector podría lograr una solución sostenible a la crisis yerbatera.
Sebastián Oriozabala, director de la Consultora Impulsa, sostuvo en el programa Charlas en Picada que se transmite por el stream de Misiones Online, que la única salida para el sector yerbatero de Misiones ante la crisis de sobreproducción actual es aumentar las exportaciones y llevar la yerba mate a nuevos mercados internacionales.
En este sentido, Oriozabala fue claro en su diagnóstico: “La única estrategia acá, a los próximos tres años, es lograr mercados internacionales. No hay otra alternativa para poder salir. Esto va a perdurar los próximos dos o tres años”.
Oriozabala señaló que el sector enfrenta un desbalance entre oferta y demanda que perjudica en particular a los pequeños productores, quienes, según explica, “no tienen las herramientas económicas, financieras para mejorar su productividad”. Mientras tanto, grandes cooperativas e inversores, con una mayor capacidad de almacenamiento y maniobra, logran sobrellevar la crisis.
A principios de este año, el sector yerbatero en Misiones atravesó una situación inusual. “Hubo un incremento altísimo de compra de molida. Hasta febrero, eso tuvo que ver con el stockeo por el aumento de precios que tenía y que venía con el impacto de la devaluación que había hecho el gobierno nacional del dólar oficial”, explicó Oriozabala. Muchos molinos y cooperativas de la región decidieron acumular grandes cantidades de yerba, anticipando un alza sostenida en los precios. “Entonces lo que se empezó a hacer fue un stockeo muy grande”, añadió, y resaltó que esta acumulación modificó “la matriz” del mercado.
La fuerte demanda de yerba en los primeros meses del año sostuvo los precios, pero en algunos casos “se disparó”, creando un clima de incertidumbre en el sector, afirmó Oriozabala.
En este punto, el consultor profundizó en esta coyuntura: “La matriz hizo que el precio incluso se sostenga. El precio del año pasado en algunos casos hasta se disparó y ahí fue como el desespero, porque no son momentos de cosecha, en Misiones sobre todo, de importar yerba”.
Esta demanda inusitada, señala Oriozabala, coincidió con una coyuntura en la que varios actores del sector, entre ellos cooperativas y empresas privadas, optaron por almacenar yerba en previsión de una posible escasez, generando un sobrestock a nivel nacional. “Yo me acuerdo que creo que en abril había hecho una entrevista en un canal local y hablaba de eso. Y dije que iba a parar la importación de yerba y que no iba a terminar impactando, siempre suma, pero que no iba a hacer un impacto muy grande a lo largo del año justamente porque tenía que ver un poco con esa coyuntura específica de incluso cooperativas de la provincia”, comentó Oriozabala.
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Raices históricas de la sobreproducción
El consultor recordó que, con la llegada de la cosecha en marzo y abril, “ese sobrestockeo en el contexto del inicio de la zafra grues empezó a impactar en el precio”. La acumulación de stock generó una baja en la demanda de yerba molida en los supermercados y distribuidoras, lo que provocó que “haya un sobrestockeo por parte de los grandes molinos”, explicó Oriozabala. Esta situación impactó rápidamente en los precios de la hoja verde que recibían los productores. Algunos lograron vender su producto a precios de hasta 280 pesos, mientras que otros enfrentaron valores mucho más bajos, de “180, 150 o menos”, describió.
Y señaló que el desequilibrio de precios resultó en un mercado inestable y complicado para los pequeños productores: “Estamos hablando de que hubo una variación muy grande que tuvo que ver obviamente con la desregulación de la yerba mate en su conjunto, la pérdida de funciones de algunas de sus funciones del INYM y el impacto que eso tuvo en el control de precios”.
Además, Oriozabala indicó que el contexto de sobreproducción en el sector yerbatero se arrastra desde hace años, debido a “tres o cuatro variables de años anteriores”. Explicó que esta situación tiene sus raíces en la recuperación de los yerbales después de la prolongada sequía que afectó a Misiones en 2020, 2021 y 2022.
Este año, sin embargo, “vemos esa recuperación de los yerbales muy fuerte, con una brotación importante, un año de muy buenas lluvias”, afirmó Oriozabala. Asimismo, señaló que estas condiciones favorables permitieron un crecimiento acelerado en nuevas plantaciones, lo cual intensifica la oferta disponible en el mercado.
Asimismo, expresó que la entrada en producción de nuevas plantaciones impulsadas antes de que el INYM estableciera limitaciones en 2020 aumentó la oferta disponible. “Hoy vemos esa recuperación de los yerbales muy fuerte con una brotación importante, un año de muy buenas lluvias”, expresó Oriozabala.Estas condiciones “han permitido una recuperación de los yerbales muy fuerte, con una brotación importante, un año de muy buenas lluvias”, comentó Oriozabala, y señaló que este nivel de producción resulta en un volumen que “el mercado interno… no puede absorber”. Esta situación, agregó, genera un exceso de oferta que afecta tanto los precios como la rentabilidad de los productores.
La estrategia para expandir mercados internacionales
En este punto, Oriozabala criticó la estrategia de promoción internacional de la yerba mate aplicada en los últimos años, ya que, a su juicio, no logró un incremento significativo en las exportaciones. Aunque el mate ganó cierta visibilidad global gracias a figuras como Lionel Messi y el cantante de Metallica, el impacto comercial en mercados extranjeros aún es limitado. “Ir a una feria no es fructífero. Hay que buscar quiénes son los compradores. Hay que hacer rondas de negocio”, explicó Oriozabala, en referencia a que la mera presencia en ferias no genera oportunidades de negocio concretas.
De esta manera, el director de Impulsa planteó que el camino a seguir requiere “buscar quiénes son los compradores” y establecer contactos directos para realmente “hacer rondas de negocio” en lugar de depender solo de la participación en ferias.
Para él, esto permitiría penetrar en mercados de alto consumo, como el de Estados Unidos, donde “lo tenemos a Messi, tenemos a la selección con Copa América, con eliminatoria, con un mundial en Estados Unidos”, explicó. “Para mí la conquista de nuevos mercados es ampliar el mercado de Estados Unidos”, reiteró, y señaló que estos eventos deportivos próximos son una oportunidad para posicionar el mate en la cultura popular de ese país.
A su vez, Oriozabala señaló que existen otros mercados de gran población, como India o Sri Lanka, que presentan un potencial aún inexplorado para la yerba mate. “La estrategia es para posicionar al mate”, explicó, pero destacó que “el desafío es encontrar el consumidor de ese producto y ahí es otra estrategia”.
Con esta perspectiva, insistió en que la yerba necesita adaptarse a las costumbres locales de cada país, como ocurrió en Siria, donde el mate “empezó a incorporar ciertas prácticas” hasta convertirse en una infusión cotidiana. Igualmente afirmó que, para introducir la yerba en nuevos mercados, es fundamental “romper con conceptos que son culturales y que están arraigados”, y declaró que esto se logra al “penetrar en ese desafío” y comprender las prácticas de consumo de cada país.
En otro aspecto, Oriozabala habló sobre las políticas de precios impulsadas por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), que buscan beneficiar a los pequeños productores. Sin embargo, señaló que, en la práctica, los mayores beneficiarios son los grandes inversores con yerbales extensivos y altos rendimientos. “Pensamos en el pequeño, en una política pública, en definitiva, de regulación, pero lo terminas beneficiando el que más tiene”, comentó, refiriéndose a cómo el sistema actual favorece a los grandes productores. Para él, el problema radica en que “el beneficiario principal de eso [es] el que más tiene”, lo cual deja en desventaja a los productores más chicos.
Oriozabala remarcó que algunos grandes inversores alcanzan rendimientos de “20.000 kilos por hectárea, 18, hasta 25, hasta 30 en algunos casos”, lo cual muestra el cambio en la estructura productiva del sector. Esta situación, dijo, “termina siendo alto en virtud y en relación a la productividad de esos yerbales”, por lo que insistió en la necesidad de segmentar los precios según la escala de producción para evitar que los grandes productores concentren los beneficios del mercado.
Diversificación y situación cambiaria: el futuro de la yerba mate
Por otro lado, Oriozabala planteó diversas alternativas innovadoras para la yerba mate, con el objetivo de abrir nuevos mercados y diversificar sus usos. Propuso su inclusión en bebidas energizantes debido a sus propiedades estimulantes, afirmando que “la yerba se puede utilizar como bebida energizante”. Explicó que esta idea se basa en crear “un extracto líquido, concentrado, hiperconcentrado, para poder exportar eso con otro fin, con otro destino, que es básicamente el concepto de la cafeína”. Este extracto podría ser una opción atractiva para el mercado de energizantes, compitiendo con otros productos similares.
Oriozabala también mencionó la posibilidad de desarrollar yerba mate para productos de consumo alternativos, como “el té frío” y otros formatos populares entre los consumidores que buscan alternativas saludables. “Después tenés la cápsula. O sea, hay un universo”, añadió, refiriéndose al potencial de la yerba para integrarse en diferentes presentaciones y mercados. Para él, estas nuevas opciones permitirían que la yerba mate “conquiste nuevos mercados”, posicionándola como un ingrediente versátil y adaptable en distintas industrias.
Finalmente, Oriozabala abordó el impacto de la situación cambiaria en el sector yerbatero. Explicó que un dólar alto representa una ventaja para los exportadores de yerba mate, aunque señaló que el aumento de costos y la inflación siguen afectando a los pequeños productores y limitan su competitividad en el mercado internacional. “El cambio está planchado igual, a la actualización que sufrió sigue planchado, pero va a hacer que se estabilicen algunas variables”, observó Oriozabala. Pese a las dificultades actuales, destacó que “por algo se está empezando a recuperar el salario, que eso que dicen es cierto, digamos, estadísticamente hablando”, refiriéndose a la estabilización de algunas variables macroeconómicas.
Aunque reconoce los desafíos, Oriozabala se mostró optimista sobre el potencial de expansión de la yerba mate en los mercados externos y la posibilidad de estabilizar los precios a nivel local si se aplican “estrategias efectivas”. Según él, al aprovechar oportunidades y trabajar para consolidar la yerba como un producto de exportación, el sector podría superar las limitaciones actuales y competir con éxito en el mercado internacional.
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— misionesonline.net (@misionesonline) March 18, 2024