El Banco Central de la República Argentina (BCRA) decidió este viernes reducir la tasa de política monetaria en cinco puntos porcentuales, llevándola del 40% al 35% (TNA). Es la primera modificación de esta variable en más de cinco meses y medio, luego de la última baja registrada el 14 de mayo.
Esta medida lleva la Tasa Efectiva Mensual (TEM) al 2,92% y sitúa la Tasa Efectiva Anual (TEA) en un 41,19%, dejando el rendimiento mensual alineado con las expectativas inflacionarias de octubre, estimadas entre un 2,7% y 2,9% por analistas privados.
En un comunicado, el BCRA explicó que la decisión “se fundamenta en consideración del contexto de liquidez, de la baja observada en las expectativas de inflación manifestadas tanto en el REM como en los niveles implícitos en el mercado secundario de títulos, y en el afianzamiento del ancla fiscal». Además, el organismo bajó la tasa de interés de los pases activos de 45% a 40% TNA.
El mercado ya lo anticipaba
Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieras, destacó que esta medida era algo anticipado por el mercado debido a la evolución de las inversiones en pesos. «Era algo que, de algún modo, el mercado anticipaba que llegaría con la inversión en la curva pesos. La decisión la toman en el marco de menores expectativas inflacionarias, según lo esperado por el mercado para los próximos meses». Según Reschini, la tasa establecida por el BCRA sigue siendo «levemente positiva».
Por su parte, Federico Glustein, economista, destacó el contexto favorable que brinda la liquidez bancaria, actualmente en el 38%, y mencionó que la falta de pesos disponibles para adquirir dólares presiona a la baja en el mercado paralelo de cambio. «La liquidez bancaria ya está en orden del 38%, hay escasez de pesos para hacerse de dólares y eso presiona a la baja del tipo de cambio paralelo y lo que faltaba era la baja de la tasa de interés».
Glustein destacó que, en un contexto sin emisión, el Gobierno deberá impulsar el flujo de pesos y destacó el cambio de enfoque bancario hacia el crédito privado: «El cambio de enfoque de los bancos hacia el crédito privado es una señal de que la economía está comenzando a experimentar una expansión del crédito hacia familias y empresas».
Por su parte, Fabio Rodríguez, economista y director de MyR Consultores, consideró que el objetivo del Gobierno es dar una señal de consolidación hacia un escenario de convergencia en torno al 2% mensual: «Lo que busca el Gobierno es dar una señal de afianzamiento del escenario de convergencia en el 2% y, luego de un octubre muy bueno, redobla la apuesta en la variable que estaba más alejada de ese porcentaje, que era la tasa de referencia y las del sistema financiero». Rodríguez también subrayó que las tasas activas se encontraban relativamente elevadas respecto del actual contexto inflacionario.
Riesgos y desafíos de la nueva tasa
Sin embargo, algunos analistas advierten sobre los riesgos potenciales de esta decisión. Garay Méndez, economista, plantea la posibilidad de que el dólar experimente una escalada: «El riesgo de esta medida es que se dispare el dólar. Hasta ayer, el ‘carry trade’ seguía, con la tasa en dólares que formaban las LECAPs en la zona del 3-3,5% y el oficial en 2% y los dólares financieros cayeron. Ahora, con un menor interés de política monetaria, hay que ver cómo quedan los rendimientos y qué deciden los inversores».
Pablo Ferrari, también economista, señaló que aunque la reducción de la tasa no es drástica, impactará en el rendimiento de los depósitos a plazo fijo: «No es una disminución fuerte de la tasa de política monetaria; ahora, los bancos van a bajar el rendimiento que pagan por los depósitos a plazo fijo».
Esta disminución del rendimiento presenta una disyuntiva para los ahorristas, ya que podrían optar por redirigir sus inversiones. Según Ferrari, «la gran disyuntiva es hacia dónde van a ir los pesos que actualmente están en esos instrumentos», considerando que podrían orientarse hacia bonos o letras, aunque el pequeño ahorrista generalmente se encuentra entre el dilema del plazo fijo o el dólar.
Con esta nueva tasa, el rendimiento de los plazos fijos queda casi a la par de la inflación, «aunque siempre desde el punto de vista del pequeño ahorrista», concluyó.
Fuente: Ámbito