Cómo es el embargo de Estados Unidos a Cuba y cuántas veces la ONU lo rechazó

Desde 1992, la Asamblea General de la ONU ha votado anualmente en contra del embargo comercial que Estados Unidos impone sobre Cuba, medida que desde hace décadas limita la economía de la isla y afecta el acceso a bienes esenciales para su población.

Cada año, la resolución que exige el levantamiento de las sanciones recibe un apoyo abrumador de la comunidad internacional, dejando en evidencia el aislamiento de Estados Unidos en su política hacia Cuba, tal como ocurrió este miércoles, en la que sólo el propio EE.UU. e Israel votaron por mantener el embargo. En ese contexto, la canciller argentina Diana Mondino votó por el levantamiento del embargo, lo que derivó en su despido fulminante del Gobierno por parte del presidente Javier Milei.

La primera votación contra el embargo en la historia de la ONU se produjo en un contexto global de cambio, tras el fin de la Guerra Fría y el colapso de la Unión Soviética, que había sido el principal socio comercial de la isla.

Ante una crisis económica aguda, Cuba recurrió a la ONU para hacer oír su reclamo contra una medida que, según el gobierno cubano, asfixia a la economía nacional. Desde entonces, la resolución ha sido aprobada año tras año por la Asamblea General con un respaldo creciente, que usualmente solo ha encontrado oposición en Estados Unidos y su aliado Israel. En 2023, por ejemplo, la resolución fue aprobada con 187 votos a favor y apenas dos en contra.

Restricciones en múltiples ámbitos

El embargo, establecido por primera vez en 1960 y endurecido en 1962 durante la Crisis de los Misiles, abarca un complejo sistema de sanciones que regula estrictamente las relaciones comerciales y financieras de Estados Unidos con Cuba, afectando tanto a empresas como a individuos.

Las restricciones, que en sus inicios excluían alimentos y medicinas, se ampliaron drásticamente en 1992, cuando el embargo adquirió un carácter extraterritorial con la Ley Torricelli. Esta ley impuso sanciones a las subsidiarias extranjeras de empresas estadounidenses que negocian con Cuba y limitó el acceso de barcos de terceros países que comercian con la isla a los puertos estadounidenses.

Pese a las múltiples resoluciones en contra, las administraciones estadounidenses han hecho caso omiso a estas votaciones, manteniendo el embargo como un recurso estratégico de presión sobre el gobierno cubano. Bajo el mandato de Donald Trump, las restricciones se endurecieron aún más, y se incluyeron limitaciones a las exportaciones de combustible, situación que, según el gobierno cubano, ha contribuido a la reciente crisis energética y a los apagones que afectan a la isla.

Costo humanitario

Estas votaciones, aunque no son legalmente vinculantes, representan un escenario clave para Cuba, que utiliza este foro para exponer los efectos del embargo en su economía y señalar el costo humanitario de las sanciones, especialmente en tiempos de crisis. En sus discursos anuales, los representantes cubanos han denunciado cómo el embargo afecta la vida cotidiana de los ciudadanos, limitando el acceso a alimentos, medicinas y otros bienes básicos. La ONU, por su parte, ha subrayado la dimensión humanitaria del problema, y el respaldo casi unánime a las resoluciones pone en relieve la discrepancia entre Estados Unidos y el resto del mundo.

El embargo a Cuba es uno de los sistemas de sanciones más prolongados en la historia moderna y simboliza un conflicto diplomático que, a más de seis décadas de su implementación, continúa generando un profundo debate sobre los derechos humanos y la soberanía de los Estados.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas