Aceptar lo que sucedió, lo que pasó, lo que hay, que no lo podés cambiar (porque depende de otras personas) es el primer paso para sanar.
Mientras luches, te opongas, lo niegues, esperes que la otra persona se de cuenta… estás ofreciendo resistencia y eso va a perdurar. Te estás dañando a vos misma/o… porque seguís en esa pelea.
Aceptar las cosas como son, bajar los brazos y aceptar, que todo lo que pasaste es lo que te construyó en la persona que sos hoy, es permitirse sanar.
La aceptación implica un primer paso de apertura y reconocimiento hacia nuestra realidad actual, sin pretender alterarla o rechazarla. Es, en esencia, el acto de observar lo que ocurre dentro y fuera de nosotros con curiosidad, sin juicio. Este tipo de aceptación no es resignación; más bien, es un acto de presencia consciente que permite observar el dolor, las emociones, las heridas, tal como son.
Cuando nos abrimos a aceptar nuestras circunstancias y emociones, incluso las más incómodas, empezamos a crear un espacio interno donde es posible empezar a sanar. La sanación se ve obstaculizada cuando hay resistencia o negación. Al aceptar, soltamos esa resistencia, y en lugar de gastar energía en luchar contra lo que sentimos, podemos comenzar a canalizarla hacia el proceso de recuperación y crecimiento.
La sanación requiere de una honestidad enorme con nosotros mismos; un dejar de pelear contra la realidad que vivimos para permitirnos sentir y reconocer nuestro dolor. La aceptación, entonces, nos guía hacia la sanación porque nos da la oportunidad de ver el panorama completo y, desde esa comprensión, tomar pasos conscientes que nos lleven a reconstruirnos desde adentro.
Además, cuando aceptamos lo que es, empezamos a soltar las expectativas de «cómo deberían ser» las cosas, lo que reduce la carga emocional y mental. En su lugar, nos enfocamos en lo que podemos hacer para cuidar de nosotros mismos en el presente.
Te dejo algunas preguntas que quizás puedan servirte para que puedas explorar (en el caso de que estés en un proceso de sanación) si te encontrás en la resistencia, la aceptación o en un estado intermedio entre esas dos etapas.
¿Qué emoción te despierta lo que estás viviendo actualmente?
¿Hay alguna parte que te esté costando aceptar o mirar de frente? Si sentís dolor o miedo intenso es probable que esté sucediendo por el momento.
¿Podés imaginarte vivir en calma y aceptación respecto a ésta situación particular que hoy estás viviendo?
¿Cómo te hablás a vos misma / o, respecto al tema? ¿Hay crítica o aceptación? ¿Estás juzgándote o hablándote con amabilidad?
¿Crees que hay algo que puedas aprender de la experiencia que te toca vivir? ¿Qué pequeños pasos podrías ir dando?
Si crees que por el momento, no estás pudiendo hacerlo sola/o, estoy para acompañarte. Pedí posibilidad, pedí coaching.
Ester Inglese
Coach Ontológico Profesional. Coach de Prosperidad en formación.
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