Fundación Alberto Roth suma al financiamiento colectivo para preservar el monte nativo y producir yerba orgánica

Entre la búsqueda de nuevas formas de financiamiento y la sostenibilidad económica de un modelo de producción que preserva el monte nativo, los descendientes son  integrantes de la Fundación Alberto Roth apuestan a preservar su legado.

Con el fin de sumar recursos para sus actividades conservacionistas, la Fundación presentó una plataforma en línea de financiamiento colectivo, permitiendo que diferentes personas apoyen la protección de áreas de bosque nativo mediante donaciones específicas. “Estamos por lanzar nuestra web donde cualquier persona en cualquier parte del mundo pueda colaborar para ayudarnos a proteger metros cuadrados de monte”, menciona Gerald Netter, tesorero de la institución y bisnieto de Roth.

 

Este sistema de financiamiento tuvo auge con las nuevas tecnologías, también conocido como ecológico  que posibilita contribuir con pequeñas cantidades de dinero a proyectos dedicados a  conservación del medio ambiente, e iniciativas ecológicas a través de plataformas en línea. 

“Hay que cuidar y estar ahí y hacer vigilancia”, enfatiza Netter, sobre los costos que implican preservar cada hectárea de monte. Este compromiso incluye la instalación de cartelería y proyectos de monitoreo mediante cámaras trampa para seguir de cerca la actividad de la fauna y detectar amenazas. Netter indicó que adquirieron un espacio de monte de 15 hectáreas donde “estamos preservando ese lugar para el resguardo de las de la fauna misionera”. Aunque consideró que “el espacio es chico, pero está estratégicamente bien ubicado porque a su alrededor hay yerba, o sea, es un lugar muy interesante y que se pueden proteger las aves y los animales”.

En cuanto al funcionamiento del sistema de aporte se ingresa a Web de la Fundación  donde además de encontrar la historia, está el apartado donde sugiere los montos. Netter indicó cuando alguien hace una donación se especifica cuantos metros cuadrados de monte se está protegiendo. Por ejemplo, “en montos 5000 pesos, ayudas a preservar unas 10 metros cuadrados, esa es un poquito la idea para para poder hacer seguimientos y presencia en los lugares”, explicó.

La visita al establecimiento se realizó en el marco de la capacitación a socios que realiza el Circulo Thay de Periodistas Agropecuarios de Misiones, con un tour productivo.

Producción orgánica y compromiso familiar

La Fundación Alberto Roth, establecida en 2005 por los descendientes del ambientalista y pionero en agricultura orgánica Alberto Roth, conserva sus prácticas de cultivo y su visión ambiental en Misiones. “La idea es seguir sus enseñanzas y proteger el legado que él nos dejó”, explica Sabine Netter, presidenta de la Fundación, bisnieta de Roth. 

A la fecha, la Fundación continúa con la producción de yerba mate orgánica certificada en 37 hectáreas de bosque nativo. “Queremos mostrar que lo orgánico puede ser parte de nuestra vida, que no es una cosa rara”, dice Sabine, reforzando el mensaje de sostenibilidad que definió la misión de Roth. En total el establecimiento está asentado en 100 hectáreas donde están la casa que construyó y habitó Don Alberto, el molino, museo,  el vivero y otras dependencias. 

Para difundir el legado de Roth, la Fundación ha habilitado recorridos en el casco histórico y el antiguo molino, donde los visitantes pueden conocer de cerca el trabajo y la historia de la producción orgánica de yerba. Según Sabine, es clave que los interesados en visitar coordinen su llegada, ya que el equipo de la Fundación trabaja activamente en el campo, “porque al ser orgánico el trabajo a veces es el triple que en una producción convencional”. Durante las visitas, el público recorre senderos de bosque nativo y observa cómo se mantiene una producción sustentable y libre de químicos.

Un bisabuelo en el recuerdo

Sabine era muy pequeña cuando falleció su Don Alberto. Pero sabe que su bisabuelo era un hombre disciplinado y precavido, con un fuerte apego a sus raíces suizas. “Religiosamente, cada mañana se levantaba temprano, comía su ajo y salía a caminar con su bastón y un silbato” para avisar cualquier eventualidad, por su baja visión.  Aunque ya no veía bien, trazaba su camino con determinación, terminando su rutina con un chapuzón en la pileta. A los 50 años, incluso viajó a Suiza para “aprender a ser viejo y a usar el bastón”, mostrando su deseo de no ser una carga para los demás.

La bisnieta de Don Alberto suma su compromiso en la gestión
Sabine Netter. Presidenta de la Fundación Alberto Roth.

El bisnieto de Don Alberto lleva adelante el proyecto de la financiación colectiva.
Gerald Netter. Tesorero de la Fundación Alberto Roth

El legado de Alberto Roth y sus yerbales orgánicos frente al desafío de la desregulación

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