En un hecho que Evo Morales calificó como un intento de asesinato, el exmandatario relató cómo su vehículo recibió 14 disparos y aseguró que el ataque fue parte de un plan para eliminarlo físicamente.
El expresidente de Bolivia Evo Morales denunció haber sido víctima de un atentado cuando se trasladaba en su camioneta hacia el programa de radio Kawsachun Coca, que conduce cada fin de semana. El ataque, según el relato de Morales y la evidencia presentada en videos, incluyó 14 disparos contra el vehículo en el que viajaba junto a su chofer y otros ocupantes.
El exmandatario salió ileso, pero el conductor resultó herido en la cabeza y el brazo, lo que quedó registrado en las imágenes difundidas en medios bolivianos, en las cuales también se ven los vidrios astillados del vehículo y manchas de sangre en la nuca del chofer.
Evo Morales explicó que la persecución comenzó a las 6:25 de la mañana en el trayecto entre las localidades de Villa Tunari y Lauca Ñ, en el Trópico de Cochabamba. Según el ex mandatario, dos camionetas Tundra interceptaron su vehículo, lo que inicialmente atribuyó a una confusión: “Yo pensé que tal vez algún ebrio nos estaba queriendo parar”, explicó Morales; pero pronto sospechó que se trataba de algo más, por lo que el chofer intentó desviar el trayecto.
Sin embargo, la persecución no cesó, y Morales afirmó que otro vehículo logró cruzarse en su camino: “Nos sorprendieron dos camionetas Tundra… Felizmente había un pequeño espacio entre los dos carros. Ya nos damos cuenta que era un operativo”.
A medida que avanzaban, los disparos se intensificaron. “A las llantas nos dispararon”, comentó una mujer que también se encontraba en el vehículo, en referencia a los impactos que intentaron desestabilizar la camioneta en plena huida. Morales añadió: “Empezaron los disparos. En ese momento yo escuché tres disparos. Nos agachamos, como estaban cruzados picamos. Corrimos bastante y el segundo carro que nos seguía también cruzó apenas, pero nos siguió, casi nos alcanza. Otros disparos. Le habían disparado a la llanta que estaba ahí”.
La grabación también muestra la tensión en el interior del vehículo, donde los ocupantes alertaban a Morales sobre la gravedad del ataque, pidiéndole que se agachara y mantuviera la calma mientras intentaban evadir a los agresores. Finalmente, el chofer del ex presidente logró desviar hacia un área con más tráfico, lo que, según Morales, permitió crear una distancia crucial entre los atacantes y ellos.
Sin embargo, el vehículo quedó seriamente dañado, con la llanta perforada y la carrocería con 14 agujeros de bala. Asimismo, Evo Morales afirmó que uno de estos disparos alcanzó al chofer en la cabeza, quien sangraba mientras mantenía la velocidad para huir del lugar.
Tras el atentado, el exmandatario expresó sorpresa por haber salido con vida y denunció que el objetivo de sus perseguidores era acabar con su vida. “El coche en el que llegué tiene 14 agujeros de bala. Esto estaba planificado. La idea era matar a Evo”, sostuvo el ex mandatario.
Además, relató que en otras ocasiones había recibido amenazas directas que involucraban a altos mandos militares: “Desde el 2022, el general Zuñiga decía hay que bajar a Evo, y en términos militares, bajar es matar”. En este sentido, insistió en que este ataque forma parte de un plan que busca su “desaparición física”.
Morales también relacionó el atentado con lo que considera una persecución política impulsada por el actual gobierno de Luis Arce, quien, asegura, reactivó “el fascismo en Bolivia” junto a Manfred Reyes Villa, actual alcalde de Cochabamba y uno de sus principales adversarios políticos. Según Morales, las acciones violentas y el uso de grupos paramilitares se alinean con una campaña de desprestigio y acoso dirigida contra él y sus aliados.
“Que el mundo sepa que Luis Arce ha reactivado el fascismo en Bolivia junto a su aliado Manfred Reyes Villa”, declaró, y añadió que estos grupos “utilizan los mismos métodos que el golpe de 2019”, refiriéndose a las movilizaciones y disturbios que precedieron su renuncia en noviembre de ese año.
En este sentido, el dirigente detalló que el objetivo de estos grupos es crear caos en el país y evitar su participación política, especialmente en las elecciones futuras, donde sigue siendo una figura central para el Movimiento al Socialismo (MAS).
El contexto actual refleja un clima político tenso en Bolivia, en el que Morales sostiene que el atentado es solo una muestra más de la “persecución política” en su contra. El ex presidente recordó que en el año 2019, los enfrentamientos entre sus simpatizantes y opositores desembocaron en violentos choques que, según él, se están repitiendo ahora con similares características.
De esta forma, Morales advirtió que aquellos mismos “grupos de choque” identificados por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) y que se recomendó desarticular, vuelven a actuar bajo el auspicio del actual gobierno. La denuncia del ex mandatario se centra en que estas acciones persisten, ahora con el respaldo de autoridades que, a su entender, buscan acallar su influencia y asegurar el control político en Bolivia.
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— misionesonline.net (@misionesonline) March 18, 2024