Claudia Diaz, madre de Juanita Sirimarco, habló con Misiones OnLine y apuntó contra la empresa de viaje encargada del traslado. A su vez, criticó el accionar de los docentes encargados y reclamó justicia. La adolescente tenía 13 años. “En la despedida hubo mucha gente que se acercó a darle el último adiós”, dijo.
Juanita Milagros Sirimarco Díaz había vuelto a Posadas el martes, luego del viaje de egresados que había realizado junto a sus compañeros del Instituto Cristiano República Argentina en Villa Carlos Paz. Volvió descompuesta. Por ello, la internaron en el hospital para realizarle estudios. Pero lo que parece ser algo de rutina, se convirtió en una pesadilla.
Allí, le detectaron que en su estadía en Córdoba contrajo una infección: se halló el virus Influenza B positivo. A pesar de ser atendida y controlada en el hospital, la infección avanzó de manera drástica y este sábado murió a causa de un shock séptico.
De acuerdo a lo que relató su madre, la menor tuvo una serie de inconvenientes en su estadía en Córdoba que truncó un poco el viaje de egresados de Juanita. En primera instancia, la joven sufrió una lesión en la rodilla que provocó que sea trasladada a un nosocomio. “Le dieron medicamentos que parecían muy fuertes para su cuerpo”, lanzó la madre.
Aún con el dolor por la pérdida de su hija, Claudia se mostró fuerte para la lucha que se viene: pedir justicia. Criticó a la empresa Víaturex por el protocolo aplicado y mencionó que el instituto educativo protegió a la docente encargada en el viaje.
Contó que su hija le había manifestado que tenía dolor de garganta pero que ya estaba medicada. “Pensé que con la medicación iba a estar bien y luego siguió así por dos días hasta el día de su cumpleaños”, relató.
“Ella era una nena muy sumisa y acataba todas las órdenes de la maestra. Yo creo que ella se aguantó muchas cosas. No podíamos hablar mucho ya que estaba sin teléfono porque por las noche la docente le sacaba el teléfono a todos, quedaban incomunicados. Era por regla de ellos, al ser una escuela muy estricta le sacaban”, contó.
El lunes la delegación partió rumbo a Misiones pero Juanita ya estaba descompuesta y la pasó mal durante el viaje. “Cuando yo hablo con Alejandra (-la maestra-) le digo que le de mucha agua para que no se deshidrate. Le dije que paren y la dejen en un sanatorio, estaban en Corrientes, te lo suplico que pares le decía, necesitaba atención ya porque pasó muy mal esa noche”, recordó.
A las 8.15 de la mañana fue el horario en que las docentes a cargo de los alumnos le enviaron un parte médico a los padres de Juanita Sirimarco con los detalles sobre cómo había pasado la noche.
La docente alegó que la atención en Corrientes no iba a ser la adecuada y que “ya llegaban” a Posadas. Sin embargo, la salud de la adolescente se deterioraba minuto tras minuto. “Me quedé loca y le supliqué que parara y llevaran a mi hija a un sanatorio”
“Ella empezó a las 2 de la mañana y la maestra me mandó un mensaje recién a las 8. Me dijo que vomitó, estuvo con diarrea, con fiebre y estaba roja”, contó Claudia Díaz sobre los síntomas que tenía su hija arriba del colectivo.
La mujer explicó que otra de las docentes le puso paños fríos en la cabeza y que cerca de las 4 de la mañana habrían llamado a un médico que les recomendó inyectarle Dipirona.
“No sé de dónde sacaron la Dipirona, había una mama que era enfermera. La iban a inyectar en la vena, pero se lo dieron en la cola porque el colectivo se movía mucho. Ni siquiera se atrevieron a parar”.
Inmediatamente, según el relato de la madre, reclamó a la docente que la empresa gestione una ambulancia para cuando el colectivo arribará a Posadas. “La tenían que traer con vía e hidratada. Según ellos, no tenían señal en el viaje y no podían pedir la ambulancia”, dijo.
Amplio “el papá de mi hija fue hasta la empresa Víaturex y pidió que se comuniquen rápido para pedir la ambulancia. La empresa dijo que no tenía y no podía conseguir y solamente mandaron un auto con una mujer que conducía, ella necesitaba una atención. Ahí ya dejé de pensar que era una descompostura”, reclamó.
Una vez en la ambulancia comenzó el traslado inmediato hasta el Hospital de Pediatría de la capital misionera. “No sé qué clase de atención le dieron. Cuando ella baja de la ambulancia yo la veo y mi hija era otra persona, tenía los ojos rojos de sangre y la boca negra, no le pusieron nada”, se indignó.
A pesar de los esfuerzos médicos, Juanita falleció días después. «Mi hija se fue apagando de a poquito. Juanita empezó a morir de a poco. Todas sus extremidades empezaron a quedarse negra porque el oxígeno no podía llegar, la sangre no llegaba porque la presión estaba muy baja y su corazón bombeaba todo lo que podía, pero solamente podía llegar a los órganos que le permitían seguir con vida”, lamentó
“Mi hija era excelente, era un ángel, todos hablan lo mejor de ella. Mi hija quería ser presidente y quería cambiar este mundo, y no la cuidaron”, cerró Claudia Diaz.
Pedido de justicia
Claudia Díaz no se quedará de brazos cruzados. Determinada a esclarecer las circunstancias de la muerte de su hija y a evitar que otras familias sufran lo mismo, manifestó que iniciarán acciones legales contra la empresa organizadora del viaje, la escuela y la maestra acompañante. “No voy a descansar hasta que se haga justicia por Juanita”, afirmó con voz firme.
“Quiero que la gente sepa lo que le pasó a mi hija y que se unan a mi lucha”.