El rock sigue latiendo con fuerza en cada rincón del país, y este viernes Posadas fue testigo de una noche inolvidable en la Peña Itapúa, donde Felipe Barrozo, legendario guitarrista de Intoxicados, desató una auténtica fiesta de rock y pogo. Las entradas fueron adquiridas a través de TicketMisiones.
Ante un gran marco de público, Barrozo, con el respaldo del mismísimo Pity Álvarez, recorrió los clásicos que marcaron una era, llevando al éxtasis a los fanáticos del rock nacional.
En su primera presentación en la provincia, Barrozo hizo vibrar el escenario con canciones inolvidables de los discos que grabó junto a Intoxicados: ¡¡Buen día!!, No es sólo rock and roll, Otro día en el planeta Tierra y El exilio de las especies. Como solista, también desplegó su propio repertorio, que viene consolidando en su gira por Argentina.
Nunca quise, Fuego, lo artesanal, quieren rock, mi inteligencia intrapersonal, fueron algunos de los éxitos que hicieron delirar a los misioneros y paraguayos que llegaron en gran número desde la otra orilla del río Paraná.
La noche no sólo fue de Barrozo. Tres bandas locales se encargaron de calentar motores y mantener el ambiente a flor de piel: Los Brete’s Flip, Amuleto y Amus Rock fueron los responsables de darle ese toque diverso al evento, aportando sus estilos únicos y energía contagiosa.
Los Brete’s Flip, con su espíritu punkrockero y su fuerte influencia de la escena skater de los 90, encendió el escenario con una selección de clásicos que no dejaron a nadie sin saltar. Su energía fue una invitación abierta al pogo, y el público respondió con entusiasmo.
Amuleto, la banda tributo a La Renga, reafirmó su lugar en la escena local. Con un sonido poderoso y la calidez de sus integrantes, lograron conectar con la audiencia, que coreó junto a ellos temas icónicos del rock argentino.
Por su parte, Amus Rock, también hizo delirar al público presente y se ganó merecidamente los aplausos de la peña.
La noche cerró con Felipe Barrozo en la cima del evento, demostrando una vez más que, como alguna vez se dijo, «el rock and roll no morirá jamás».