A solo un mes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la vicepresidenta demócrata Kamala Harris y el exmandatario republicano Donald Trump se disputan cada voto en siete estados cruciales. Estos territorios, conocidos como "estados bisagra", serán determinantes para alcanzar los 270 delegados necesarios en el Colegio Electoral y asegurar la presidencia.
Aunque Harris lidera las encuestas a nivel nacional, la ventaja es mínima en estados como Wisconsin, Michigan y Pensilvania, y la competencia es feroz en Nevada, Georgia, Carolina del Norte y Arizona.
El impacto del voto por correo y la movilización de votantes
Con el inicio del voto por correo en estados como California y Florida, la dinámica electoral se transforma. El estratega político Luis Alvarado señala que, aunque las encuestas puedan mostrar una preferencia, la verdadera prueba será la movilización efectiva de votantes el día de las elecciones. Según Alvarado, los seguidores de Trump muestran un entusiasmo notablemente mayor, lo que podría cambiar el panorama electoral si los partidarios de Harris no se presentan a votar.
Estrategias de campaña y el enfoque de los candidatos
Kamala Harris ha adoptado un enfoque más moderado, evitando promesas progresistas que puedan alienar a votantes indecisos, mientras busca equilibrar su postura sobre temas controvertidos como el control de armas. Por su parte, Trump mantiene un discurso agresivo, culpando a los migrantes de los problemas del país y prometiendo medidas extremas de deportación. A pesar de sus controversias judiciales, sus seguidores se mantienen leales, creyendo en su capacidad de mejorar la economía. Ambas campañas saturan a los votantes con propaganda en un intento de captar la atención en los estados decisivos.