En un giro significativo que impactará en los sindicatos, el Gobierno argentino está a punto de lanzar una nueva resolución que obligará a las empresas de medicina prepaga a dejar de triangular fondos con las obras sociales. La iniciativa se produce tras el anuncio de que Swiss Medical inicio un proceso para desvincular los aportes de sus afiliados de las obras sociales, dirigiendo esos fondos directamente a la compañía de salud.
El ministro de Salud de la Nación, Mario Lugones, se reunió con los principales representantes de las prepagas del país para comunicarles los próximos pasos del Gobierno. En la reunión participaron representantes de varias prepagas, entre ellas, OSDE, Medifé, Galeno, Swiss Medical, Medicus, Hospital Italiano y Hospital Alemán.
Según confirmaron fuentes oficiales, la semana próxima se publicará una resolución que requerirá que todas las prepagas se inscriban en el Registro de Agentes del Seguro de Salud.
Esa resolución estipulará que, a partir del 1 de diciembre de 2024, todas las entidades que ofrezcan planes de salud financiados, total o parcialmente, con fondos de la seguridad social, deberán registrarse de acuerdo al inciso I del artículo 1 de la Ley N° 23.660.
Recaudación por triangulación de $8.600 millones al mes
Según datos oficiales, el proceso de triangulación de fondos genera una recaudación mensual de $8.600 millones, ya que la intermediación puede costar entre un 3% y un 7%, dependiendo del caso.
Este sistema implica que los fondos que perciben las prepagas ingresan inicialmente a las obras sociales. En la práctica, un trabajador en relación de dependencia destina parte de los aportes de su empleador a la obra social correspondiente, y ese dinero luego se utiliza para pagar la prepaga.
Sin la triangulación, las obras sociales dejarían de recibir ese porcentaje, lo que algunos funcionarios del Gobierno han calificado como un «peaje de la salud».
¿Bajarán las cuotas?
Una de las preguntas centrales en este nuevo panorama es si la eliminación de la intermediación se traducirá en cuotas más bajas para los afiliados de las prepagas. Desde una de las empresas que asistió a la reunión, se explicó que hay dos grupos principales a considerar. “Aquellos que intermediaban con obras sociales pequeñas, consideradas ‘sellos de goma’, sin duda verán una reducción en sus cuotas, pero no está claro si habrá mejoras en los casos donde intermedian obras sociales grandes”, señalaron.
Actualmente, el 9% de los aportes de un trabajador registrado se destina a obras sociales. En los casos de triangulación, ese porcentaje se dividía en dos partes: el 3% para la obra social y el 6% para la prepaga elegida por el afiliado. Por lo tanto, al desvincularse de las obras sociales, las prepagas podrían recuperar ese porcentaje.
La inscripción en el Registro de Agentes del Seguro de Salud implica que las empresas dejarán de triangular fondos, pero también deberán aportar un 15% al Fondo Solidario de Redistribución. A pesar de esto, desde una de las prepagas que participó de la reunión con Lugones, se argumentó que esta estrategia es conveniente, ya que “sin las obras sociales de por medio, se pueden captar más afiliados”.
Según estimaciones oficiales, el 15% del sistema de salud argentino está compuesto por empresas de medicina privada, lo que significa que alrededor de seis millones de personas cuentan con una prepaga. De ellas, cinco millones acceden al servicio a través del pago de sus empleadores. Así, la inscripción de estas compañías en el registro de agentes de seguro de salud del Gobierno podría tener un impacto significativo en este grupo de afiliados.