“Ni una menos”. Así escribieron los familiares, amigos y allegados de Priscila Cecilia Díaz, la joven madre asesinada días atrás en Jardín América. “Queremos justicia”, expresaron los presentes.
Con carteles, bombos y con aplausos que piden justicia, familiares y amigos llevaron a cabo una marcha pacífica pidiendo justicia por Priscila, cuyo cuerpo fue hallado semienterrado y desnudo en un pinar en el barrio Los Cedros.
Además, también se vio carteles con la cara del principal y único sospechoso del crimen, quien días atrás se abstuvo de declarar ante Roberto Sena, titular del Juzgado de Instrucción Dos.
Según el autopsia, la causa de muerte fue por una asfixia mecánica por compresión efectuada sobre su cuello.
La joven fue vista por última vez con vida el domingo 22 de septiembre por la noche. Coincidentemente, el miércoles pasado, la policía recibió dos denuncias significativas: una relacionada con la desaparición de Priscila y otra de un familiar de los presuntos implicados, quien afirmó que dos hermanos le confesaron su participación en el crimen y que habían enterrado a la joven. Con esta información, el jueves por la mañana, la policía llevó a cabo un rastrillaje y descubrió el cuerpo.
El cadáver fue encontrado desnudo, sin prendas de vestir en los alrededores. Sin embargo, dos tatuajes, uno en el brazo y otro en el pie, facilitaron la identificación del cuerpo como el de la joven desaparecida. Pocas horas después, gracias a algunos testimonios, se logró localizar a los dos hermanos sospechosos.
El mayor de ellos fue detenido en una comisaría, mientras que el adolescente de 16 años fue enviado al Cemoas de Puerto Rico, a la espera de que se defina su situación procesal.
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