La oncóloga Betania Mascheroni explicó que Argentina ya ocupa el quinto o sexto puesto en América Latina en cuanto a la presentación de enfermedades oncológicas, una tendencia que continúa en alza. El cáncer de mama, en particular, muestra un aumento significativo tanto en los diagnósticos como en la mortalidad. Entre 2020 y 2022, se registraron más de 22.000 nuevos casos y más de 6.000 muertes anuales relacionadas con esta enfermedad.
Asimismo, brindó un panorama sobre la incidencia del cáncer de mama en Argentina. Según datos proporcionados por el Observatorio Global del Cáncer (Globocan), una entidad estadística mundial, el país registra anualmente más de 250.000 casos oncológicos, de los cuales 130.000 están relacionados con el cáncer de piel y 125.000 corresponden a tumores sólidos. Estas cifras ubican a Argentina en una posición preocupante a nivel regional y global, con un aumento sostenido de la incidencia de diversos tipos de cáncer.
En octubre, mes internacional de concientización sobre el cáncer de mama, Mascheroni destacó la importancia de la detección precoz. «La detección temprana puede cambiar la historia natural de la enfermedad en el paciente», señaló.
El cáncer de mama está vinculado a factores de riesgo modificables y no modificables
Según explicó, entre los factores de riesgo no modificables se encuentra el hecho de ser mujer, ya que la predisposición comienza alrededor de los 45 a 50 años. Además, el 5-10% de los casos de cáncer de mama tienen origen hereditario, un aspecto que puede identificarse hoy en día gracias a los avances en biología molecular. «La herencia y el sexo no pueden cambiarse, pero hay otros factores que sí podemos modificar», agregó la médica.
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En cuanto a los factores de riesgo modificables, Mascheroni subrayó la importancia de los estilos de vida. Desde la menarca (primera menstruación) hasta la menopausia, las mujeres están expuestas a la estimulación estrogénica, lo que aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama. «La obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo y el consumo de alcohol son factores de riesgo importantes», afirmó.
Fuente: Elaborado por SIVER/INC
Otro factor relevante es la planificación familiar. Las mujeres que no han tenido hijos, conocidas en medicina como «nolíparas», tienen un mayor riesgo de sufrir cáncer de mama debido a la constante exposición a los estrógenos. El embarazo y la lactancia, en cambio, ofrecen cierta protección al cuerpo femenino al reducir esta exposición hormonal. «Vemos cada vez más mujeres de 38 o 40 años que no han tenido hijos, lo cual suma puntos en su carga de riesgo», señaló Mascheroni.
La especialista en ginecología destacó la importancia de entender los factores de riesgo y su impacto en el cáncer de mama, haciendo hincapié en los estilos de vida actuales de la población joven. «Uno no puede saber con certeza cuál es la causa de un cáncer de mama, salvo que se realice un análisis genético completo, como el estudio de los genes BRCA1 y BRCA2, o la secuenciación de un panel más amplio», explicó. Sin embargo, mencionó que solo entre el 5% y el 10% de los casos de cáncer de mama tienen un origen genético identificado, mientras que la mayoría de los casos están asociados a factores de riesgo modificables.
Para concluir, la especialista hizo un llamado a las mujeres para informarse sobre los factores de riesgo y realizar controles médicos periódicos. La detección precoz y los cambios en los estilos de vida pueden ser claves para reducir la incidencia del cáncer de mama en el país.
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— misionesonline.net (@misionesonline) March 18, 2024
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