El Senado aprobó con cambios la Boleta Única de Papel y la definición quedó en manos de Diputados

Tras más de nueve meses de idas y vueltas, el Senado destrabó el proyecto de Boleta Única de Papel (BUP) y aprobó modificaciones a la ley, que ahora retorna a Diputados para su segunda revisión. Si la Cámara baja no sanciona rápidamente la iniciativa, podría complicar los plazos para el próximo año.

Si no se trata antes de que termine febrero, el texto perderá estado parlamentario y todo el esfuerzo realizado derivará en un problema institucional. Durante la votación en general, el proyecto recibió 39 adhesiones y 30 votos en contra.

El rechazo provino del Frente de Todos, interbloque liderado por el formoseño José Mayans. Luego de la votación general, se pasó a la definición en particular, que continuó por un camino similar y los cambios a la ley serán informados a Diputados en las próximas horas.

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Este avance representa un pequeño logro del oficialismo, la oposición dialoguista y, en particular, de la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel. Según lo votado, el modelo propuesto es el mendocino, inspirado en el de Córdoba. Ambos distritos realizaron varios comicios sin problemas y utilizan una sola papeleta para todo. La diferencia es que el modelo mendocino presenta mejor adaptabilidad si los cargos aparecieran sobre el margen izquierdo y de manera horizontal, y los partidos o alianzas, en filas verticales.

Para definir esta cuestión, fueron importantes las impresiones que el Gobierno proveyó al senador del peronismo disidente y presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales, Edgardo Kueider (Entre Ríos), quien preparó un texto final.

El legislador explicó en detalle los cambios consensuados sobre un dictamen de mayoría que se encontraba frenado desde el último período estival. La iniciativa de BUP no tendrá la posibilidad, a diferencia de Córdoba y Mendoza, del casillero para votar lista completa en las generales, una cuestión que el proyecto del Congreso no tiene para las PASO. Un pedido de Mónica Silva (Juntos Somos Río Negro) y de los dos misioneros renovadores fue clave para blindar el texto.

La senadora Mónica Silva, de Juntos Somos Río Negro, con un modelo de Boleta Única de Papel al estilo mendocino.

Otros ítems considerados apuntan a la duración de las campañas, que se ampliarán de 50 a 60 días, junto con la presentación de listas 70 días antes de las PASO, en vez de 50; y la conformación de alianzas, que pasará de 60 a 80 días antes de los comicios.

Debate en el Senado

“La boleta única hace un aporte importante para consolidar y fortalecer el sistema democrático de la Argentina. Garantiza a todos los ciudadanos el derecho a elegir y que en el cuarto oscuro esté presente toda la oferta electoral. La equidad tiene que ver con que todos los partidos políticos compitan en igualdad de condiciones”, aseguró Kueider como miembro informante.

En ese sentido, dijo: “El 79% de los países del mundo vota por un sistema de boleta única y un 20%, por el sistema francés. En Latinoamérica, sólo Argentina y Uruguay están en eso y el resto lo hace a través de boleta única; incluso, algunos aplican la vía electrónica”. También recordó que en las cárceles nacionales ya se aplica la BUP. “Estamos ante un acontecimiento histórico y no debemos dejar pasar esta oportunidad”, reflexionó Kueider.

El tablero de la votación.

Desde el Frente de Todos, el peronista Pablo Bensusán (La Pampa) manifestó su rechazo al proyecto y advirtió: “Una reforma de esa magnitud requiere un acuerdo amplio entre las fuerzas políticas, un cuidadoso estudio del diseño del nuevo instrumento, una pormenorizada planificación de su implementación, y una amplia campaña de información e instrucción para la ciudadanía y para todos los actores implicados en el proceso electoral”. Por su parte, el radical Maximiliano Abad (Buenos Aires), que fue uno de los que impulsó el tema, resaltó que la BUP “es más transparente, porque se eliminan y desalientan prácticas fraudulentas como la adulteración, la destrucción, el robo de boletas o el ‘voto cadena’”.

Abad afirmó que la BUP “es un avance trascendental en el plano institucional porque protege el derecho constitucional de elegir y ser elegido, con igualdad de oportunidades para las fuerzas políticas, con una votación más sencilla para la ciudadanía y con una reducción significativa del uso de recursos financieros”.

Desde el PRO, Guadalupe Tagliaferri sostuvo: “Sabemos que volverá a Diputados. Ojalá tenga sanción definitiva en breve. Hay un proceso virtuoso a resaltar. Tiene consenso. ¿Tiene exactamente todo lo que a mí me gustaría? No, pero tiene consenso”. La necesidad de una pronta sanción en la Cámara baja también fue subrayada por el peronista disidente Juan Carlos Romero (Salta), otro jugador importante en esta discusión.

“Quieren destruir el estado de derecho y modifican nuestro régimen electoral”, denunció Florencia López (La Rioja), quien fue la voz final del Frente de Todos. Y agregó: “Están modificando las reglas del juego de algo que funciona bien, por algo que no sabemos cómo va a funcionar”. El último orador fue el jefe de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche (Jujuy), que mostró un potencial modelo para las PASO 2025 en Buenos Aires: 71 centímetros por 16 centímetros.

El Senado aprobó la Boleta Única de Papel y el proyecto vuelve a Diputados para su segunda revisión. La votación recibió 39 adhesiones y 30 votos en contra. El rechazo provino del Frente de Todos. Si la Cámara baja no sanciona rápidamente la iniciativa, se complicarán los plazos para el próximo año.

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