Una nueva variante del virus de la gripe aviar H5N1 logró propagarse de manera inédita en los últimos tres años, afectando a más de 400 especies de mamíferos y aves. Esta variante, denominada "clado 2.3.4.4b", se detectó en 2020 y se extendió por el mundo, incluyendo la Antártida, donde infectó pingüinos, skuas, palomas antárticas y lobos marinos.
La expansión de la gripe aviar preocupa a expertos que buscan entender las razones detrás de esta «panzootia» y proponen recomendaciones para frenar su avance y mitigar sus impactos ecológicos, sanitarios y económicos. Desde 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado 40 casos de gripe aviar en humanos.
Aunque esta cifra es baja en comparación con otras infecciones como el COVID-19 o el dengue, existe el temor de que el virus H5N1 sufra mutaciones que le permitan transmitirse entre humanos, desencadenando una pandemia. El panel de expertos «Una salud» de Naciones Unidas considera el riesgo global como «bajo», aunque advierte que quienes trabajan con aves de corral o animales podrían estar más expuestos.
Factores que favorecieron la propagación del virus
Los científicos Pablo Plaza y Sergio Lambertucci, del Instituto INIBIOMA de la Universidad Nacional del Comahue y CONICET, identificaron varios factores que facilitaron la propagación del virus en un artículo en la revista Science of The Total Environment. Según ellos, la intensificación de la producción avícola, con un mayor número de individuos por unidad productiva, aumenta el contacto y el estrés entre los animales, favoreciendo la transmisión de microorganismos.
La expansión de la producción avícola hacia ecosistemas prístinos también pone en contacto cercano a especies domésticas y silvestres, facilitando la «dispersión» del virus. Otro factor clave es el aumento del comercio global de animales vivos, que implica largos desplazamientos y aumenta la probabilidad de diseminar patógenos a áreas distantes. Además, la implementación ineficiente de normas de bioseguridad y la mala gestión de los residuos en las producciones avícolas contribuyen a la propagación del virus.
Recomendaciones para frenar la propagación
El doctor Gonzalo Moratorio, investigador del Instituto Pasteur de Montevideo y profesor invitado en la Universidad de Yale, enfatizó en la importancia de adoptar medidas para frenar la gripe aviar. Recomendó fortalecer la vigilancia epidemiológica a lo largo de las rutas migratorias de aves silvestres y en ambientes agrícolas, implementar medidas de bioseguridad para los trabajadores en estos sectores y mejorar la secuenciación genómica para detectar cambios virales y prevenir la transmisión zoonótica. Moratorio también destacó la importancia de fomentar la investigación interdisciplinaria que integre virología, inmunología, epidemiología, ecología y salud pública dentro del marco «Una salud».
Además, sugirió mejorar la colaboración regional y global para compartir información sobre brotes y secuencias genómicas virales, y optimizar el acceso a herramientas de prevención y control, como vacunas y test diagnósticos.
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— misionesonline.net (@misionesonline) March 18, 2024