La Dra. Graciela Mana reflexionó sobre su trayectoria y los desafíos en el Juzgado de Familia N°1 de la Primera Circunscripción Judicial de la capital misionera. Destacó la importancia de la mediación, la rapidez de los nuevos procesos de divorcio y el enfoque en el bienestar infantil.
Con más de 17 años en el Poder Judicial, Mana destacó en diálogo con Tres Miradas la importancia del enfoque humano en los casos de divorcio y conflictos familiares. La letrada eligió la carrera de derecho impulsada por su interés en la educación cívica y la filosofía del bien común.
A lo largo de su trayectoria, tanto como abogada litigante y como jueza, siempre buscó brindar un servicio a la comunidad. “El derecho es un servicio, por lo menos así lo vivo yo y lo viví tanto en el ejercicio de la profesión como en estos más de 17 años que tengo dentro del Poder Judicial”, afirmó.
Desde su ingreso como secretaria de ejecuciones tributarias y posteriormente como primera secretaria de violencia en un juzgado de familia, Mana dedicó su carrera a mejorar sus capacidades a través de estudios de posgrado y concursos. Actualmente, ejerce como titular del juzgado de familia número uno desde hace más de cuatro años.
Transformaciones en el proceso de divorcio
Mana explicó que, desde la sanción del nuevo Código Civil y Comercial hace casi 10 años, los procesos de divorcio se volvieron más rápidos y menos desgastantes. “Hoy en día, los divorcios son procesos sumarísimos, muy rápidos”, destacó. Sin embargo, subrayó la importancia del acompañamiento emocional y legal para las partes involucradas. La mediación juega un papel medular en estos procesos, tanto para evitar la judicialización de los conflictos familiares como para encontrar soluciones consensuadas.
“Tenemos que tender como sociedad a evitar la judicialización de las cuestiones de niñez y de las cuestiones familiares”, sostuvo Mana. El Centro Judicial de Mediación de Misiones, creado en 2009, es fundamental en este aspecto, proporcionando profesionales especializados en temas familiares y patrimoniales.
En cuanto a los desafíos más frecuentes que enfrentan las familias en procesos de divorcio, Mana señaló que las mayores dificultades surgen cuando hay bienes en común y diferencias en la responsabilidad parental. “El matrimonio tiene dos regímenes patrimoniales hoy en la actualidad, desde el año 2015. Cuando te casas podés inscribir en el registro de las personas la separación de bienes”, explicó.
El bienestar de los niños es una prioridad en los juzgados de familia. Mana detalló que, cuando los padres no logran acuerdos, el juez interviene para garantizar la calidad de vida de los menores. “Los juzgados de familia que son especialistas, si los padres acuerdan, son los primeros responsables para organizar. Eso pertenece a la esfera privada de las personas. Ahora, cuando existe un conflicto de los padres y puede llegar a ser económico, porque no se ponen de acuerdo, porque uno de los progenitores no aporta para el sostenimiento, ahí es donde el juez tiene que estudiar cuál es la calidad de vida, cuáles son las necesidades y determina una sentencia de alimentos”, afirmó.
Además, los servicios de protección infantil y el enfoque interdisciplinario del Poder Judicial son esenciales para abordar situaciones de riesgo y vulnerabilidad. La Dra. Mana también destacó la importancia de escuchar a los niños y adolescentes en los procesos judiciales. “Los jueces de familia tienen la obligación de hacer participar a los niños en los procesos una vez que llegan a su conocimiento”, aseguró. Dicho contacto puede ser directo o indirecto, dependiendo de la edad y madurez del menor.
Abordaje de problemas complejos
Finalmente, Mana abordó el tema del consumo de sustancias y su impacto en la custodia y visitas de los menores. Subrayó la necesidad de trabajar coordinadamente con centros de adicciones y de garantizar que los niños estén bajo el cuidado de personas idóneas. “Si hay un progenitor que está alarmado, está poniendo en conocimiento al juez que existe un riesgo en esa posibilidad de contacto, solemos empezar los contactos en espacios abiertos frente a una comisaría, que brinde a la otra persona también una sensación de mayor seguridad”, explicó.
Y completó: “El niño tiene que estar bajo el cuidado de una persona idónea y la que cumpla con el mayor bienestar para su desarrollo psicofísico. Lo que se busca es apostar al mayor bienestar del niño, que va a ser colocarlo con la persona más idónea y que satisfaga el máximo del bienestar del niño”.
Según la jueza, la mayoría de los casos en las judicaturas de familia correspondieres al área Posadas y Garupá, se centran en la manutención de alimentos y homologaciones. Si bien muchas parejas logran acuerdos amistosos, existen situaciones donde se evidencia una contradicción o una evasión total de las obligaciones alimentarias.
En estos casos, la justicia interviene imponiendo medidas sancionatorias para asegurar el cumplimiento de estas obligaciones, que pueden incluir desde la inscripción en el registro de deudores morosos hasta la prohibición de salir del país o la suspensión de servicios como líneas telefónicas y la prohibición de ingreso a clubes.