Sofía Hut: un viaje de superación que transformó un error en una marca de lencería única

Sofía Hut, licenciada en Diseño de Indumentaria y Textil, transformó una crisis personal en la base de un emprendimiento que hoy destaca a nivel internacional. Su experiencia en México, vendiendo lencería en la playa, la llevó a redefinir su carrera y regresar a Argentina con mayor confianza y éxito. Ahora, Sofía continúa expandiendo su marca con seguridad y creatividad.

La historia de Sofía Hut, licenciada en Diseño de Indumentaria y Textil, comenzó con un error y una crisis personal que terminaron por darle forma a un emprendimiento que hoy resuena tanto en Argentina como en el exterior. Sofía, oriunda de Leandro N. Alem, cuenta cómo, desde su último año de secundaria, su pasión por el arte y la música la llevaron a decidirse por el diseño, un campo en el que podía explotar su creatividad y romper con las reglas establecidas.

La pandemia fue un momento decisivo para la joven alemense. Justo en su graduación, enfrentó una crisis que la hizo cuestionar sus planes futuros: Llegó él y me cambió todo, relata Sofía sobre cómo su vida dio un giro inesperado. Decidió probar suerte en México y llevó consigo la idea de vender lencería en la playa, un proyecto que parecía insólito pero que terminó siendo revelador.

Yo empaqué mi maleta toda la lencería que pude y dije voy a vender lencería en la playa en México, comenta Sofía. Contra todo pronóstico, el pequeño local rústico a orillas del mar fue un éxito. A partir de esa experiencia, Sofía comprendió la importancia de ofrecer productos diferentes, aunque controversiales. La gente es como que no se anima a consumir un producto que nunca antes han probado y que dicen y para qué lo voy a usar si es algo que no se ve, entonces es como buscarle la vuelta, explica.

Para Sofía, cada detalle cuenta. Desde la creación de las prendas hasta el momento del empaquetado, todo forma parte de la experiencia que quiere ofrecer a sus clientes. «Para mí el proceso de creación es muy importante hasta el momento del empaquetado, perfumar la prenda, porque más allá de una compra es una experiencia», asegura.

Tras regresar a Argentina, y con el apoyo de su familia, Sofía organizó su primer desfile de modas, un logro que marcó un antes y un después en su carrera:

“Cuando tuve que volver a Argentina, no les explico cómo fue meter mi año de vida en una valija para volverme. Me sentía desorientada, triste, deprimida, y como que había perdido el rumbo. Volví diciendo, ¿y ahora qué hago? No sabía si iba a seguir con mi carrera. Dije, a lo mejor me dedico a, no sé, hacer música y a ver qué onda. Y como que con la ayuda de mi familia, amigos, personas que realmente confiaron en mi talento y me quieren mucho, dijeron, no tires la toalla porque realmente lo que hiciste es hermoso y realmente podés llegar a donde vos quieras si le pones garra. Y así como volví, tardé meses en darme cuenta de eso. Estuve meses en la deriva, en ver qué hago, como mi vida en pausa. Y la verdad es una sensación muy fea. Es decir, todo sigue avanzando, todo se sigue moviendo con normalidad y yo estoy como estancada y no sé para dónde ir. Y fue ahí cuando mi familia me propuso organizar mi primer desfile de modas. Para mí era como un logro increíble. O sea, organizar yo un desfile. Nunca había hecho algo así. Y me acuerdo que lo organizamos en dos semanas. O sea, fue una locura. Y se logró, se pudo hacer”.

Hoy, Sofía se siente más segura y empoderada, dispuesta a enfrentar nuevos desafíos y a seguir creciendo con su marca, Sofía Hut: La verdad que no pensé que iba a llegar hasta donde estoy. Y sí te confieso que me siento como un poquito más empoderada que el año pasado. Que por ahí daba pasos con mucha duda, con mucho temor. De decir, esto no está al 100% perfecto. Yo soy una persona que soy muy autoexigente y perfeccionista. Y es como que hasta que el producto no está al 100, no lo puedo poner, no lo puedo exhibir. Porque es como que me da temor que llegue un cliente y me diga, no, ¿cómo podés vender una cosa así? Eso no está en condiciones. Y es como que todo el tiempo me estoy evaluando. Y como que ahora ya voy con más seguridad, más confianza. Porque sé que me han pasado cosas que me han hecho pulir determinadas actitudes o formas de trabajar. Y es como que ahora voy con más seguridad. Es como me decía una amiga, o sea, vos podés vender lo que sea. Pero lo importante es venderlo con seguridad. Porque la seguridad es lo que le da la confianza al cliente”.

 

 

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