La abogada especialista en Derecho de Familia, Florencia Collinet, explicó que la subrogación de vientres en Argentina carece de una regulación específica, lo que obliga a los interesados a solicitar autorización judicial. Aseguró que la práctica debe ser altruista y no lucrativa, y reveló que existen casos jurisprudenciales que la avalan en Misiones.
Collinet se refirió a la situación legal de la subrogación de vientres en Argentina. Explicó que esta técnica de reproducción asistida no cuenta con una regulación específica en el país, lo que genera un vacío legal.
La subrogación de vientres, conocida también como maternidad subrogada, permite que una gestante preste su cuerpo para llevar adelante un embarazo en beneficio de personas o parejas que no pueden tener hijos de manera natural.
Collinet subrayó que en Argentina, debido a la falta de una legislación concreta, quienes desean optar por esta práctica deben solicitar autorización judicial antes de iniciar el proceso. “Si bien hoy hay un vacío legal, no está legislado sobre el tema, entonces hay que hacerlo a través de los medios judiciales”, afirmó.
Según la letrada, esto implica que la justicia debe otorgar el permiso necesario para que el día de mañana el niño pueda ser entregado a sus padres intencionales sin conflictos legales.
La especialista detalló que la subrogación de vientres debe ser una acción altruista y no puede tener fines de lucro. Además, reveló que en la provincia de Misiones ya existen casos jurisprudenciales, como el fallo de una jueza de Jardín América, que avalan este tipo de gestación siempre y cuando se cumplan con los parámetros establecidos por la justicia.
“Es importante solicitar a la justicia para que esta dé el visto bueno y se pueda proceder con la subrogación. No se trata solo de alquilar un vientre, sino de todo un cuerpo que se pone a disposición para gestar una vida”, sostuvo Collinet. Dicho proceso debe ser llevado a cabo con el apoyo de un equipo interdisciplinario que evalúe las condiciones médicas y psicológicas de la gestante y los padres intencionales.
La entrevistada mencionó que aunque existen proyectos de ley en Argentina para regular la maternidad subrogada, ninguno se aprobó. “En el proyecto del Código Civil existía también la regulación, pero por temas de ética, moral y toda esa cuestión decidieron no hacerlo”, señaló.
De esta manera, la abogada hizo referencia a la adopción en Argentina, destacando las dificultades del proceso y cómo la subrogación de vientres puede ser una alternativa viable para muchas parejas. Inclusive informó que existen clínicas especializadas en prestar este servicio de reproducción humana asistida y muchas obras sociales cubren esta práctica entre sus servicios.
Asimismo, instó a las personas interesadas a consultar con profesionales y realizar los trámites correspondientes para asegurar que todo se realice de manera legal y transparente, pues actualmente en Argentina la ley establece que “la gestante es la mamá del niño”.
“Se solicita a la Justicia para que esto sea algo legal, para no cometer delitos y que se pueda inscribir el día de mañana -una vez que este niño o niña nazca- a nombre no de la persona gestante, sino de la persona que va a cuidar, va a paternar, se va a hacer cargo del niño o niña”, indicó.
Y completó: “Entonces resguardamos la persona del niño con sus antecedentes biológicos y sus antecedentes de vida, que van a estar en un expediente que el día de mañana eso va a tener acceso esta persona y va a poder ver sus antecedentes y saber quién es su mamá, quién es su papá, cómo fue concebido, quién prestó su vientre, su cuerpo para que pueda este niño o niña nacer”.
Para aquellos que no disponen de recursos económicos, cabe mencionar que en el Hospital Madariaga existe un equipo de Fertilización Asistida a cargo del Dr. Juan Carlos Hobecker que permite a personas sin obra social acceder a un tratamiento a fin de convertirse en madres o padres.
Para cerrar, Collinet recalcó: “Es importantísimo que la práctica del vientre subrogado se regule en el país porque deja abierto a que se caiga en la ilegalidad”.