El economista misionero Guillermo Knass afirmó que la inflación sigue siendo el principal obstáculo en Argentina. En esta línea, destacó la necesidad de un tipo de cambio competitivo para reactivar las exportaciones y avanzar hacia una recuperación de las industrias afectadas por la recesión.
En diálogo con Tres Miradas, Knass señaló que los tres problemas principales de la economía son la falta de crecimiento, el desempleo y la inflación -según la bibliografía mayormente aceptada de los estudiosos en la materia- los cuales están interrelacionados. “Está muy bien atacar la inflación, tiene su costo, pero la inflación es un problema. Y si lo seguís teniendo todo el resto se te va a complicar”, explicó.
Además, indicó que la emisión de dinero sin respaldo en bienes y servicios para resolver el problema fiscal del país, crea un desbalance que el mercado ajusta por cantidad o por precio y deviene en un irremediable aumento del valor de los productos.
Respecto a quiénes son los más afectados por la inflación, Knass aseguró que los más sufren son los asalariados. “La inflación es el impuesto más regresivo que hay porque va directamente al salario y lo deben soportar más, quienes menos tienen y el primero que lo disfruta es el Estado”. Y en el aparente otro lado de la vereda, se encuentran los comerciantes y empresarios que, según el economista, tampoco se benefician, porque si bien recargan los precios, sus costos se incrementan y en lugar de ocupar su tiempo en proyectar para hacer crecer su negocio deben “acortar su horizonte para defenderse”.
“Es muy importante que la Argentina tenga un dólar competitivo”
Según el magister en Administración, “la inflación es alta todavía” y el siguiente paso debería orientarse a la recuperación económica a través de un repunte de actividades en las fábricas que dejaron de funcionar o redujeron su producción durante la recesión. Luego, a largo plazo para alcanzar el crecimiento es nodal la apertura de nuevas fábricas.
En esta línea, el economista expresó su preocupación sobre la recuperación económica de Argentina, particularmente en relación con el tipo de cambio que actualmente no resulta competitivo. “No comparto por qué dejaron que se atrase así el dólar. Y creo que, si el dólar hubiese estado un poquito más alto, la recuperación por el lado de la exportación hubiese sido más rápida”, argumentó Knass.
Y completó: “Junio fue un mes en que los exportadores tendrían que haber liquidado y en junio el Banco Central terminó perdiendo reservas, porque los exportadores no vendieron su cosecha, porque bajó el precio internacional y por otro lado dicen ‘a ese dólar a mí no me conviene porque es muy barato’ y empieza a haber brecha, por lo que tienen que vender al oficial y comprar los insumos al contado con liqui. Obviamente que la ecuación no cierra”.
Knass puso de relieve que si bien bajar la inflación es importante, disponer de un tipo de cambio competitivo lo es aún más, ya que permitiría movilizar las exportaciones, conseguir dólares para reactivar las industrias nacionales y generar empleo.
La primera veta que tiene la Argentina para alcanzar una recuperación “tiene que venir del lado de exportaciones”, recalcó, indicando que esto traerá la divisa estadounidense al mercado interno y empieza el consumo.
Sin embargo, remarcó que a esta altura del año el país despachó la misma cantidad que en 2023 cuando hubo sequía, lo cual “quiere decir que hay un stock disponible que el Gobierno nacional no está sabiendo cómo darle un incentivo para acelerar un poquito” y consideró que tal vez el RIGI es el puntapié que instrumentará el desarrollo de sectores productivos estratégicos “para que de una vez por todas empiecen a entrar inversiones”, concluyó.
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