Los ataques yihadistas en el sureste de Irán, cerca de Pakistán, mataron a 20 miembros del personal de seguridad en Irán, informaron el jueves los medios estatales. El número de las bajas es casi tan grande como el de un ataque similar en diciembre.
Un violento enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad iraníes y un grupo yihadista dejó un saldo devastador en el sur de Irán, con más de 20 personas muertas, según informes estatales. El grupo Jaish al-Adl (Ejército de Justicia, en árabe) se atribuyó la responsabilidad del ataque a través de su canal Telegram.
Los hechos ocurrieron en la provincia de Sistán-Baluchistán, una región que fue testigo de disturbios durante años, involucrando a bandas de narcotraficantes, rebeldes de la minoría baluchi y extremistas musulmanes suníes.
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El vice-ministro del Interior, Majid Mirahmadi, confirmó que durante dos ataques nocturnos, cinco miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y de la policía murieron en una base de la Guardia en Rask, mientras que otros cinco perdieron la vida en un puesto de policía en Chabahar. Además, Mirahmadi señaló que “ninguno de los terroristas sobrevivió” al enfrentamiento.
Según las autoridades, el número de muertos podría aumentar ya que algunos miembros de las fuerzas de seguridad heridos en los ataques “no se encontraban en condiciones favorables”. Además, se indicó que los agresores parecían ser extranjeros, aunque no se han proporcionado más detalles al respecto.
Jaish al-Adl, el grupo yihadista detrás de los ataques, tiene su base en Pakistán y fue designado como una organización terrorista tanto por Irán como por Estados Unidos. Esta no es la primera vez que el grupo realiza acciones violentas en la región; anteriormente, reivindicaron un ataque en diciembre que cobró la vida de 11 agentes de policía en la ciudad de Rask.
En respuesta a esos ataques, Irán lanzó una serie de ataques con misiles y aviones no tripulados contra objetivos del Jaish al-Adl en la frontera con Pakistán. Esta escalada de violencia transfronteriza resultó en la muerte de al menos dos niños según Pakistán, mientras que los ataques de represalia de Pakistán dejaron al menos nueve personas muertas en Irán.
La región fronteriza de Baluchistán, dividida entre Irán y Pakistán, fue históricamente una zona de tensión debido a sus características porosas y a la presencia de grupos armados. Sistán-Baluchistán, en particular, es una provincia mayoritariamente suní en un país dominado por musulmanes chiítas.
Este último enfrentamiento refleja la continua inestabilidad en la región y plantea preocupaciones sobre la escalada de tensiones entre Irán y Pakistán, a pesar de los intentos anteriores de ambos países por aliviar las tensiones.
Atentado en Pakistán | Al menos 23 muertos y más de 20 heridos por un ataque a un edificio militarhttps://t.co/EbO2zkSjea
— misionesonline.net (@misionesonline) December 12, 2023
Fuente: Infobae.