La pandemia de COVID-19 marcó un antes y un después en diversas áreas de la vida cotidiana, incluida la atención de los profesionales de la Salud Mental. La licenciada en Psicología Silvina Zecler, contó su experiencia sobre cómo este periodo de crisis global impulsó cambios significativos en su área de trabajo, en consonancia con el surgimiento de nuevas herramientas de soporte emocional basadas en inteligencia artificial.
Durante la pandemia se produjo un incremento en la demanda en el área de Salud Mental, por lo que “al menos para quienes sosteníamos que era inviable este tipo de comunicación virtual, no tuvimos otra que empezar a atender con cámara o por teléfono”, reveló Zecler. Esta modificación, inicialmente forzada por las circunstancias, se mantuvo hasta la fecha, ya que, según su experiencia, “casi cuatro años más tarde sigo atendiendo virtual, mis pacientes no quisieron volver al consultorio”.
La introducción de la inteligencia artificial en el ámbito de la Salud Mental se volvió una innovación recurrente pospandemia. La licenciada colabora en una plataforma de contención emocional llamada CUX, que surge como respuesta a las crecientes necesidades de apoyo psicológico. La plataforma, que no busca reemplazar la atención humanizada ni ofrecer diagnósticos o tratamientos, representa un avance nodal en el acceso a la contención emocional. “No reemplaza, insisto, a la atención humana, no reemplaza al profesional. Lo que ayuda es que tiene atención las 24 horas”, enfatizó Zecler.
A pesar de las inquietudes sobre el potencial de la inteligencia artificial para reemplazar la labor de los psicólogos, la licenciada ve estas tecnologías como herramientas valiosas que “tienen una accesibilidad a una cantidad de personas inimaginable al mismo tiempo. Es impresionante la cantidad de consultas que recibimos de todo tipo y cómo esto muchas veces termina de contener una situación. Después, cada caso es un mundo, entonces habrá que ir viendo y de hecho la plataforma, llegado a un momento, dice ‘hasta acá llego, necesitás ir a un profesional que te siga guiando”, explicó la especialista.
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Respecto a los beneficios de la implementación de esta herramienta con IA a su área de trabajo, la psicóloga optó por la cautela, prefirió referirse a lo que ocasionó su uso a corto plazo: atención rápida a varias personas en simultáneo y económica.
“En la actualidad, lo que estamos observando es que mucha gente no puede acceder a ningún tratamiento humanizado, porque no tiene dinero, no tiene tiempo, o tiene algunas barreras todavía que esto le impide ir a consultar. Entonces, este tipo de plataformas lo que ofrece es atención rápida, concreta, a una cantidad de población tremenda, o sea, los profesionales tenemos un límite. Lo que hace este tipo de plataformas es poder contener determinada calidad de casos. Mucha gente que puede consultar, y todo el tiempo, además, o sea, no solamente mucha gente, sino, insisto, a cualquier hora del día”, ponderó.
No obstante, reconoció que los profesionales de la Salud evalúan el desempeño de CUX a fin de identificar qué casos son los más consultados y para qué situaciones no resulta tan apropiada.
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La pandemia, un punto de inflexión
Por otro lado, Zecler abordó el papel transformador de la pandemia en la percepción pública de la Salud Mental. “Creo que fue un punto de inflexión. Creo que los humanos entendimos que con una bacteria se paralizó el mundo literalmente. Vino a poner un poco de límite a nuestra omnipotencia, porque vamos muy rápido y hemos llegado a crear inteligencia artificial que va tantísimo más rápido que la inteligencia humana”, consideró.
Sin embargo, señaló que los cambios de la vida cotidiana en pandemia no fueron sostenidos en el tiempo en todos los aspectos. “Sobre todo en Argentina, lamentablemente, la coyuntura y lo urgente siempre nos tapa lo verdaderamente importante. Todo el tiempo tenemos que seguir trabajando, nos tenemos que cuidar. La salud mental es lo más importante porque sin salud mental no hay salud de ningún tipo; está absolutamente relacionada con la salud física y la salud física con la salud mental. Somos un todo”, explicó
Lo que sí se mantuvo es la libertad de hablar de lo que le pasa a cada uno y de sus emociones, sin rótulos, destacó.
Por último, dijo que la plataforma CUX se convirtió en una herramienta más de trabajo de los profesionales. “Me parece que tenemos que, como todo, adoptarlo-adaptarlo con cautela a nuestra vida con las limitaciones que tiene todo en la vida. Sobre todo, en estas cuestiones de salud mental, que son bien complejas y que no cualquiera puede tratarlas, que este es otro tema. Hay que tener mucho respeto, sobre todo cuando hablamos de patologías más complejas”, concluyó.
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— misionesonline.net (@misionesonline) March 18, 2024
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