“A nivel país, Misiones está por encima en la cantidad de superficie de áreas protegidas que posee”, destacó el director de la Fundación Vida Silvestre

Con el objetivo de afianzar la conservación del medio ambiente y la biodiversidad en  Misiones, la Fundación Vida Silvestre Argentina concretó la compra y donación simultánea de una propiedad de poco más de 28 hectáreas. Esta adquisición tiene como objetivo incorporar estas tierras al sistema de áreas protegidas de la región, específicamente al Parque Provincial Guardaparque Horacio Foerster. En este marco, Manuel Jaramillo, director general de la Fundación Vida Silvestre Argentina explicó la importancia de esta acción para la biodiversidad. 

La firma tuvo lugar la semana pasada, luego de que la Fundación Vida Silvestre Argentina compró la propiedad a su anterior propietaria, Sandra Correa, y la donó al Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables de Misiones. Esta donación se realizó bajo el compromiso de adhesión al Parque Provincial Guardaparque Horacio Foerster, en una muestra de colaboración entre organizaciones no gubernamentales y el gobierno provincial para la conservación del medio ambiente.

El gobernador Passalacqua firmó el documento que acredita el doble proceso de compra y donación por parte de la Fundación Vida Silvestre al Ministerio de Ecología

Jaramillo destacó la importancia de este paso en el compromiso de la organización con la conservación ambiental. Desde sus inicios, la Fundación promovió la creación y el manejo efectivo de áreas protegidas, así como el desarrollo sustentable en temas forestales y agroecológicos. En los últimos 15 años, la Fundación estuvo involucrada en la restauración de áreas ribereñas desmontadas, trabajando en colaboración con productores locales para recuperar la vegetación nativa.

«28 hectáreas en 5000 parece muy poco, pero cuando uno ve la importancia que tienen para la conectividad y para mejorar la forma y el parque porque son realmente relevantes», remarcó.

Las 28,4 hectáreas, ubicadas en Picada Suarez, en el municipio de Comandante Andresito, abarcan aproximadamente 13 hectáreas de bosque nativo en buen estado de conservación y 15 hectáreas cuyo suelo fue utilizado para actividades productivas, las cuales están en proceso de regeneración. Esta combinación de terrenos ofrece una oportunidad única para preservar y restaurar el ecosistema local, protegiendo la diversidad biológica y promoviendo prácticas sostenibles de uso de la tierra.

La adquisición y donación de estas 28 hectáreas representan un paso más en los esfuerzos de la Fundación por expandir el sistema de áreas protegidas en Misiones. Este proyecto se enmarca dentro de una visión más amplia de conservación, que incluye la protección del hábitat del yaguareté, una especie emblemática de la región y un indicador clave de la salud del ecosistema.

“A nivel país, Misiones está por encima en la cantidad de superficie de áreas protegidas con la que cuenta”, destacó.

Asimismo el director de la fundsción sostuvo que el trabajo colaborativo realizado con Parques Nacionales, investigadores del CONICET, la provincia y otras organizaciones para mejorar la situación de conservación en la región. En particular, resaltó el éxito en el aumento de la población de yaguaretés en la provincia de Misiones, resultado de años de esfuerzo conjunto en la protección de su hábitat y la prevención de la caza furtiva.

Respecto al proceso de compra de estas tierras detalló que se llevó a cabo una búsqueda de financiamiento para la adquisición, seguida de negociaciones con los propietarios y la comunidad local. Una vez completada la compra, la propiedad fue donada al Gobierno provincial, garantizando que permanezca bajo protección estatal y contribuya al sistema de áreas protegidas de la región.

En tanto, sobre el futuro de estas tierras, se incorporará a la gestión del Parque Provincial Guardaparque Horacio Foerster, donde se llevarán a cabo actividades de conservación y restauración del ecosistema. Asimismo la Fundación Vida Silvestre Argentina se comprometió a colaborar en la recuperación del bosque nativo en las áreas degradadas, facilitando la regeneración natural y promoviendo prácticas sostenibles de manejo del suelo.

De esta forma la adquisición y donación de estas 28 hectáreas representan un paso significativo en la conservación del medio ambiente en Misiones. Este proyecto refleja el compromiso de la Fundación Vida Silvestre Argentina y el Gobierno provincial con la protección de la biodiversidad y el manejo sostenible de los recursos naturales en la región. Con acciones concretas como esta, se espera garantizar un futuro más saludable y equilibrado para las generaciones venideras.

 

La Selva Misionera

 

La Selva Misionera, también conocida como el Bosque Atlántico, emerge como un santuario de biodiversidad en el corazón de Sudamérica. Esta ecorregión, compartida entre Argentina, Brasil y Paraguay, se destaca como uno de los tesoros naturales más importantes del continente, solo superado por la vasta exuberancia del Amazonas.

Conocida por albergar una riqueza incomparable de vida silvestre, la Selva Misionera se erige como el hogar de una asombrosa diversidad de especies. Cerca de 300 mamíferos, más de 1000 aves, más de 300 peces y una plétora de criaturas acuáticas vertebradas e invertebradas encuentran refugio en este hábitat excepcional.

Entre las joyas de su corona se encuentra el majestuoso yaguareté, una especie emblemática que se erige como símbolo de la conservación en la región. Además, la selva misionera alberga escenarios naturales de una belleza inigualable, como las mundialmente famosas Cataratas del Iguazú y los impresionantes Saltos del Moconá, que cautivan a visitantes de todo el mundo con su espectacularidad.

Sin embargo, la importancia de la Selva Misionera trasciende su valor estético y su biodiversidad única. Esta vasta extensión de selva tropical también proporciona servicios ecosistémicos esenciales que sostienen directamente la vida de las comunidades locales. Desde la provisión de agua limpia hasta la regulación del clima y la protección contra desastres naturales, los beneficios que brinda este ecosistema son invaluables para la subsistencia de quienes habitan en la región.

 

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