El miedo ha vuelto a apoderarse de los residentes de la localidad de Bernardo de Irigoyen luego de un nuevo asesinato con presunto trasfondo mafioso registrado el pasado jueves 8 de febrero. César Caytano, de 23 años, fue brutalmente asesinado a sangre fría, evocando tácticas propias de los sicarios asociados a Pablo Emilio Escobar Gaviria, líder del cartel de Medellín.
El trágico suceso tuvo lugar en la residencia de una pareja, donde tres individuos encapuchados ingresaron con el único propósito de segar la vida de César Alexander Caytano, según reveló una grabación de la cámara de seguridad del lugar.
Dos hipótesis divergentes rodean el motivo del crimen: la deuda pendiente o un ajuste de cuentas relacionado con el contrabando de vinos o cigarrillos en la frontera seca. Los familiares de la víctima inclinan la balanza hacia la primera opción, y las autoridades manejan ambas líneas de investigación.
En los últimos tres años, nueve personas han perdido la vida de manera similar en la región, la mayoría vinculadas a ajustes de cuentas con organizaciones al otro lado de la frontera, separada por una sola calle accesible a pie.
El abogado posadeño Federico Esquivel, fue aceptado como querellante particular y ha solicitado formalmente a la justicia la detención de personas locales relacionadas con el crimen. Destacó que no se trata de sicarios extranjeros, sino de individuos del entorno. La esposa del dueño de la casa donde ocurrió el crimen se encuentra detenida, mientras que el esposo, de apellido Olivera, está prófugo y es señalado como el presunto autor intelectual del homicidio.
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Esquivel, tras acceder al expediente, indicó que cuentan con pruebas sustanciales, incluyendo mensajes, audios, filmaciones, fotos y testigos, que señalan a Olivera como la mente detrás del crimen. La querella sostiene que se trata de un ajuste de cuentas, con atacantes conocidos de la víctima.
Además, los padres y el tío del joven asesinado han recibido amenazas de muerte, presumiblemente por personas vinculadas al crimen. La querella también alerta sobre la presencia de perros en el video del ataque, que no atacan a los asesinos, sugiriendo una relación previa entre los agresores y los animales.
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