La trama en torno al caso de Ariel Antonio Peña, el hombre desaparecido a fines de diciembre cuyos restos -presuntamente- carbonizados fueron descubiertos un mes después en un monte de Puerto Esperanza, toma un nuevo giro con el traslado de la investigación a la Justicia Federal.
Según informes recientes provenientes de fuentes consultadas por Misiones OnLine, un testigo ha aportado declaraciones que apuntan inequívocamente a la naturaleza del incidente como un secuestro extorsivo. Ante esta revelación, el juez civil Juan Francisco Vetter, quien estaba a cargo del caso por subrogación legal durante el receso de feria judicial, tomó la decisión de declarar la “incompetencia por razón de la materia”. Como resultado, el expediente ha sido remitido al Juzgado Federal de Eldorado.
La responsabilidad de la investigación ahora recae en el magistrado Miguel Ángel Guerrero, quien deberá decidir el curso futuro de la pesquisa. Sin embargo, cabe destacar que Guerrero tiene la facultad de rechazar su competencia en el caso.
En tal situación, un organismo judicial superior deberá intervenir para determinar bajo qué fuero se deberá continuar con el expediente.
Este cambio en la jurisdicción subraya la complejidad del caso de Ariel Antonio Peña, arrojando nuevas incógnitas sobre las circunstancias que rodean su desaparición y la posterior aparición de sus restos.
La Justicia Federal se prepara para examinar minuciosamente las pistas que apuntan al secuestro extorsivo, buscando arrojar luz sobre un misterio que ha mantenido en vilo a la zona norte de Misiones.
Atraparon al delincuente que asaltó en un kiosco de Posadas https://t.co/Up8cOqkyzR
— misionesonline.net (@misionesonline) February 1, 2024