Se estrenó en una jornada de prácticas con un auto de la Máxima y no desentonó. No tuvo la obligación de conseguir buenos tiempos, pero en cada salida a pista asombró con su rendimiento contra actuales pilotos titulares.
Este martes se convirtió en un día histórico para el automovilismo nacional ya que Franco Colapinto giró con el Williams FW 45 y después de 22 años un piloto de Argentina formó parte de un ensayo oficial de la Fórmula 1. El bonaerense de Pilar se subió por primera vez a un auto de la Máxima en el Rookie Test que se llevó a cabo en el circuito de Yas Marina en Abu Dhabi. Cumplió con el objetivo que le pidió el histórico equipo inglés que fue sumar aprendizaje y comenzar a adaptarse.
Lejos de vivir con presión el día más soñado en sus 20 años, Franco transitó todo con mucha felicidad. Desde la mañana se lo vio sonriente en el desayuno tomando un jugo de naranja o yendo hacia el circuito acompañado por su padre Aníbal y el periodista Felipe Mc Gough, quien proveyó de buena cantidad de fotos y videos de lo que iba pasando.
Ya en el box, la sonrisa siguió a pleno en el rostro de Franco y una vez que se subió al Williams número 46 (el mismo que identificó a Valentino Rossi), ya arriba del monoplaza debió aguardar uno minutos a que llegue el helicóptero médico al trazado, lo que retrasó la actividad.
Aparte de comenzar a ganar experiencia arriba de un auto de F1, el objetivo fue dar los 300 kilómetros necesarios para poder sacar la Superlicencia. El team inglés de Grove no le exigió tiempos, pero en su primera vuelta a plena velocidad con neumáticos medios se ubicó undécimo con un registro 1m28s475 a 2,2 segundos de la referencia que en ese momento fue el mexicano Sergio Checo Pérez con el Red Bull. Luego mejoró su tiempo y marcó 1m27s853.
Después de ingresar a boxes por una bandera roja, se bajó del auto por unos minutos en los que habló con uno de los ingenieros. Se lo vio muy concentrado y metido en su labor. También se lo notó sereno, como estuvo muy preparado para este momento. Fue el día en el que pudo plasmar tantas horas de ensayos en el simulador de F1 de Williams.
Luego de 26 giros llegó a ubicarse 10° en los registros con 1m27s258 y quedó a 1,5 del más veloz que siguió siendo Checo Pérez con 1m25s774. Después volvió a entrar en boxes, le recargaron combustible y otra vez los mecánicos metieron el coche en el garage. Tras los chequeos de rutina en el auto, le cambiaron los neumáticos y le pusieron los del compuesto blando.
Si bien estos ensayos tienen un tinte relajado y sin obligaciones para los novatos y experimentados, a esa altura Colapinto dejó atrás en la tabla a pilotos titulares en la F1 y con sobrado recorrido como Daniel Ricciardo (1m27s897 / Alpha Tauri), George Russell (1m28s817 / Mercedes), Guanyu Zhou (1m29s351 / Alfa Romeo), Alex Albon (1m29s541 con el otro Williams) y Lance Stroll (1m30s642 / Aston Martin).
Cumplidas 31 rondas, Franco volvió a los boxes para otro control en el coche y nuevamente salió a pista con gomas blandas. Se mantuvo prolijo en el circuito y ganando confianza en cada giro, algo que le permitió ir cada vez más fondo sobre el monoplaza de 1.000 caballos de potencia híbrida entre el motor de combustión Mercedes y el impulsor eléctrico.
Diez vueltas más tarde, Colapinto se ubicó en el 11° puesto con un crono de 1m27s.162 a 2,3 segundos del más rápido, Carlos Sainz con la Ferrari (1m24s799). Pese a no tener ninguna orden de Williams en cuanto a los registros, lo destacable de Franco es que no desentonó en su labor y siempre fue de menor a mayor: pasó del 1m28s a 1m27s y luego de 42 vueltas logró ubicarse octavo con un crono de 1m26s.832. Ese tiempo lo hubiese dejado 13º en la primera práctica libre del viernes en el GP de Abu Dhabi. Luego cayó un puesto con ese mismo crono y quedó noveno para terminar en el top ten entre 20 pilotos que giraron.
Finalmente cosechó los 300 kilómetros requeridos para poder sacar la Superlicencia y en cada salida a pista cumplió. Dio más de 65 vueltas, unos 350 kilómetros. Cuidó el auto, demostró una rápida adaptación y fue constante en lo tiempos. Tuvo una impronta y templanza arriba del coche como si contara con miles de kilómetros encima.
“Fue un momento único. Es el primer día que me subo a un Fórmula 1. Sentarte ahí, acelerar, poner los cambios, después frenar por primera vez, es una locura. La velocidad de curva. Son tantas cosas nuevas y tantas emociones que pasan por un momento como este. Tantas cosas qu epasa un piloto para llegar a este momento, no muchos tienen la posibilidad de subirse a un Fórmula 1″, declaró Franco en una nota posterior con ESPN. “Es lo que estuve soñando desde muy chico. Haber tenido este momento tan especial para cerrar el año es algo único y estoy agradecido con la gente que me viene apoyando hace años”, agregó.
La última vez que un argentino formó parte de un evento oficial de la F1 fue el domingo 15 de abril de 2001, cuando Gastón Mazzacane corrió el Gran Premio de San Marino y abandonó en el Autódromo Enzo y Dino Ferrari por la rotura del motor Acer del monoposto del equipo de Alain Prost.
Luego José María López probó un Minardi y más tarde integró el programa de desarrollo de pilotos de Renault F1 hasta 2006. Pechito hizo miles de kilómetros en los autos con los que Fernando Alonso fue bicampeón en 2005/2006. En octubre de 2007, otro cordobés, Ricardo Risatti, probó un Toyota como premio al haber ganado el título de la Fórmula 3 Española un año antes. Pero estos dos casos fueron en prácticas privadas de dichas escuderías.
Franco Colapinto debutó en la Fórmula 2: por qué abandonó la segunda carrera y su agenda con el equipo Williams de F1 https://t.co/XJecqumLiu
— misionesonline.net (@misionesonline) November 26, 2023
FUENTE: Infobae.