Preocupación por el aumento de intentos de estafas virtuales por ofertas de trabajo falsas

Ciberdelincuentes seducen a sus víctimas con cifras de más de medio millón de pesos por realizar simples tareas on-line. Antes de realizar los pagos solicitan una transferencia o descargar aplicaciones para acceder a los datos bancarios.

Con la tentadora promesa de dinero fácil, un nuevo método de estafa virtual no para de crecer en Argentina. Se trata de un engaño en el que las víctimas pueden llegar a perder no solo el control de sus cuentas en plataformas y redes sociales, sino también todos sus ahorros.

Esta original modalidad delictiva, importada de México, ya cobró sus primeras víctimas en nuestro país a través de una particular propuesta: una oferta de trabajo remoto recibida de manera personal en WhatsApp.

Desde TN Tecno pudimos observar diferentes versiones de esta trampa. De acuerdo a las denuncias de los propios usuarios en las redes sociales, la más común es la que promete un pago de entre 600 y 1000 pesos por darle like a un video en YouTube. Otros falsos trabajos pueden ser la escritura de reseñas, seguir perfiles en Instagram, o realizar comentarios en publicaciones.

Como funciona la estafa de falsa oferta laboral

El primer indicio de esta estafa es la recepción, sin motivo, de un mensaje de WhatsApp con una atractiva oferta laborar. Los ciberdelincuentes utilizan nombres de agencias o empresas de contratación conocidas para conseguir la confianza de sus víctimas.

El anzuelo, para que la gente caiga, son capturas de pantallas en las que muestran las operaciones y pagos realizados a otros supuestos participantes, quienes, según los estafadores, comenzaron ganando poco dinero hasta llegar a, en algunos casos, 200.000 pesos por día, y en otras oportunidades a la increíble cifra de 600.000 pesos diarios. Quienes aceptan estos trabajos, terminan pagando para recuperar el acceso a sus perfiles o con sus cuentas bancarias vacías.

El segundo paso, donde la estafa empieza a concretarse, es cuando, después de haber realizado el trabajo o las tareas acordadas, llega el momento de cobrar.

En esta etapa los delincuentes actúan con diferentes tácticas para hacerse con el control de las cuentas de sus víctimas, conseguir contraseñas y acceder a sus homebanking. Estos son algunos de los métodos utilizados:

  • En la más común de estas estafas, para empezar a cobrar, los delincuentes piden un depósito que sirve, según ellos, para habilitar el sistema de recompensas y, a la vez, seguir recibiendo tareas. Pero la realidad es que después de esa transferencia, y de haber recibido el dinero, los ciberestafadores se borran, bloquean a la víctima y ya no hay manera de recuperar el dinero.
  • Otra versión, que también fue ampliamente denunciada, consiste en solicitar al usuario que se baje una aplicación para pasar los datos de la cuenta a dónde recibirán los pagos. Esa supuesta app de cobro, requiere un código para funcionar, que los delincuentes solicitan a sus víctimas. Ese código no es más que un acceso remoto al dispositivo del usuario. Así, los ciberdelincuentes logran acceder a contraseñas y datos bancarios y consiguen vaciar las cuentas de sus víctimas.
  • Una variante de este fraude es la registración en un sitio web para poder inscribirse en el sistema y seguir la evolución de los trabajos, los pagos y los ingresos. Al completar un formulario con sus datos, las víctimas no hacen más que regalarle esa información a los delincuentes
  • En muchos casos, los ciberdelincuentes ofrecen un eventual pago en criptomonedas, que se van acumulando en una billetera virtual. Pero cuando el saldo de la cuenta disminuye o cae en negativo por la volatilidad del mercado cripto, se pide a la víctima equilibrarlo con depósitos para no perder las ganancias.
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Cómo detectar y evitar este tipo de estafa

  • Lo primero y principal para aprender a detectar este tipo de fraude virtual es prestar atención a los mensajes. Generalmente, están mal escritos y contienen errores de puntuación y gramaticales, productos de malas traducciones o estar redactados con fórmulas predeterminadas.
  • “Cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía”, dice el refrán. Es importante dudar de este tipo de propuestas que, por muy poco esfuerzo, prometen recompensas ridículas por miles de pesos.
  • Es fundamental no revelar información confidencial (datos bancarios, contraseñas, etc) por correo electrónico, redes sociales, mensajes de texto, llamadas telefónicas no solicitadas, ni compartirlas por ninguna aplicación.
  • Verificar siempre la dirección URL de los enlaces antes de hacer clic y no descargar aplicaciones de dudosa reputación. Existen diferentes apps que los delincuentes usan para tomar control de los dispositivos de sus víctimas y acceder a sus home bankings.


Fuente: Rodrigo Álvarez en TN

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