Misiones se prepara para participar en la COP28 que comienza el 30 de noviembre en Dubai

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) se llevará a cabo del 30 de noviembre al 12 de diciembre, y en este contexto, Silvia Kloster, subsecretaria de Gestión, Desarrollo Sostenible e Innovación, anticipó los preparativos y estrategias de Misiones para el evento el evento climatico más importante.

La funcionaria detalló que la provincia trabaja en una lista de proyectos, algunos de los cuales ya se avanzó desde el año pasado. Además, se apunta a establecer contactos, lo que les permitirá presentar nuevas propuestas en esta conferencia crucial.

Kloster enfatizó la importancia de que Misiones participe en el evento, especialmente en un momento en que los desafíos relacionados con el cambio climático son cada vez más evidentes. «La idea es que Misiones vaya a abordar este tema, que es bastante complicado, y que no podemos ignorar», afirmó.

«Estamos viendo la agenda, estamos trabajando en eso, no es una tarea fácil debido a los retrasos en la COP28 y los desafíos que enfrenta la región», añadió.

Además, destacó la importancia de prepararse para las tendencias globales y la necesidad de que Argentina se mantenga al tanto de estas tendencias y se prepare para acompañarlas.

Misiones se prepara para la COP28 con una agenda diversificada de propuestas, alianzas estratégicas, y el compromiso de enfrentar los desafíos del cambio climático con pasos firmes para el beneficio de sus ciudadanos y del planeta en su conjunto.

Desafíos de la COP 28

La próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) se acerca, y con ella, cuatro puntos fundamentales interconectados que dominarán las conversaciones. La COP28, que se celebrará del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Emiratos Árabes Unidos, abordará la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la transición lejos de las energías fósiles, el financiamiento de ayuda y la implementación del fondo de daños y pérdidas.

En 2015, en el Acuerdo de París, los países se comprometieron a limitar el aumento de la temperatura global idealmente a +1,5 ºC en comparación con la era preindustrial. Sin embargo, la trayectoria actual apunta a un aumento de temperatura de 2,7 ºC para el año 2100, lo que subraya la urgencia de la acción climática.

La neutralidad de carbono, prometida por más de 70 países para 2050 o 2060, ya no es suficiente. Por lo tanto, uno de los temas centrales será la negociación de la salida de las energías fósiles, que representan el 80% del consumo energético global y son la principal fuente de emisiones. A pesar de su importancia, esta salida no estaba contemplada en el Acuerdo de París de 2015.

La discusión sobre la fecha y el ritmo de esta transición, así como el enfoque en estrategias de captura de CO2, serán aspectos clave en la COP28. Aunque no se acordará una fecha para el abandono completo de los hidrocarburos, muchos países abogan por reducir significativamente el uso de combustibles sin tecnologías de captura o almacenamiento de carbono.

Además, se trazarán planes para reducir las emisiones en un 43% para 2030 en comparación con 2019, y se debatirá la posibilidad de limitar nuevos proyectos y recortar las subvenciones e inversiones en el sector de energías fósiles.

En paralelo, se explorarán estrategias para promover las energías bajas en carbono, como la expansión de las energías renovables, la mejora de la eficiencia energética y el impulso del hidrógeno verde. Sin embargo, existe una preocupación por la distribución desigual de estas inversiones, ya que la mayoría de los fondos han beneficiado a países desarrollados en lugar de naciones en desarrollo.

La cuestión de la financiación es crucial en las negociaciones climáticas. Los países ricos, históricamente responsables del calentamiento global, se comprometieron a proporcionar ayuda financiera y tecnológica a los países en desarrollo. Sin embargo, existen tensiones debido al incumplimiento de la promesa de entregar $100 mil millones anuales a los países en desarrollo, que debían alcanzar en 2020.

Este monto se considera insuficiente, y se estima que se necesitarán más de dos billones de dólares al año para financiar la adaptación al cambio climático y el desarrollo de las naciones vulnerables para 2030.

La COP28 también abordará la creación de un fondo de daños y pérdidas para ayudar a los países en desarrollo, particularmente vulnerables a los impactos del cambio climático. Sin embargo, las negociaciones están paralizadas en cuanto a los detalles de este fondo, su financiamiento y su alcance. Las decisiones sobre qué países se beneficiarán y cómo se estructurará el fondo son cuestiones pendientes que requieren un consenso.

En resumen, la COP28 en Dubái se presenta como una oportunidad crucial para abordar los desafíos interconectados del cambio climático, desde la reducción de emisiones y la transición energética hasta la financiación de ayuda y la implementación del fondo de daños y pérdidas. El mundo estará atento a las conversaciones en busca de un compromiso global significativo para abordar la crisis climática.

 

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