Con motivo de la conmoración este miércoles del Día de Todos los Santos, y el jueves el de los Fieles Difuntos, el cementerio La Piedad de Posadas estará abierto en un horario especial. Habrá además misas de réquiem en honor a los fallecidos. Cuáles son los orígenes de estas conmemoraciones.
El cementerio municipal La Piedad ampliará su horario de apertura, de 6:30 a 18:30, debido a la conmemoración del Día de Todos los Santos este miércoles y del Día de los Fieles Difuntos el jueves.
Además, el jueves se llevarán a cabo misas de réquiem en honor a los fallecidos. La primera comenzará a las 8:00, la segunda a las 10:00, la tercera a las 13:00, y la última a las 16:00.
A su vez, para estos dos días se dispuso que estará interrumpido el ingreso de vehículos al camposanto y se transformará en peatonal, para ordenar la presencia de los visitantes.
Por otro lado, se insta a los vecinos a reemplazar el agua de los floreros por arena húmeda para prevenir la proliferación del mosquito Aedes aegypti, que es el vector del dengue, zika, fiebre amarilla y chikungunya. Estos recipientes pueden convertirse en criaderos de este insecto, que transmite estas enfermedades.
Orígenes de la conmemoración
El 1 y 2 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos, respectivamente, en el contexto de la tradición cristiana, especialmente en la Iglesia Católica.
El 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, está dedicado a honrar a todos los santos que han vivido una vida ejemplar y han alcanzado la santidad. La celebración tiene sus orígenes en el siglo VII, cuando el Papa Bonifacio IV consagró el Panteón en Roma como una iglesia dedicada a la Virgen María y todos los mártires.
Inicialmente, la festividad se celebraba en mayo, pero en el siglo IX, el Papa Gregorio III la trasladó al 1 de noviembre, posiblemente para coincidir con festividades celtas y germánicas que se celebraban en la misma época.
El Día de Todos los Santos es un día de reconocimiento y agradecimiento por la vida ejemplar de aquellos que han alcanzado la santidad, y se caracteriza por la visita a tumbas, la asistencia a misas especiales y la veneración de santos reconocidos por la Iglesia.
En tanto, el 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos, se dedica a recordar y rezar por aquellos que han fallecido y aún se encuentran en proceso de purificación en el Purgatorio. Esta fecha se originó en el siglo X, cuando el abad Odilón de Cluny estableció el 2 de noviembre como un día especial para orar por las almas de los difuntos.
Durante el Día de los Fieles Difuntos es común visitar cementerios, encender velas y rezar por aquellos que han fallecido. La creencia es que las oraciones de los vivos pueden ayudar a las almas de los difuntos a encontrar paz y alcanzar la presencia de Dios.