Este domingo se cumplen 36 años desde que Thomas Sankara, fundador de Burkina Faso, fuera asesinado en el medio de un golpe de Estado que terminó por deshacer los avances logrados en su gobierno, incluyendo una ampliación de los derechos de las mujeres, una mayor alfabetización, y una reforma agraria. Sin embargo, el legado del apodado “Che Guevara africano” vive hasta nuestros días.
Thomas Sankara otorgó una luz de esperanza a su patria después de años ocultos en la oscuridad, pues durante su breve gobierno, demostró a nivel local e internacional el ejemplo de un proyecto de nación con base en la democracia, igualdad y autogobierno.
Thomas Isidore Noël Sankara nació el 21 de diciembre de 1949 en la Republica del Alto Volta, una colonia francesa. Si bien, en 1958, el protectorado logró su autonomía y obtuvo su independencia en 1960, en las prácticas políticas seguía una gran influencia de Francia.
Durante su infancia y juventud, Sankara experimentó algunos golpes de estado y observó la inestabilidad social por la lucha en el poder. Así que fue realizando un análisis de las causas de los disturbios a partir del recorrido por diversas partes del territorio junto con su padre. Después, viajó a Madagascar y entró en contacto con la teoría marxista, así como las posturas contra el neocolonialismo y el imperialismo. De ahí que participó en manifestaciones y huelgas en ese país.
En 1981 regresó a su tierra de origen y fue nombrado funcionario militar; sin embargo, solo duro seis meses en el cargo porque denunció las prácticas autoritarias y cuestionables del ejército. Luego, en 1983, cuando tenía solo 33 años, Sankara lideró un golpe de Estado junto con su compañero Blaise Campaoré, para deponer al entonces presidente de facto Jean-Baptiste Ouédraogo, servil a los intereses franceses.
Una vez establecido el gobierno revolucionario, inició una nueva era de esperanza y reivindicación de los derechos políticos económicos, sociales y educativos. El primer paso fue cambiar el nombre del territorio. Así, el 4 de agosto de 1984, pasó de ser Alto Volta, el nombre que se le fue otorgado bajo el poder de Francia, a Burkina Faso, una combinación de dos palabras en los idiomas yulá y mossi que significa “patria de los hombres íntegros”.
En su mandato, se estableció la austeridad y reducción de salarios entre funcionarios públicos. La periodista Paula Akugizibwe afirmó que Sankara “iba en bici al trabajo antes de pasar, por insistencia de su gabinete, a conducir un Renault 5, uno de los autos más baratos en Burkina Faso en aquella época. Vivía en una casita de ladrillo y solo vestía algodón producido, tejido y cosido en Burkina Faso”.
También se difundió una política de nacionalización, que establecía una reforma agraria, la cual se complementó con un programa de fertilización e irrigación a las tierras para que se produjera maíz, frijol y mijo. El objetivo de la iniciativa era obtener independencia económica y autosuficiencia alimentaria para evitar someterse a los intereses extranjeros.
Otro aspecto fundamental fue el papel relevante de la mujer. Por tal motivo, se fundó el Ministerio de la Mujer e impulsó su inclusión en cargos de la administración pública. De igual manera, hubo celebraciones por el Día de la Mujer, haciendo que los hombres realizaran las labores de ellas como medio de concientización sobre el importante papel femenino a nivel social. Además, prohibió la mutilación genital femenina, que representaba una grave violación de los derechos de la salud de las mujeres y niñas. Para Sankara, la emancipación de las mujeres representaba «una necesidad básica para el triunfo de la revolución».
En el ámbito de la salud, el gobierno de Sankara impulsó un programa de vacunación a gran escala para intentar erradicar la meningitis y la polio.
Por otro lado, fomentó el derecho a la educación por medio de la fundación de escuelas rurales a lo largo del país. El alcance fue importante, pues el escritor marroquí Antonio Lozano comentó en su libro El Caso Sankara, novela histórica del enigmático mandatario, que en un período de tan sólo un par de años la alfabetización paso del 12% al 36%. Asimismo, el plan educativo incluyó una sensibilización acerca del cuidado del medio ambiente. Gracias a ello, se organizó la campaña en contra de la desertificación, por lo cual se plantaron más de 10 millones de árboles en el territorio.
Las iniciativas revolucionarias provocaron un ambiente hostil contra su gobierno, sobre todo por los antiguos colonos franceses. Entonces se observaba que la sociedad se encontraba en medio de dos proyectos políticos: uno favor del contenido social, económico y político, otro a favor de reinstaurar la influencia francesa en el gobierno.
En este ambiente tenso, sucedió la tragedia el 15 octubre de 1987, cuando Thomas Sankara fue asesinado en el marco de un golpe de Estado realizado por Compaoré, quien tal vez recibió apoyo del presidente costamarfileño Félix Houphouët-Boigny. Mientras Compaoré negaba su vinculación en el proceso, revirtió completamente los programas e iniciativas de su predecesor, e impulsó diversas privatizaciones, relacionándose muy de cerca con los gobiernos de Francia y Costa de Marfil, cuyas empresas e intereses económicos terminaron por desvalijar al antes independiente y próspero país. En abril de 2022, Compaoré fue condenado a cadena perpetua por lo sucedido hace casi 40 años. Sin embargo, se encuentra en libertad en Costa de Marfil.
(Fuente: Comisión Nacional de los Derechos Humanos – México)
Argentinos y cubanos recuerdan el legado de Ernesto “Che” Guevara en el aniversario de su fallecimiento https://t.co/jPGRDnfdZ6
— misionesonline.net (@misionesonline) October 8, 2023