El pasado jueves, Misiones se convirtió nuevamente en la primera jurisdicción del país en aprobar su Presupuesto para el año entrante. Con un fuerte enfoque en salud y educación, la provincia se transforma en un espejo en donde se miran los argentinos para cambiar la realidad nacional. El bloque de Juntos por el Cambio, en sintonía con su accionar a nivel nacional, votó en contra de la ley más importante que garantiza la continuidad de las transformaciones en la tierra sin mal.
En el paradigma durkheimiano, los déficits de regulaciones jurídicas eran la causa de muchos conflictos sociales de la época de comienzos del capitalismo moderno, y en la medida en que las legislaciones públicas llenasen esos vacíos se alcanzaría una mayor armonía social. Émile Durkheim, considerado uno de los padres fundadores de la sociología como ciencia, no dejaba de señalar las dificultades del Estado para hacerse cargo de la descomposición de los tejidos sociales y observaba que tanto para las sociedades como para la justicia moderna una crisis económica, un golpe bursátil, incluso una quiebra, pueden desorganizar gravemente el cuerpo social.
El influyente filósofo y pedagogo francés sostenía que el acatamiento de las leyes y de los principios morales distaba de ser total y unánime y afirmaba que eran muchos los deberes éticos y las obligaciones legales que tenían pocas raíces “en el hombre ordinario”, tales como no querer pagar impuestos y defraudar al fisco.
En su concepción teórica, sostenía que era un error confundir “el tipo colectivo de una sociedad con el tipo medio de los individuos que la componen. El hombre medio es de una moralidad mediocre, en cambio, el tipo colectivo correspondía a lo que la sociedad produce como el ideal del deber ético o legal, al que nunca los individuos reales ajustan realmente sus comportamientos, pero que al coaccionar las conductas individuales y colectivas favorece la mayor armonía social, ya que atenúa el individualismo egoísta, fortalece la solidaridad y evita el dominio de los más fuertes sobre los más débiles.
Si bien en las relaciones entre los individuos y la sociedad Durkheim asignaba prioridad a la segunda en razón de la permanencia de los hechos sociales que condicionaban las formas de obrar, pensar y sentir de los primeros, en su perspectiva sociológica no dejó de señalar la importancia de las iniciativas de las personas que, asociándose en determinadas circunstancias, contribuían a modificar el funcionamiento de las sociedades. Así, un funcionario es una fuerza social, pero detenta al mismo tiempo un individuo. De ahí resulta que puede utilizar la energía social que, en un sentido determinado por su naturaleza individual, y así puede ejercer una influencia sobre la constitución de la sociedad.
Cuando Durkheim pensaba en los cambios sociales y económicos de su Francia natal distinguía etapas, a las que denominaba “formas de civilización”. Partía de “la agrícola, para pasar luego a la industria de las artes y oficios y al pequeño comercio, después a la manufactura, y por fin a la gran industria”. Sus reflexiones sobre el estado de anomia remitían a los enfrentamientos entre agentes con desiguales capacidades de acción o recursos para defender sus intereses, lo que acordaba ventajas objetivas a los económicamente más poderosos en sus relaciones con los trabajadores, los artesanos y los pequeños empresarios. Desde la óptica de las concepciones republicanas, las desigualdades socioeconómicas entre ciudadanos políticamente iguales suponían que debían existir legislaciones que regulasen sus relaciones para impedir las imposiciones de los más poderosos económicamente, lo que llevaba a permanentes situaciones de conflicto social.
Son varios los estudiosos de los procesos sociales y políticos que plantean la idea de que la política entró en crisis, en particular su componente de representación en los regímenes democráticos. El reconocido sociólogo español Manuel Castells afirma que esto hace parte de las contradicciones entre la formación de un mundo de redes y el poder de las identidades, esto es, “la contradicción entre el poder de la red y el Yo”.
Por otra parte, la práctica política y las relaciones de poder también se transformaron. Ahora, el poder entendido como la capacidad de modificar la voluntad de las personas se realiza, a decir de Castells, “construyendo significados a través de la creación de imágenes” que se llevan a cabo en el ámbito de las redes sociales (tanto virtuales como reales) apareciendo la “política mediática” pues “los mensajes, las organizaciones y los líderes que no tienen presencia mediática no existen para el público” y ante este escenario, solo aquellos que consiguen transmitir sus mensajes a los ciudadanos tienen la posibilidad de influir en sus decisiones de forma que los lleve a posiciones de poder en el Estado o a mantener su control en las instituciones políticas. Dicho esto, resulta fácil entender el poder y la influencia de las grandes corporaciones mediáticas en la política.
El Doctor en Comunicación e investigador del CONICET Luciano Elizalde sostiene en la obra “La gestión del disenso”, que el sistema de medios de comunicación se ha vuelto el “teatro de operaciones” del disenso y el “proveedor de los mecanismos” para el disenso violento o agresivo en el escenario público. Las situaciones de disenso, incluso aquellas en las que los jugadores usan la violencia física directa, son mediatizadas y sus resultados exhibidos y expandidos ante la opinión pública. Los medios de comunicación, y sobre todo los grandes medios concentrados de las corporaciones, funcionan como mecanismos de canalización y de realización de la violencia simbólica o de la agresividad social.
En este sentido, sostiene Elizalde, la cultura de masas necesita de motivos y activadores de interés, de mecanismos estresantes y las expresiones de violencia potencial o real son siempre gratificantes desde el punto de vista de las audiencias. Los propios jugadores del sistema político y de los sistemas subordinados (económico, social y cultural) utilizan la presión y la acción simbólica para afectar a sus rivales y adversarios.
En este contexto, el sistema de medios de comunicación gana al encender la atención de los espectadores, lectores y usuarios por medio de la exposición dramática del disenso violento; y algunos jugadores del sistema político y económico adquieren el acceso al escenario público para lograr presión psicológica sobre adversarios, enemigos, aliados y observadores.
Un Estado enfocado en el bienestar de su gente
En la sesión ordinaria del pasado jueves, Misiones se convirtió nuevamente en la primera provincia argentina en aprobar su presupuesto para el ejercicio 2024. De esta forma, el gobernador misionero electo Hugo Passalacqua iniciará su mandato el 10 de diciembre con la principal herramienta para la gestión, herramienta que aporta previsibilidad y gobernabilidad. Tal como lo había expresado el actual gobernador Oscar Herrera Ahuad en oportunidad de su remisión al Poder Legislativo, la ley de leyes se destaca por su fuerte contenido social haciendo foco en las áreas de salud pública, educación y desarrollo social. Las mismas representan cerca del 70% del monto total que se ubica en torno a los $1.281.779.259.000.
El proyecto de ley del Presupuesto 2024 llegó para ser tratado al recinto tras varias semanas de trabajo de la Comisión de Presupuesto de la Legislatura, en donde a lo largo de más de 40 reuniones han pasado los diferentes funcionarios de los ministerios, entes autárquicos, organismos de control y el Poder Judicial.
Luego de su aprobación, el presidente de la Cámara de Representantes, Ing. Carlos Rovira destacó en sus redes sociales que el presupuesto misionero fue el primero de país en ser aprobado. Al mismo tiempo, remarcó que se trata de una “muestra cabal de la solvencia y previsibilidad de las cuentas de los misioneros. El presupuesto familiar asegura salud y educación de calidad, principales bienes para presente y futuro, desarrollo de la economía del conocimiento y el Silicon Misiones como motor inductor del crecimiento sostenido de la provincia. Espejo donde se miran los argentinos para cambiar la realidad nacional”.
Por su parte, el diputado Lucas Romero Spinelli, presidente de la Comisión de Presupuesto, al momento de la presentación del proyecto manifestó que “lo que hacemos hoy es lo mismo que hacen las familias misioneras en sus hogares para saber cómo van a enfrentar sus compromisos y satisfacer sus necesidades”.
Romero Spinelli destacó que el Presupuesto 2024 es “la consecuencia de un trabajo constante y perseverante para llevar adelante una administración pública ordenada, seria y responsable”. En el mismo sentido, remarcó que al cabo de estos años “el Estado misionero emerge fuerte, sólido y previsible enfocado en el bienestar de su gente y respaldado por una política fiscal sana, sustentada en recursos propios, fiel al principio fundamental del no endeudamiento”.
En otro tramo de su alocución, sostuvo que la ley de leyes “viene a reafirmar el modelo político provincial sobre la base de políticas de Estado serias y responsables que redunden un aprovechamiento virtuoso de los recursos, un arraigo poblacional con un ingreso genuino para lo cual hemos atendido y seguiremos haciéndolo para los enormes desafíos que se nos presentan en distintas materias”.
El presupuesto misionero 2024 contempla inversiones en todos los establecimientos educativos de la provincia en materia de infraestructura, mobiliarios y elementos deportivos, entre otras cuestiones.
En cuanto a la educación, el diputado remarcó que “la inversión educativa también alcanza al Parque del Conocimiento, desde donde se promueve la ciencia, el arte y la cultura”.
En materia de salud, el presupuesto contempla distintas inversiones para la remodelación y readecuación de centros de atención primaria de la salud y obras de los hospitales de mediana complejidad. De esta forma, la provincia sigue demostrando estar a la vanguardia con un sistema de salud modelo de altísima calidad. Los indicadores así lo indican, Misiones ostenta las tasas más bajas de mortalidad infantil, mortalidad materna y mortalidad neonatal.
Asimismo, la provincia ya cuenta con un presupuesto orientado a acompañar a su gente, como también asistir, fortalecer y potenciar a todo el sector productivo. La solvencia y previsibilidad son dos aspectos distintivos que emergen del Proyecto Misionerista, un modelo político pensado y desarrollado con visión estratégica y que ha demostrado una enorme capacidad de resiliencia frente a las turbulencias creadas por factores externos que han generado devastadoras consecuencias en el entramado social del resto del país.
Como lo ha afirmado Carlos Rovira en oportunidad de la inauguración de la nave principal del Silicon Misiones, la provincia viene sentando las bases para el desarrollo de un Estado Inteligente que entrará en una nueva fase de desarrollo marcada por el crecimiento, ya no lineal sino exponencial. Tal es así que los misioneros pueden palpar de manera concreta en la realidad la materialización de las diferentes acciones llevadas adelante por el gobierno para convertir a la provincia en el hub económico de la Argentina. Claros ejemplos de ello son: el desarrollo y crecimiento de la industria del conocimiento; el desarrollo empresarial y tecnológico en torno al Parque Industrial y de la Innovación de Posadas; la reactivación del Puerto de Posadas que lo ubica como faro de referencia en materia de logística a nivel regional; la instrumentación de programas destinados al cuidado de la economía familiar y el fortalecimiento de la actividad comercial con los Ahora como nave insignia; la promoción y expansión del turismo que ubican a la provincia en el top de destinos a nivel nacional y regional.
Perdidos en un laberinto discursivo
La alianza de Juntos por el Cambio atraviesa el momento más crítico de su historia. A nivel nacional, el tratamiento en la Cámara de Diputados de la Nación de la modificación del Impuesto a las Ganancias que prevé la eliminación de la cuarta categoría ha dejado al espacio que lleva como candidata a la presidencia a Patricia Bullrich envuelto en un mar de contradicciones.
A contrario sensu del discurso del espacio, que defiende y promueve la quita de impuestos y denuncia la fuerte presión fiscal del Estado, la semana pasada votaron en contra de la eliminación del impuesto. Una medida beneficiará a, al menos, un millón de personas.
Con la excusa de que el proyecto girado por el ministro de Economía Sergio Massa persigue fines electoralistas, el bloque de cambiemita cumplió con la orden de la candidata Patricia Bullrich de votar en contra del alivio fiscal para un gran número de familias argentinas. Los diputados misioneros de Juntos por el Cambio Martín Arjol, Alfredo Schiavoni y Florencia Klipauka Lewtak, respetando al pie de la letra el mandato partidario, también votaron en contra del beneficio para los trabajadores.
A esta altura, ya no llama la atención puesto que anteriormente votaron en contra de la Ley de Presupuesto 2022, privando a la provincia de más de 96 mil millones de pesos para obras de infraestructura y programas de asistencia para el desarrollo productivo y para los sectores más vulnerables, y de la creación de la zona aduanera especial para Misiones.
Siguiendo la misma tónica, el jueves pasado, en ocasión de la votación de la Ley de Presupuesto 2024 de la provincia de Misiones, en una clara muestra de actitudes antidemocráticas y contrarias a garantizar la gobernabilidad, los diputados radicales, del PRO y de Activar, que conforman la alianza de Juntos por el Cambio en la provincia, votaron en contra del mismo.
Un presupuesto que, como hemos dicho anteriormente, tiene un fuerte contenido social y destina el 70% de las inversiones a la salud, la educación y el desarrollo social del millón trescientos mil misioneros.
De esta forma, la alianza opositora confirma que las directivas impartidas desde el país central están por encima de los intereses los ciudadanos de a pie que esperan que día a día que la clase dirigente le resuelva sus problemas y deje de privilegiar una agenda que sólo le interesa a la política.