El juez instructor de San Pedro, Ariel Belda Palomar, tomó la decisión de rechazar el pedido de excarcelación presentado por la defensa de dos policías imputados por “apremios y privación ilegítima de la libertad”. Este dictamen implica que los acusados continuarán bajo detención mientras se desarrolla el proceso judicial.
La determinación del juez se basa en la necesidad de obtener los resultados de diversas medidas que han sido ordenadas para esclarecer los hechos y determinar los pasos a seguir en la situación procesal de los agentes.
Según fuentes judiciales consultadas por Misiones Online, estas medidas incluyen la realización de un informe que establezca el perfil psicológico de los efectivos, pericias sobre sus armas reglamentarias y un análisis de la ropa secuestrada en el momento en que la víctima, un joven de 23 años, presentó la denuncia.
El magistrado a cargo de la causa está a la espera de los resultados de las pericias realizadas a las pistolas 9 milímetros pertenecientes a los uniformados. Además, se ha constatado en la denuncia que los policías habrían efectuado al menos dos disparos intimidatorios al liberar a la víctima.
Previamente, los agentes se habían negado a declarar ante el juez de Instrucción de San Pedro, Ariel Belda Palomar, y habían sido imputados provisionalmente por los delitos de “apremios y privación ilegítima de la libertad”.
El incidente en cuestión ocurrió el pasado 7 de agosto en la avenida Juan José Junes de Bernardo de Irigoyen. Según la denuncia presentada tanto en la Seccional local como en la Fiscalía de Instrucción de San Pedro, los dos agentes interceptaron al joven mientras caminaba por la vía pública y lo subieron a un vehículo policial.
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Posteriormente, se alega que los policías trasladaron al joven a las afueras de la ciudad, cerca de un basural, donde presuntamente llevaron a cabo actos de violencia física en su contra. Se sostiene que lo golpearon y rociaron con nafta, además de amenazar con prenderlo fuego. Tras estos supuestos actos de tortura, los efectivos habrían liberado al joven cerca de la Terminal de Ómnibus, advirtiéndole sobre consecuencias graves si decidía presentar una denuncia.
A pesar de las heridas sufridas, la víctima logró llegar a su hogar y posteriormente fue trasladada al hospital local para recibir atención médica. Después de un período de observación, decidió formalizar la denuncia en contra de los dos agentes, lo que dio inicio al proceso judicial que continúa su curso.