Luego de la devaluación y frente a las constantes subas del dólar, aumentaron fuertemente los costos de fertilizantes y otros insumos necesarios para la producción de té. Por esto, productores piden un dólar “por arriba de los $500” y susbidios para poder seguir trabajando.
Cristian Klingbeil- Com. Telefónica
Cristian Klingbeil, productor tealero e integrante de la COPROTÉ destacó la importancia de contar con un tipo de cambio que se adapte a los costos reales de producción, especialmente debido aumento en insumos como fertilizantes, repuestos y combustible. “Hoy en día las exportaciones se están realizando a un dólar que no refleja la realidad de nuestros costos”, aseguró.
Además, recordó que el sector tealero depende en gran medida de las exportaciones, representando entre el 92% y el 98% de la producción. Por lo tanto, contar con un dólar adecuado es esencial para mantener la competitividad en el mercado global. Al respecto Klingbeil indicó que, si bien es difícil indicar con certeza el valor justo que necesitan dado que los costos de producción se modifican constantemente, necesitan un dólar diferencial que esté por “arriba de los $500”.
Tal vez le interese leer:Sin avances en las negociaciones por el precio del té, productores insisten en “que se mantengan los 10 centavos de dólar”
Klingbeil manifestó que otros de los grandes pedidos que reclaman, tanto industriales como productores del sector tealero, es volver a contar con un subsidio para el fertilizante.
“Entendemos que con esta devaluación la situación es complicada y afecta al presupuesto también. Pero quisiéramos tener una reunión con el gobernador Oscar Herrera Ahuad, para ver si podemos conseguir fertilizantes subsidiados tal y como se entregó el año pasado, porque eso realmente nos ayudó mucho”, señaló.
En cuanto a la reunión de la Comisión Provincial del Té (COPROTÉ) sobre la fijación de precios, Klingbeil explicó que “en la última reunión no se logró consensuar un precio fijo debido a la complejidad de la situación económica actual”. Sin embargo, resaltó que están trabajando en lograr precios que beneficien a toda la cadena y no se conviertan en una perdida en medio de los vaivenes de dólar.
Según explicó Klingbeil, el inicio de la zafra se estipula para mediados de septiembre, pero señaló que la evolución del clima podría afectar este cronograma. Y aunque se mantiene la expectativa de un buen inicio de la temporada, también advirtió sobre posibles retrasos en la aplicación de fertilizantes justamente por la situación económica, lo que podría impactar en los rendimientos.