El sector bovino en Argentina procesó 7,3 millones de cabezas, una de las cifras más altas desde 2009, según un informe publicado por Rosgan en base a la Dirección Nacional de Comercio Agropecuario.
De acuerdo a los datos publicados por la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA), se faenaron 7.321.403 vacunos en lo que va del año en Argentina, cifra que resulta un 13% superior a la registrada durante el primer semestre del año pasado y las más alta desde el año 2009 cuando, producto de otra gran sequía, se llegó a faenar un total de 7.796.914 animales.
Sin embargo, a diferencia de aquel entonces la cantidad de kilos logrados por animal faenado resulta sustancialmente mayor, unos 226 kilos promedio por res en gancho este año contra 210 kilos en 2009, revela en su informe Rosgan.
“Si bien este año claramente se percibe el efecto de la sequía en una baja de los pesos medios de faena, la caída resulta sustancialmente menor a la registrada durante la seca anterior la cual se dio precisamente en un contexto de escasos incentivos para la producción”, señalaron además.
A su vez, aseguran que los feedlots fueron uno de los protagonistas en este importante crecimiento. “De no haber sido por la receptividad que mostraron los corrales durante los meses más críticos de salida de hacienda, las pérdidas en producción de carne hubiesen sido mayores”, sostuvo la entidad.
A diferencia del 2009, donde las salidas de esos animales recién se vieron plasmadas en la segunda mitad del año con una fenomenal oferta de 3,25 millones de animales; en lo que va de este año los feedlots llevan volcado al mercado un total de 2,45 millones de animales terminados. Medido como aporte a la faena, este número representa el 34% de la faena total, “un porcentaje que lejos de mostrar los altibajos de años anteriores, ha logrado estabilizarse e incluso aumentar ligeramente permitiendo amortiguar en cierto modo este tipo de adversidades climáticas”, aseguraron.
Cifras sobre las exportaciones
Proyecciones para el segundo semestre
Para el segundo semestre, la misma estacionalidad de salida que presentan los corrales lleva a proyectar una mayor oferta de hacienda terminada. En 2009, los feedlots pasaron de aportar el 29% de la faena total en el primer semestre al 39% durante la segunda mitad del año. Si bien este año el porcentaje aportado por el feedlot durante la primera mitad del año resulta mayor (34%), pareciera haber encontrado cierto límite al crecimiento.
Si observamos el Índice de Reposición, indicador que mide la cantidad de hacienda que ingresa al feedlot en relación a la que sale durante un mismo período, vemos claramente este adelantamiento de prácticamente un mes tanto en el llenado corrales como del inicio del vaciamiento, dando paso a partir de esta segunda mitad del año a una paulatina recomposición de las recrías a campo.
“En concreto, sistemas de producción más estabilizados en lo que refiere a ganancias de peso a campo, sumado a una buena articulación y manejo de los corrales, está permitiendo transitar esta postseca de manera más eficiente”, indicaron desde la entidad rosarina en su informe.
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