Miriam Zamudio, referente de Productores Independientes de Puerto Piray, afirmó que a través de la organización y el trabajo en conjunto, ltrabajan hace varios en adoptar prácticas agrícolas naturales y erradicar el uso de agrotóxicos. Asimismo, instan a la eliminación total de los agrotóxicos para preservar la salud y el cuidado del ambiente en la provincia.
Miriam Zamudio – República
¿Podrías contarnos más sobre cómo comenzó la lucha con los agroquímicos?
Empezamos a ver cómo aparecían animales silvestres como liebres, tortugas, víboras y aves, pero todos ellos parecían estar afectados, sin fuerza. Nos preguntamos qué estaba sucediendo y por qué venían del pinal, que estaba detrás de nuestras casas. Nos dimos cuenta de que el olor del aire traía consigo el uso excesivo de agroquímicos, especialmente del veneno llamado glifosato. Con el tiempo, nos dimos cuenta de que los niños del barrio y las personas mayores comenzaron a tener problemas respiratorios, muchos de ellos diagnosticados con asma y bronquiolitis. La situación se estaba agravando.
Con un grupo de mujeres comenzamos a organizarnos y luchar. Nuestros maridos estaban en otras provincias porque no había mano de obra aquí en Misiones. En esa época nace mi primer hijo, en el 96, él ahora tiene diagnosticado escloliosis y tuvo que operarse la columna. En esos tiempos, acá en la zona hicieron la tala rasa, como dicen las empresas, donde cortan todo lo que hay y empiezan a envenenar las tierras. Una vez que talan todo, retiran lo que hay arriba, empiezan a envenenar y más de dos o tres veces vuelven a pasar el veneno.
¿Qué hicieron al respecto?
Golpeamos las puertas de la Cámara de Diputados y convencimos a muchas instituciones para que nos apoyaran en la retirada de los pinos y el veneno que nos rodeaba. Después de un largo proceso, se aprobó una ley de compra-expropiación en 2013, pero recién en 2016 y 2017 nos entregaron las tierras. Estas tierras estaban en muy mal estado, contaminadas y parecían casi imposibles de cultivar. Sin embargo, nos unimos como cooperativa y comenzamos a trabajar con la ayuda de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT). Conseguimos maquinaria y empezamos a recuperar esas tierras maltratadas.
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¿Cómo trabajan sin químicos y agroquímicos? ¿Les llevó tiempo adaptarse a esta forma de producción?
Solo utilizamos métodos naturales e intentamos que las plantas crezcan de forma natural y utilizamos los mismos productos que generamos en nuestras producciones para enriquecer la tierra. Tratamos de ahuyentar a los insectos y no matarlos, permitiendo que se alimenten de lo que está en los bordes de las parcelas.
También aprendimos a preparar fertilizantes naturales. Al principio, no salía mucho, pero con el tiempo, las producciones comenzaron a mejorar y todo el ecosistema se revitalizó. Volvieron a aparecer animales silvestres, aves y diversas plantas en los bañados y humedales que antes habían desaparecido.
¿Qué opina sobre la eliminación total del glifosato?
Creo que es una decisión muy importante y necesaria. Actualmente, algunas empresas están utilizando otros agroquímicos más fuertes y descartando el uso del glifosato porque consideran que es suave. Sin embargo, estos nuevos venenos también son peligrosos y no queremos que se siga utilizando ningún tipo de agrotóxico en nuestra zona.
Además, estamos planificando una reunión para el 15 de julio, donde nos juntaremos con otras organizaciones de pequeños productores para debatir y pedir la eliminación total de los agrotóxicos en nuestra provincia. Esa es nuestra meta actual.
¿Han enfrentado críticas o incredulidad por parte de otras personas?
Siempre invitamos a visitar nuestra cooperativa y ver cómo trabajamos de manera natural. También les mostramos las maquinarias que utilizamos, ya que no todo se hace manualmente. Hay cosas que hacemos con las motoguadañas, con la rastra, con la azada, machete. No se usa ningún químico y sí tratamos de ir incorporando algunos repelentes para los insectos que vienen para la hormiga, por ejemplo, que tratamos también de convivir con ellas y tratamos de buscarle la vuelta. Queremos que vean los resultados y comprendan que es posible producir de forma sustentable y sin utilizar químicos.
¿Cómo se manejan con el tema de la demanda y los precios?
El día en que salimos a ofrecer, a hacer los verduras y a ofrecer alimentos sanos en bolsones. Salíamos con 5.000, 6.000 kilos de alimentos, vamos a las viviendas al borde de la ciudad y le pedimos a la gente que colabore con lo que tenga y es impresionante cómo nos llaman, los barrios quieren que vayamos con los alimentos y verduras. Hay muchísima demanda, y tratamos siempre de compartir con la sociedad, con la comunidad, porque en realidad salió del pueblo y que vaya otra vez al pueblo.
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— misionesonline.net (@misionesonline) June 21, 2023