Tensión por controles de la AFIP, Ministerio de Trabajo de Nación y Gendarmería Nacional en chacras de Andresito

Un operativo de control laboral desplegado en yerbales de la zona de Andresito provocó tensión con colonos y tareferos, quienes luego se autoconvocaron en el casco urbano de esa localidad en protesta por el trato recibido de parte de Gendarmería Nacional.

En una reciente intervención conjunta entre la Gendarmería Nacional y el Ministerio de Trabajo de la Nación, se llevó a cabo un operativo en una chacra ubicada en Comandante Andresito. Esta acción generó controversia y malestar entre los productores de yerba mate de la región, quienes expresaron su descontento con la situación actual.

 

El productor Melquisedec Martins, destacó que la cosecha de yerba se encuentra en una etapa avanzada, pero la escasez de mano de obra dificulta el proceso de recolección. Aseguró que el Ministerio de Trabajo de Nación, no brinda suficiente apoyo ni facilita las condiciones necesarias para llevar a cabo esta tarea fundamental.

 

El productor explicó que al entregar la yerba a la industria, los aportes personales de los trabajadores son descontados automáticamente por el Estado. Sin embargo, resaltó la necesidad de establecer un mecanismo más ágil y automatizado para regularizar la situación de aquellos empleados que se encuentran en situación informal.

 

Martins manifestó que los productores se indignaron por el trato recibido durante el operativo, afirmando que hubo invasión a la propiedad y un uso desmedido de la fuerza por parte de las autoridades. Lamentó que, a diferencia de otras situaciones que requieren una actuación más contundente, se utilice un enfoque «agresivo» hacia los trabajadores que están desempeñando su labor.

 

En relación a los reclamos y manifestaciones posteriores al operativo, se destacó la convocatoria realizada por los autoconvocados del sector. La plaza central del pueblo fue el punto de encuentro donde los productores expresaron su deseo de que se les permita «trabajar sin ser perseguidos y tratados peor que delincuentes».

 

Ante la pregunta sobre posibles soluciones, Martins mencionó la complejidad del problema. Explicó que el Estado exige el blanqueo de los trabajadores, pero también cobra los correspondientes aportes patronales. Reconoció la reticencia de algunos empleados a formalizarse debido a beneficios sociales o situaciones personales. Sugirió que el Estado debe buscar alternativas más sencillas y dejar de perseguir a quienes están generando impuestos y desarrollando la actividad productiva.

 

Respecto a los argumentos utilizados por las autoridades para justificar estos operativos, Martins señaló que en la mayoría de los casos no existen motivos suficientes para llevar a cabo estas intervenciones. En algunos casos, las cuadrillas de trabajo se encuentran completamente en regla, lo que cuestiona la actuación del Ministerio de Trabajo.

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