Desde el IFAI aseguran que los bioinsumos desarrollados para reemplazar el glifosato vienen mostrando resultados muy buenos

El presidente del IFAI remarcó que Misiones viene dando pasos concretos en su objetivo de reemplazar a los agroquímicos con bioinsumos, y que la ley sancionada ayer es otro hito en ese camino. Afirmó que todos los insumos naturales probados hasta ahora dieron resultados óptimos, incluido en bioherbicida que se propone como alternativa al glifosato.

En un esfuerzo por promover prácticas agrícolas sostenibles y proteger la salud de los agricultores y el medio ambiente, Misiones dio un paso significativo hacia la adopción de bioinsumos como alternativa a los agroquímicos tradicionales. La reciente aprobación de la ley de promoción al uso de bioinsumos establece un camino progresivo para reemplazar gradualmente los agroquímicos con productos naturales.

El químico más usado por el agro en todo el mundo es el glifosato, Misiones proyecta desterrarlo de sus unidades productivas y para eso cuenta con un herbicida natural desarrollado en la provincia.

La ley de promoción de bioinsumos que se aprobó ayer en la Legislatura establece una prohibición del uso de glifosato una vez que se cumpla un plazo de dos años. En entrevista con Misiones Online, el presidente del Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial (IFAI) Roque Gervasoni evitó referirse al tema como una prohibición sino como “un proceso de dos años a partir de la homologación de la ley para ir reemplazando definitivamente a todo producto químico o veneno que se esté utilizando en la provincia de Misiones”.

Remarcó que la Provincia cuenta con un herbicida natural desarrollado en Misiones que puede reemplazar al glifosato. “Estamos trabajando con un bioherbicida. Por ahí la ansiedad del productor es el rendimiento rápido. Tenemos que empezar a entender y a aprender que con los bioinsumos tenemos que manejarnos de otra manera. Son de alta efectividad pero tenemos que educarlos para la aplicación. Tenemos que educarlos para que se acostumbren. Hace un año y medio, lo vengo haciendo yo y hace más de dos años lo vienen haciendo Agricultura Familiar y el Ministerio del Agro”, indicó.

Gervasoni destacó además el rendimiento positivo que han obtenido con el uso de otros bioinsumos, como biofertilizantes y bioinsecticidas : “Hace más de un año ya he hecho más de 5.000 entregas individuales del kit completo de bioinsumos con semillas. La verdad que el rendimiento es muy bueno. Estamos hablando de una planta de lechuga que tiene 1.700 kilos y no es solamente una planta que se va hacia arriba, sino que es una planta robusta, de buen color, de buen gusto, de buen sabor”, afirmó.

El presidente del IFAI también mencionó los beneficios de los bioinsumos en la lucha contra plagas e insectos: “La aceleración de la floración en pepinos, en tomates, en sandía, en melón es del 70%. La recuperación del suelo y de las raíces de la planta también es excelente”, resaltó la capacidad de los bioinsumos para controlar plagas, como en el caso de las langostas en yerbales, donde se logró detener su avance mediante la creación de una barrera efectiva.

“Hemos tenido una prueba de fuego en enero de este año fue en Andresito con el bioinsecticida que fue crear una barrera contra la langosta que había invadido los yerbales en Andresito. Un poquito producto del mal manejo del suelo, esto de arar demasiado entre los linos de yerba deja sin vegetación y hace que las langostas suban a la planta. Llevamos más de 1.200 litros de producto y la verdad que anduvo fantástico. Hemos creado una barrera, hemos terminado con el avance de la langosta hacia otros yerbales”, dijo.

La preocupación por los efectos perjudiciales de los agroquímicos, tanto en la salud humana como en el medio ambiente, ha llevado a la búsqueda de alternativas más seguras y sostenibles.

Gervasoni señaló que los insecticidas químicos, como el CLAP, pueden tener consecuencias devastadoras para las abejas y otros polinizadores, fundamentales para el equilibrio de los ecosistemas. En contraste, los bioinsecticidas deshidratan a los insectos sin dañar las plantas ni el suelo, ya que están elaborados a base de jabones potásicos, siendo seguros para el consumo humano.

La ley recientemente aprobada en Misiones tiene como objetivo fomentar la investigación, el desarrollo y la producción de bioinsumos para el campo. Se están explorando diversas alternativas, como el uso de tricodermas para el control de enfermedades en los cultivos y la creación de fertilizantes a base de hongos beneficiosos para el desarrollo de las raíces.
Si bien algunos sectores han expresado preocupación sobre la falta de alternativas a los agroquímicos, Gervasoni afirmó que existen opciones viables y efectivas.

El uso de bioinsumos no solo contribuye a la protección del medio ambiente y la salud, sino que también puede generar beneficios económicos, ya que los costos de los bioinsumos son más accesibles para los productores locales en comparación con los agroquímicos. El Gobierno de Misiones está respaldando esta transición al proporcionar gratuitamente los bioinsumos necesarios a los agricultores, demostrando su compromiso con una agricultura sostenible y rentable.

El impulso hacia el uso de bioinsumos en Misiones se alinea con la tendencia global de promover prácticas agrícolas más respetuosas con el medio ambiente y la salud. Diversos países y comunidades están adoptando medidas similares para reducir la dependencia de los agroquímicos y fomentar la transición hacia la agroecología. Misiones, conocida por su rica biodiversidad y su compromiso con la producción sostenible, se posiciona como un referente en esta materia, liderando el camino hacia una agricultura más saludable y sustentable.

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