Actualizan el Protocolo de IVE: aunque se trate de adolescentes, no se requerirá consentimiento de padres y cónyuges y se elimina el período de reflexión

Se produjeron al menos cuatro cambios significativos en relación a las recomendaciones de la OMS para la IVE. Puntualmente se convoca a eliminar: periodos de espera o reflexión, consentimiento de padres, cónyuges o representantes legales (incluso en el caso de adolescentes y personas con discapacidad), autorizaciones administrativas por comités de ética, o recetas con requerimientos excepcionales, entre otras.

Se refirió al respecto la Psicóloga y especialista en Sexualidad y Terapias Sexuales, Camila Redes, quién en primer lugar consideró que atravezar por una Intervención Voluntaria de Embarazo (IVE) «No es fácil. Muchas veces se piensa que por ser voluntario no posee algún padecimiento psicológico, pero eso no es así. No es una elección fácil y no es una elección cotidiana».
Por este motivo, la profesional destacó que es importante que la persona gestante pueda atravezar este proceso, desde la elección hasta la interrupción y el duelo, acompañada de un psicólogo.
«Es importante reconocer que esta decisión implica un proceso de duelo, ya que toda elección conlleva pérdidas y ganancias. Además, existen aspectos físicos y emocionales que pueden generar secuelas y deben ser abordados adecuadamente» dijo Redes.

Una de las principales modificaciones introducidas en las actualizaciones del “Protocolo para la Atención Integral de las personas con derecho a la interrupción voluntaria y legal del embarazo (IVE/ILE)” busca garantizar la calidad de las prácticas y la disponibilidad de los mejores estándares de atención en todo el país; a la vez que se actualiza el texto de acuerdo a las “Directrices 2022 de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.

En ese sentido, se producen al menos cuatro cambios significativos en relación a las recomendaciones de la OMS. En primer lugar, las directrices son enfáticas en recomendar que se elimine la criminalización del aborto y se aborde en todos los casos desde una política sanitaria. A la vez, también se insta a que los países desistan de criminalizar efectivamente a las personas que interrumpen o ayudan a interrumpir un embarazo.

También se reconoce que tanto obstétricas como personal médico de todas las especialidades pueden participar en el proceso de acceso a abortos seguros si tienen el entrenamiento adecuado.

Por último, y en relación con los criterios de atención, se recomienda eliminar todos los requisitos que no resulten clínicamente necesarios para la seguridad de la práctica del aborto. Puntualmente se convoca a eliminar: periodos de espera o reflexión, consentimiento de padres, cónyuges o representantes legales (incluso en el caso de adolescentes y personas con discapacidad), autorizaciones administrativas por comités de ética, o recetas con requerimientos excepcionales, entre otras.

Por otro lado, se remueven barreras de acceso y se facilita la disponibilidad de la Anticoncepción Hormonal de Emergencia (AHE), que desde ahora será posible adquirirla en las farmacias sin necesidad de contar con una receta. Se trata de una estrategia avalada por las sociedades científicas de alcance internacional y recomendada por la OMS.

La AHE constituye un respaldo de urgencia y seguro con más del 90 por ciento de efectividad si se toma durante las primeras 12 horas luego de una relación sexual sin protección, o si falló el anticonceptivo o se usó de modo inadecuado, si se salió o rompió el preservativo, o luego de una relación sexual forzada. Aunque disminuye su efectividad, también se puede tomar hasta cinco días después de la relación sexual sin protección.

«Es importante destacar que este proceso se basa únicamente en el período voluntario de la persona gestante, lo que brinda la oportunidad de ejercer la elección de manera libre y autónoma» sostuvo la psicóloga, ya que si bien el proceso puede requerir intervención médica, el enfoque se centra en el respeto a la decisión de la persona, independientemente de su edad.

Asimismo, dijo que la cultura y los mandatos sociales también juegan un papel fundamental en este debate. La percepción de la interrupción voluntaria del embarazo varía según la sociedad en la que nos encontremos, «lo que implica que debemos cuestionar y desafiar los estigmas y la culpabilización asociada a esta elección». Es necesario promover un espacio de libre elección y expresión, respetando las decisiones individuales.

Por otra parte, enfatizó que «es importante cambiar el enfoque y considerar la maternidad desde una perspectiva de deseo y preparación», rompiendo con los mandatos sociales y políticos que rodean la maternidad, lo que permite separar las exigencias externas de lo que realmente significa la maternidad para cada persona gestante.

«Me imagino alguna exigencia como que la madre, por ejemplo, tiene que ser súper cariñosa, como la mujer que materna desde el cariño, del amor. Sin duda eso está involucrado en el proceso, pero también pueden haber momentos, en las que uno se encuentra por ahí desbordada y hay que entender que eso no hace una mala maternidad o una mala madre. Pero sobre todo es importante entender que la maternidad debe ser deseada» explicó.

Por esto, remarcó que es fundamental reconocer que la interrupción voluntaria del embarazo no define la valía de una persona ni impide que pueda ser madre en el futuro. La decisión de interrumpir un embarazo no debe ser motivo de juicio ni estigmatización.

«Lo importante es poder pensar que se abre un espacio de libre elección y a la libre expresión, ya que muchas veces se romantiza  el embarazo y la maternidad, como si fuera un proceso natural o un proceso que no involucra otros ámbitos, y sin embargo, eso nos atraviesa de lleno en todos nuestros ámbitos» dijo.

Consentimiento

Redes explicó que «Se quita el aval de la cabeza de los tutores, porque muchas veces los hijos vienen a cumplir las expectativas de los padres sin entonces poder darle la voz y el voto a estas personas gestantes, por más de que sean menores, me parece muy importante que decidan, porque comienzan a dejar de lado las expectativas de un otro».

Período de reflexión

En cuánto al período de espera, o de reflexión, que otorgaba a las personas gestantes  diez días hábiles entre la decisión y la administración del medicamento misoprostol, la psicóloga aseguró «a menudo se interpretaba como una forma de subestimar la importancia y el impacto de esta decisión» por lo que establecer un marco más cercano y sensible al momento y al deseo de la persona gestante responde a una demanda legítima, dijo.

Por otra parte, aclaró que si bien, luego de estas actualizaciones una niña de 13 años por ejemplo, podría decidir llevar a cabo un aborto, «la edad también juega un papel crucial, ya que no es lo mismo enfrentar un embarazo o interrupción en la etapa de la pubertad o en la adolescencia temprana que en la adultez. El impacto psicológico y fisiológico varía con dificultad, ya que el cuerpo y la mente atraviesan diferentes etapas de desarrollo. Además, se deben considerar los efectos físicos y emocionales que pueden surgir, así como la imagen corporal y los cambios en los proyectos de vida de la persona gestante».

Redes remarcó que «lo más importante es que la maternidad sea deseada. Independientemente de las incluso expectativas y aspiraciones de los demás, o de que la sociedad o los padres quieran que los hijos cumplan sus expectativas».

En conclusión, las nuevas actualizaciones en el Protocolo del IVE representan un avance hacia una sociedad que valora y respeta la autonomía de las personas gestantes. La posibilidad de elegir de manera informada y consciente, sin estigmatización ni juicio, es fundamental para garantizar una maternidad deseada y preparada. Esta evolución en el enfoque y la comprensión de la interrupción voluntaria del embarazo contribuye a la construcción de una sociedad más inclusiva y respetuosa.

«La construcción de nuestro propio camino es fundamental en este proceso. Es importante destacar que la interrupción voluntaria del embarazo no tiene que ser, no obstante, un hecho traumático. Podemos conciliar emociones diversas, como la culpa y el alivio, y encontrar nuestro propio equilibrio emocional más allá de las expectativas impuestas por otros. En este sentido, es crucial brindar apoyo psicológico a aquellas personas que elijan interrumpir voluntariamente su embarazo. Este acompañamiento no debe ser una opción, sino una prioridad. Los psicólogos, ayudar a la persona a comprender y fortalecer su superyó, su fuerza interna, y brindándoles la seguridad de que tienen la posibilidad de gestar en el futuro, si así lo desean, aunque lleven adelante una IVE que hoy es legal».

Tal vez te interese leer: Semana del Parto Respetado | Los cursos de Preparación para la Maternidad brindan herramientas para el parto

Por úlitmo, hizo hincapié en la Educación Sexual Integral (ESI), ya que sostuvo «juega un papel central en este tema». Es importante destacar la relevancia de abordar la sexualidad y las terapias sexuales como parte integral de la salud y el bienestar de las personas. Hablar abierta y libremente sobre estos temas permite tomar decisiones informadas y evitar situaciones no deseadas debido a la desinformación.

No obstante, Redes remarcó que «La libertad de elegir conlleva responsabilidades, y en el caso de la interrupción voluntaria del embarazo, esto implica seguir las indicaciones médicas, un acompañamiento psicológico y terapéutico», entre otrascuestiones. Al igual que la maternidad, cada elección requiere asumir responsabilidad.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas