Por qué la presa de Kajovka es clave para Crimea y cuáles son las consecuencias de su destrucción

El nivel del agua en Nueva Kajovka, ocupada hace más de 15 meses por Rusia, asciende a más de 10 metros. “La ciudad se está inundando, la avenida del Dniéper ya está bajo agua”, dijo el alcalde

La represa de Kajovka, que Kiev acusa a Moscú de haber destruido este martes, es una infraestructura clave del sur de Ucrania, que abastece de agua a la península de Crimea, anexionada por Rusia.

Tanto la represa como la central hidroeléctrica fueron tomadas por las tropas rusas al inicio de la invasión de Ucrania, lanzada el 24 de febrero de 2022.

La represa, sobre el río Dniéper y a 150 kilómetros de la central nuclear de Zaporizhzhia, se encuentra ahora en la línea de frente entre las regiones controladas por Moscú y el resto de Ucrania, justo cuando las tropas de Kiev no dejan de poner a prueba las defensas rusas de cara a una gran contraofensiva.

Las autoridades impuestas por Rusia en la localidad ucraniana de Nueva Kajovka declararon el estado de emergencia en la ciudad tras la ruptura de la estructura superior de la presa y la inundación parcial de la zona.

El nivel del agua en la localidad, ocupada hace más de 15 meses por Rusia, asciende ya a más de 10 metros, indicó el alcalde de la localidad impuesto por Moscú, Vladímir Leontiev. “El agua ha subido, sigue subiendo. Dentro de 72 horas, según las previsiones, bajará. La ciudad se está inundando, la avenida del Dniéper ya está bajo agua. Esto significa que el agua ha subido más de 10 metros”, dijo a los medios rusos Leontiev, según la agencia oficial TASS.

Las autoridades instaron a los habitantes de seis localidades cercanas a la dañada central hidroeléctrica de Nueva Kajovka a prepararse para ser evacuados en caso de necesidad después de que la presa quedara dañada por supuestos ataques ucranianos nocturnos. “Si es necesario, estamos listos para evacuar a los residentes de las aldeas costeras (del río Dniéper), se han preparado autobuses”, señaló el presidente del Gobierno de ocupación de Kherson, Andréi Alekseenko, en un mensaje de Telegram.

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De momento ha comenzado la evacuación de los habitantes de unas 300 viviendas, ubicadas a orillas del río Dniéper en Nueva Kajovka, donde, siempre según Leontiev, las fuerzas ucranianas siguen atacando la ciudad con misiles.

La central hidroeléctrica actualmente continúa en colapso y el agua se descarga “sin control”, dijo el alcalde a la televisión rusa.

Existe el temor de que las autoridades instaladas por los ocupantes rusos no sean capaces de organizar una evacuación a tiempo de la población que quede en la zona en ciudades como Nueva Kajovka, que ha resultado parcialmente inundada.

La destrucción de la represa podría causar importantes dificultades en el abastecimiento de agua de Crimea, un territorio que Kiev quiere recuperar.

El dique de la presa, hecho de hormigón y tierra, tiene 16 metros de altura y 3.273 metros de longitud. Es una de las mayores infraestructuras de este tipo en Ucrania. La potencia de la central hidroeléctrica es de 334,8 megavatios, según la operadora ucraniana, Ukrgidroenergo.

Construida en 1956 durante la época soviética, la represa hidroeléctrica de Kajovka permite enviar agua al canal de Crimea del Norte, que arranca en el sur de Ucrania y atraviesa toda la península de Crimea, ocupada y anexionada por Moscú desde 2014.

Río arriba de la estructura se encuentra el embalse de Kajovka, un depósito de agua artificial formado en el río Dniéper, de 240 km de largo y hasta 23 km de ancho.

 

Riesgo nuclear

“El nivel de agua del embalse de Kajovka está disminuyendo rápidamente, lo que representa una amenaza adicional a la central nuclear temporalmente ocupada”, comunicó el operador nuclear ucraniano, Energoatom, tras conocerse la rotura de la presa.

El agua procedente del embalse es necesaria para refrigerar los reactores de la planta de Zaporizhzhia y prevenir una fuga radioactiva. El embalse de la propia infraestructura está actualmente lleno y el nivel del agua es de 16,6 metros, suficiente para las necesidades de la central, estimó la empresa.

Olga Kosharna, experta ucraniana en energía nuclear, declaró a EFE que no hay peligro inmediato para la seguridad de la planta y añadió que el personal ucraniano de la misma podría recurrir a varios mecanismos de apoyo.

 

Consecuencias medioambientales y agrícolas

La destrucción de la planta hidroeléctrica amenaza con provocar un desastre ecológico en el sur del país, alertó el primer ministro Shmygal.

El impacto ecológico, incluida la erosión y contaminación de suelos y agua, son difíciles de estimar todavía pero serán probablemente “grandes” y se podrían sentir “más allá de las fronteras ucranianas”, dijo a la televisión ucraniana Mykhailo Yatsiuk, de la Academia Nacional de Ciencias Agrarias.

La destrucción de la presa va a afectar a todo el entorno agrícola, así como a las viviendas, en el sur seco ucraniano, por sus efectos adversos sobre un complejo sistema de regadíos que se basa en el embalse de Kajovka.

Se espera que afecte a las poblaciones de Kherson y Zaporizhzhia, así como a la ocupada Crimea y a los países que compran grano ucraniano.

“La agricultura es imposible sin los regadíos dadas las condiciones climáticas de esas regiones”, subrayó por su parte Tetiana Zavzharova, de la ONG medioambiental “Ecosense”.

 

Más destrucción de infraestructura

La destrucción de la presa y sus consecuencias es otro golpe a la infraestructura del país y a su sistema de aprovisionamiento energético en particular.

Además del amplio daño causado al embalse, la destrucción completa de la sala de máquinas de la planta hidroeléctrica de Kajovka fue confirmada por la operadora, Ukrgidrenergo.

Eso debilita aún más el sistema energético del país, que ha perdido más de la mitad de su capacidad de generación por la invasión rusa.

El incidente de este martes inundó varios pueblos total o parcialmente, según las autoridades ucranianas, que denunciaron “un crimen de guerra” de Rusia.

“El objetivo de los terroristas es evidente: crear obstáculos para las acciones ofensivas de las fuerzas armadas” ucranianas, estimó Mijailo Podoliak, consejero de la presidencia.

Las autoridades instaladas por Moscú en la región de Kherson, en el sur de Ucrania, acusaron por su lado a Kiev de haber llevado a cabo “múltiples ataques” en la represa.

Según Kiev, “unas 16.000 personas se encuentran en zona crítica”, amenazada de inundación, mientras que Moscú estimó que 14 localidades, en las que residen “más de 22.000 personas”, se encuentran en dicha situación, si bien el panorama está “enteramente bajo control”.

El pasado octubre, en un momento de intensos combates en la zona durante una exitosa contraofensiva de Kiev, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó a las tropas rusas de haber minado la represa y las unidades de la central.

 

 

FUENTE: Infobae.

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