Tenis | Tomás Etcheverry logró un triunfo histórico y se metió en los cuartos de final del Roland Garros

El argentino superó a Yoshihito Nishioka en sets corridos, sigue sin ceder parciales y está entre los ocho mejores. El oriundo de La Plata superó por 7-6 (8), 6-0 y 6-1 al japonés y se enfrentará al alemán Alexander Zverev en la próxima instancia.

Tomás Etcheverry (49°) soñó toda su vida con participar del cuadro principal de Roland Garros. Desde los primeros pasos que dio en su La Plata natal hasta los cientos de kilómetros que el auto de su familia sumó durante años para llevarlo a entrenar a academias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Siempre vio como objetivo el segundo Grand Slam del año. Tanto es así que a su perro lo nombró como el pionero de la aviación francesa. Y a sus 23 años está pudiendo cumplir el gran anhelo de su carrera: ser protagonista en un certamen de semejante envergadura, al punto tal que se aseguró estar entre los ocho mejores luego de haber derrotado a Yoshihito Nishioka (33°) por 7-6 (8), 6-0, 6-1 en 2h03m en los octavos de final.

Pocos jugadores han progresado tanto en el último año como Etcheverry. Desde la incorporación de Walter Grinovero, exentrenador de Francisco Cerúndolo, Facundo Bagnis, entre otros, a su equipo de trabajo, terminó de dar el paso que le faltaba.

Si bien ya era un jugador que estaba acostumbrado a grandes batallas, aún tenía como cuenta pendiente su rendimiento en los torneos ATP. De hecho, venía sumando consagraciones en los challengers.

Sin embargo, en el comienzo de este 2023 dio un salto de calidad: comenzó a sentir más la bola, empezó a apostar por acortar los puntos con mayor potencia en sus golpes (principalmente con la derecha) y siguió mejorando el saque, un punto clave en su juego y que empezó a aprovechar gracias a sus 196 centímetros. Y todo eso se está viendo reflejado en el polvo de ladrillo de Bois de Boulogne.

«No lo puedo creer. Es un sueño hecho realidad. Gracias a todos por el apoyo que me dieron estas semanas. También a mi familia que es muy importante poder compartir este momento con ellos y mi equipo. Ahora hay que prepararse para el próximo partido», comentó post partido.

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Un triunfo histórico

Sin perder sets en todo el torneo (solo él y Djokovic no cedieron mangas) y silbando bajito, el platense fue cincelando su obra maestra. Después de haber sabido batallar (y aguantar) una táctica incómoda del japonés, que consistía en dominar con su drive de zurdo profundo y pesado sobre su revés, el argentino se afianzó con su primer servicio (ganó el 86% con ese golpe) y empezó a distribuir de lado a lado. Luchó hasta lo último, levantó un set point y se llevó un épico tiebreak que no solo lo llenó de confianza, sino que desmoralizó por completo a su rival.

Desde entonces, Nishioka fue una sombra de lo que hizo en el primer set. Careció de movilidad, sintió una molestia en el aductor izquierdo y fue superado con mucha claridad por Etcheverry. De hecho, nunca encontró una respuesta ante la variedad de tiros del jugador de 23 años que nunca detuvo su marcha: castigó desde el fondo, sumó aces (10) y ganó 12 games al hilo. Y más allá de que le costó un poco cerrar el encuentro, logró respirar hondo y completar su cuarto triunfo en la capital francesa.

Etcheverry reivindicó la clase obrera del tenis: nunca le regalaron nada y supo sufrir para pasar -a su tiempo- cada etapa. Fue abriendo cada tranquera y superando cada obstáculo para llegar a los cuartos de final de Roland Garros, donde todas las luces eclipsan. Sin embargo, con su característica humildad sigue manteniendo los pies sobre el polvo de ladrillo. Eso sí, otra vez se volvió a preguntar ‘¿por qué no?’. Y es que quien sueña despierto, sueña más fuerte.

 

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Fuente: Olé