Un lector de Misiones Online envió un video en el que se muestra a él mismo mientras captura a un gran dorado de aproximadamente 4 kilos en la costa del río Paraná en plena costanera de Posadas. Tras la captura, el pescador devolvió el ejemplar al agua.
En un acto que ha generado admiración y respeto entre los amantes de la pesca deportiva y la conservación de la vida acuática, el pescador Matías Leguiza protagonizó una escena conmovedora al capturar un ejemplar de dorado en la costanera de Posadas y devolverlo posteriormente al río Paraná.
El impresionante ejemplar, que pesaba alrededor de 4 kilos, fue capturado por Leguiza en Posadas mientras disfrutaba de su pasión en uno de los puntos más concurridos de la ciudad. Sin embargo, en lugar de llevarlo a casa para presumir de su logro, el pescador tomó una decisión ejemplar.
Un testigo presencial capturó el momento en un breve video que rápidamente se hizo viral en las redes sociales. En las imágenes, se puede apreciar a Matías Leguiza sosteniendo orgulloso al majestuoso dorado, y en un gesto sorprendente, le da un beso antes de liberarlo suavemente en el río Paraná.
El dorado: tesoro del río Paraná
El dorado, también conocido como «tigre del río», es una especie de pez que habita en las aguas dulces de los ríos de Sudamérica. Su imponente aspecto, su fuerza y su valor deportivo lo convierten en uno de los peces más deseados por los pescadores de la región.
Con su cuerpo dorado y sus escamas brillantes, el dorado (Salminus brasiliensis) es considerado una joya de la fauna acuática. Puede alcanzar tamaños impresionantes, llegando a superar los 20 kilogramos de peso y los 120 centímetros de longitud. Su aspecto agresivo, con una mandíbula poderosa y dientes afilados, lo convierte en un depredador temido y respetado.
Este pez se encuentra principalmente en el río Paraná y en otros ríos de Sudamérica, como el río Paraguay y el río Uruguay. Su distribución abarca varios países, incluyendo Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil. Se le considera una especie migratoria, ya que realiza movimientos estacionales en busca de alimento y reproducción.
El dorado es conocido por ser un pez de hábitos voraces y agresivos. Se alimenta principalmente de peces, pero también puede incluir crustáceos, moluscos e incluso aves pequeñas que se aventuran cerca de la superficie del agua. Su técnica de caza consiste en emboscar a sus presas, utilizando su velocidad y agilidad para capturarlas.
Además de su valor como especie deportiva, el dorado también es apreciado por su carne, que se considera exquisita y de alta calidad. Sin embargo, debido a su popularidad entre los pescadores y la pesca comercial, el dorado ha sufrido una disminución significativa en sus poblaciones en algunas áreas.
La sobreexplotación, la degradación del hábitat y la construcción de represas son algunas de las amenazas que enfrenta esta especie. Como resultado, se han implementado regulaciones y medidas de conservación para proteger al dorado y promover su recuperación. La pesca deportiva responsable y la promoción de prácticas sostenibles se han convertido en herramientas fundamentales para preservar esta especie icónica.
Es importante destacar que el dorado desempeña un papel crucial en los ecosistemas acuáticos. Como depredador tope, ayuda a regular las poblaciones de otras especies y mantiene el equilibrio en las cadenas tróficas. Su conservación no solo es vital para su propia especie, sino también para la salud de los ríos y los ecosistemas en los que habita.
Afortunadamente, existen iniciativas y proyectos de conservación que buscan proteger al dorado y su hábitat. La educación ambiental, la promoción de prácticas de pesca sostenibles y la creación de áreas protegidas son algunas de las acciones que se están llevando a cabo para garantizar la supervivencia de esta especie emblemática.
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