Cristina Kirchner, tras el pedido de elevar a juicio la causa por el atentado con sólo tres acusados: “Me quieren presa o muerta”

Luego de que el fiscal federal Carlos Rívolo pidiera este lunes enviar a juicio oral y público la causa por el atentado contra Cristina Fernández de Kirchner, la vicepresidenta hizo público un texto en el que critica la decisión, reitera que "no hubo voluntad de investigar" y sentencia que la quieren "presa o muerta".

A través de sus redes sociales, la expresidenta compartió un artículo de su autoría titulado «A 40 años de democracia. El partido judicial y la consagración de la impunidad», en el que se refiere al pedido de Rívolo para dar por cerrada la investigación y llevar a juicio a Brenda Uliarte, Fernando Sabag Montiel y Gabriel Nicolás Carrizo.

 

La carta de Cristina Fernández de Kirchner

 

En el escrito, la vicepresidenta califica a la medida como «un nuevo acto de consagración de la impunidad» y afirma que «no hay práctica más clara para buscar la impunidad de causas complejas, que partirlas en pedacitos. Lo que queda no se investiga nunca más. Y Comodoro Py tiene un penoso historial en ese sentido».

«Lo dije una y mil veces: ni Capuchetti ni Rívolo quisieron investigar el intento de asesinato y ahora pretenden cerrar la investigación con una celeridad que nunca demostraron en ninguna causa», lanzó Cristina en referencia a los funcionarios que llevan adelante la investigación.

Acto seguido, la expresidenta sostiene que «Rívolo menciona las pruebas producidas en relación con la línea Millman, pero no dedica ni una sola palabra a sopesar su importancia para la causa. Ni siquiera menciona la reciente declaración de Ivana Bohdziewicz, ex asesora de Millman, en la que contó cómo la llevaron a borrar su celular a las oficinas de Patricia Bullrich , en Av. De Mayo».

«Curiosamente, este hecho es el único “olvido” de Rívolo al repasar los testimonios brindados en la causa. Como es de público conocimiento, todas las pruebas producidas en relación con la participación de Millman han resultado incriminatorias», prosigue el artículo.

Luego, la funcionaria advierte que «toda la investigación se caracterizó por evitar conocer la verdad» y que «está plagada de testigos que borraron sus teléfonos, prueba que se destruyó sin investigar sus causas y motivaciones, y un intento evidente y desesperado por evitar hallar la posible participación de terceros, financistas e instigadores».

«Todo ello, sin perjuicio de que en otra investigación inexplicablemente separada a la del atentado, hay pagos injustificados de la familia Caputo y posible lavado de dinero en torno a personajes relacionados con el atentado, junto a innumerables indicios pendientes de investigación que muestran un vínculo entre agrupaciones pseudo políticas violentas y los perpetradores del ataque», agrega.

Las pruebas perdidas

Por otra parte, Cristina dice que, respecto del imputado Carrizo, quien tiene mensajes tales como “ahora vamos a matar al jefe de la Cámpora” y hace constantes alusiones a un alto nivel de organización del atentado, «Rívolo considera que su única intervención fue otorgar un arma que no se usó».

Sobre este aspecto, la vicepresidenta considera: «Además, el fiscal no se expresa en lo más mínimo respecto al borrado del celular de Sabag Montiel, cuyo contenido se perdió el día del intento de asesinato con una intervención, cuanto menos, negligente de la jueza. Esto se vincula con que Rívolo no se expresa respecto de las medidas de prueba pendientes de producción, que hacen inadmisible elevar la causa a juicio».

«No se entiende cómo ni por qué Rívolo pretende clausurar una causa en pleno trámite, en la que, necesariamente, la responsabilidad de los autores materiales está atada a la de cualquier persona que haya colaborado desde “atrás”. Desde el primer día hasta hoy, las autoridades judiciales han puesto una traba tras otra para impedir que salga a la luz la verdad de lo ocurrido el 1 de septiembre de 2022», dice.

Por último, Cristina sostiene: «Como he dicho, para CFK no hay ni habrá justicia, ni como acusada ni como víctima. Me quieren presa o muerta».

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