La Defensoría de los derechos de niños, niñas y adolescentes de la provincia, lanzó una campaña para concientizar sobre la vulneración de los derechos

Rossana Franco, defensora de los derechos de niños, niñas y adolescentes de Misiones, destacó la importancia de trabajar en equipo y en conjunto con todas las instituciones relacionadas con la protección de estos derechos. Lanzó una campaña para involucrar a la sociedad y visibilizar los casos de vulneración de derechos, brindando información y capacitaciones sobre cómo realizar denuncias.

TM – Rossana Franco

¿Cómo está esa función de defender los derechos de los niños, niñas y adolescentes?

Rossana Franco: Sí, la verdad es que es una tarea compleja que venimos trabajando en equipo, articulando con todas las instituciones relacionadas con la ley de protección integral de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, que es la ley 26.061. Si bien el organismo de aplicación y desarrollo social somos parte de ese sistema de protección, hemos lanzado una campaña llamada «Unidos”, con el objetivo de involucrar a la sociedad y visibilizar los casos en los que se vulneran los derechos de los niños, niñas y adolescentes. 

Queremos que la sociedad conozca las herramientas para realizar denuncias, por lo que hemos establecido acuerdos con varias organizaciones de la comunidad, incluyendo comedores. Llevamos información, propuestas y capacitaciones para que se comprenda qué implican los derechos. 

También tenemos un programa llamado «Promotores de Derechos» que trabaja en las escuelas, brindando capacitación en el interior de nuestra provincia. Trabajamos con todos los actores de la comunidad relacionados con la protección de los derechos, promoviendo y garantizando siempre esos derechos. No solo la defensoría, sino toda la comunidad participa en reuniones con los actores, convocando a promotoras de salud, directores de hospitales, escuelas, policía y organizaciones de la comunidad. Buscamos trabajar de manera conjunta.

¿Siempre es un trabajo complejo la implementación de los derechos?

RF: Sí, es complejo. En nuestra provincia, tenemos veintidós hogares convivenciales, y es fundamental el monitoreo y control de estos hogares de acuerdo a nuestra ley 52, que es la ley de la defensoría. Trabajamos también con la justicia en casos de niños, niñas y adolescentes que están en hogares. 

Estamos implementando estrategias, y mencioné los hogares porque estamos trabajando en una propuesta interesante. Hay adolescentes que han decidido no ser adoptados, y eso también se respeta como parte de sus derechos. Si no quieren ser adoptados y desean seguir en el hogar, como Estado debemos garantizar que tengan las herramientas necesarias para su vida. Estamos organizando un proyecto junto a ellos para que elijan qué quieren ser. Estamos enfocados en brindar oficios y explorar otras acciones. Estamos trabajando con varias instituciones en este proyecto.

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¿Los hogares convivenciales y los hogares sustitutos serían una propuesta para reemplazar lo que menciona sobre los niños de 0 a 5 años?

RF: No, lo que digo es que trabajamos de manera conjunta. Hay niños que ya están en hogares, pero buscamos una familia para aquellos niños estén en familias a través del acogimiento familiar. 

En relación a los niños que no desean ser adoptados y quieren quedarse en el hogar, ¿esto implica una modificación de las leyes y decretos vigentes en el ministerio?

RF: No, no implica una modificación, ya que eso está contemplado en las reglamentaciones. Uno de los derechos fundamentales es que el niño sea escuchado. Siempre se respeta el interés superior del niño, basado en leyes internacionales.

¿Tiene esto que ver con no separarse de sus hermanos u otras decisiones?

RF: Son decisiones que se deben respetar. Además, siempre se busca que, cuando se adopte a un niño, se adopten también a sus hermanos para mantenerlos juntos.

A veces, los niños que están en hogares dependen de la decisión de la justicia para determinar su futuro, ya sea con una familia o mediante la reinserción en un oficio, ¿Estas decisiones suelen llevar tiempo?

RF: Sí, los tiempos son algo en lo que trabajamos de manera conjunta, ya que estamos hablando de personas, de niños, niñas y adolescentes que están en esos lugares esperando tener una familia. Sin embargo, también existe la otra cara de la moneda, donde algunos niños son adoptados y esa adopción se trunca. Me gustaría reflexionar sobre esto, ya que a veces se trunca debido a una perspectiva centrada en el adulto. 

Cuando un niño, niña o adolescente ingresa a una familia, se inicia una construcción familiar y un vínculo que, aunque ya haya dado los primeros pasos antes de la adopción, debe construirse conjuntamente. No se trata solo de que el niño se adapte a la familia. Esto a menudo no se comprende. Además, estos niños, niñas y adolescentes han pasado por situaciones de vulnerabilidad social, y a veces estas opciones fallan, y vuelven a los hogares. Cuando ocurren estos casos, desde la defensoría solicitamos que la familia adoptante siga aportando la cuota alimentaria.

En cuanto a los niños que deciden quedarse en el hogar, ¿a partir de qué edad se tiene en cuenta su opinión o decisión?

RF: A partir de su adolescencia, pero siempre se les escucha a los niños en todo momento. La escucha es fundamental.

En relación a la pobreza infantil, que actualmente alcanza el 60% a nivel país, ¿Cómo abordar esta situación en la que los derechos se ven vulnerados y los niños pueden encontrarse en situación de indigencia?

RF: Sí, he leído el informe y creo que es una situación compleja que estamos enfrentando en nuestro país. El acompañamiento de las instituciones es fundamental en todos los aspectos. En este contexto, la escuela juega un papel fundamental, al igual que todas las instituciones que trabajamos en base a la ley 26.061 de protección integral. Creo que es más importante que nunca trabajar de manera conjunta, involucrando a las organizaciones de la comunidad. 

Durante el lanzamiento de nuestra campaña «Yo también soy defensor», hemos trabajado mucho con comedores y merenderos. Creo que es necesario fortalecer esta labor y también reconocer el papel central de las madres, que desempeñan tareas comunitarias y emprendimientos. Es necesario abordar estas problemáticas de manera integral, considerando datos relevantes de encuestas y adoptando una perspectiva amplia.

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