3 Miradas | Irina Morillo: “El mayor aprendizaje que me dejó el cáncer es que uno puede salir de todo”

Irina Morillo es artista y coach ontológica, actualmente cuenta con un proyecto literario “El año del cometa”, un manual en el que describe la vivencia de haber transitado cáncer de mama, y dirige una escuela de música. En su paso por 3 Miradas, detalló cómo atravesó la enfermedad y cuáles son sus proyectos a corto y largo plazo.

Irina Morillo, pianista y coach ontológica, compartirá su historia de crecimiento personal y resiliencia en su próximo libro “El año del cometa”, proyecto que lo presentará próximamente en Europa. En ese sentido, Irina contó cómo su transición por un cáncer de mamá la llevó a ser la mujer que es hoy.

Su viaje ha sido uno de giros y vueltas. “Hace como 20 años comencé con la meditación y la búsqueda de mi mejor versión”, recordó. Sin embargo, la vida la llevó por otro camino cuando emprendió una carrera como coach ontológica hace cuatro años. 

El año pasado, Irina enfrentó el desafío del cáncer de mama. “Me sometí a dos cirugías y recibí radioterapia”, contó. Para navegar este período difícil y como herramienta para plasmar sus ideas y emocones, Irina recurrió a la escritura. “Escribí dos libros, uno es un método de coaching para superar conflictos y salir fortalecidos. El otro es un manual”. Si bien uno de sus libros ya está disponible en Amazon, Irina planea realizar conciertos para recaudar fondos para la publicación del segundo.

Irina Morillo

Irina Morillo también es música y amante del piano, práctica en la que ha estado enfocada últimamente. Cuando se le preguntó dónde centra su atención actualmente, Irina Morillo afirmó que “ahora mismo mi foco está en mi piano. He vuelto a él, y también quiero terminar mi manual porque planeo hacer una gira por Europa en agosto para presentar el libro y tocar el piano”, anticipó.

La música y la escritura, las herramientas de Irina Morillo para llegar a la gente

Respecto a lo que la motivó a escribir “El año del cometa”, se refirió a su interés por ayudar a la comunidad de la manera en que a ella le hubiera gustado recibir ayuda. En su momento, contó, “encontré soluciones muy técnicas y médicas, pero no pude encontrar a alguien que no cayera en el drama o simplemente ignorara y restara importancia a mis problemas”. 

Contó que transformó por completo su estilo de vida y rutina diaria, incorporando actividades como duchas frías, madrugadas para escribir y práctica de piano. Su compromiso y esfuerzo, señala, dieron como resultado una versión más fuerte y saludable de sí misma.

Irina Morillo

Reflexionando sobre su enfoque para establecer metas, Irina revela: “Tengo objetivos a largo plazo porque los necesito para mantener mi mente alejada de la enfermedad. Pero para lograr esas metas a largo plazo, también me fijo metas a corto plazo, de tres a cuatro meses por delante, me los impongo y me acerco a ellos con entusiasmo”, manifestó. Esto, a su vez, la ayuda a lidiar con los pensamientos negativos. 

Frente a su enfermedad, la realización más profunda de Irina Morillo fue aprender a superar su incredulidad. “No podía creer que tenía la enfermedad incluso después de dos cirugías y someterme a radioterapia”, confesó. “Pero la lección más grande que aprendí es que podes superar cualquier cosa. Tenes que esforzarte, nadie vendrá a rescatarte”, sostuvo.

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