En un reciente operativo, inspectores de la Municipalidad de General Pueyrredón llevaron a cabo la clausura de un supermercado ubicado en el barrio Punta Mogotes de Mar del Plata, tras descubrir múltiples violaciones a las normas de higiene.
Este hecho tuvo lugar después de que se viralizara un video en el que se observa a un gato dentro de la heladera de la fiambrería, comiendo uno de los jamones que eran vendidos a los clientes.
El local en cuestión, situado en la calle Puan al 1700, fue cerrado el pasado fin de semana por agentes municipales luego de encontrar una serie de irregularidades durante la inspección, según informó el sitio 0223.
Durante la visita de los auditores, se constató una falta generalizada de higiene y se observó la acumulación de charcos de agua debajo de la heladera de fiambres, donde se encontraban quesos, maníes, papas fritas y alimento balanceado sin el correspondiente permiso municipal.
Además, se descubrió que la fiambrería carecía de protección en la parte interna de su mostrador, lo cual representa un incumplimiento a las normativas establecidas por las autoridades municipales, según explicaron fuentes de la comuna citadas por el medio local.
En el área principal del autoservicio, donde se encuentran las cajas y el sector de vinos, se detectó un cableado expuesto que suponía un riesgo para el personal y los clientes del establecimiento.
La inspección del local se llevó a cabo a raíz de la difusión de un video grabado por un cliente, quien capturó el momento exacto en el que un gato ingresaba al mostrador de la fiambrería y, subido encima de uno de los embutidos, comenzaba a morder uno de los extremos de los jamones exhibidos para la venta al público.
Cabe destacar que el supermercado contaba con autorización municipal y estaba registrado en el Registro Provincial para la Comercialización de Bebidas Alcohólicas de la provincia de Buenos Aires, el cual tiene una vigencia anual. Sin embargo, debido a su incapacidad para cumplir con una serie de requisitos en términos de limpieza y seguridad, se procedió a su clausura.
Este episodio pone de manifiesto la importancia de mantener altos estándares de higiene y seguridad en los establecimientos comerciales, especialmente aquellos dedicados a la venta de alimentos. Las autoridades municipales reafirman su compromiso de garantizar la salud y el bienestar de los ciudadanos, llevando a cabo inspecciones regulares y aplicando las medidas necesarias para preservar la calidad de los productos ofrecidos y proteger a la comunidad en general.
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