Tras recibir el trasplante de corazón, la beba Emma Zippan ya está en Misiones: “Agradeceremos siempre a esa familia donante”

La historia de Emma Zippan, la beba trasplantada del corazón que regresó a Misiones luego de estar internada en Buenos Aires durante más de 6 meses, es una historia de amor y cuidado. Sus padres, Natalia Jara y Ariel Zippan, contaron a Misiones Online sobre los desafíos y los cuidados que han tenido que implementar para proteger la salud de su pequeña.

Natalia y Ariel contaron que llegaron a Posadas con Emma Zippan el sábado. “Vinimos ya en vuelo comercial porque Emmita ya no necesitaba una asistencia especial médica», dijo Natalia, y  agregó que pudieron ver a su hija disfrutar del viaje, “se divirtió mucho en el viaje. Venía observando todo».

Tras su llegada a Posadas, los familiares y amigos quieren ver a la bebé, pero los cuidados deben ser extremos, hasta el momento los únicos que ingresan a la casa son los hermanitos de Emma que tratan de llevar una vida normal asistiendo a la escuela y sus actividades varías pero, «siempre cuidamos la higiene. Cada uno que llega de la calle primero se baña, se cambia y después sí está autorizado para mimar a Emma. Los cuidados son los mismos que nosotros teníamos cuando estábamos en pandemia».

La historia del trasplante de Emma comenzó cuando tenía cuatro meses de edad, Natalia explicó que «ella venía haciendo una vida normal, pero a los tres meses y medio más o menos, agarró una bronquiolitis y ese cuadro fue el que nos hizo prestar un poco más de atención a algunos síntomas que ya tenía». Entre estos síntomas estaba el hecho de que Emma no podía tomar el pecho correctamente y vomitaba constantemente, lo que hizo que perdiera peso semana tras semana.

Fue gracias a la insistencia de sus padres y a la intervención de una pediatra que Emma fue derivada a un cardiólogo, y allí debieron comenzar un tratamiento, “que era una vez por semana, ella tenía que estar en terapia intensiva sí o sí», y recibir » la medicación y ver cómo evolucionaba. Cuando ya se hizo todo lo posible acá en Posadas, nos dijeron bueno, la vamos a derivar a un centro de más complejidad para realizar otro estudio».

Los médicos en Buenos Aires confirmaron que Emma necesitaba un trasplante de corazón, lo que comenzó una búsqueda intensa para encontrar un donante adecuado. Natalia y Ariel recordaron cómo entraron en lista de espera en el INCUCAI. Como la niña era tan pequeña y era muy difícil encontrar un corazón de su tamaño, los médicos les «informaron que Emma iba a recibir cualquier corazón, que ya no importaba si era compatible o no».

Finalmente, después de un mes en lista de espera, llegó la noticia de que había un corazón disponible para Emma. «El trasplante salió bien, para nosotros duró una eternidad. Pero fue exitoso».

 

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Durante el tiempo de interncaión de la familia en Buenos Aires, recibieron muchas colaboraciones por parte de amigos y familiares, quienes los ayudaron de manera económica y con el cuidado de los hermanitos de Emma que se habían quedado en Posadas, «más que nada le agradecemos a todo el mundo por sus oraciones. Sabemos que mucha gente la tuvo a Emmita en su oración y le agradecemos».

La familia también agradeció a la gestión IPS en el Hospital Italiano, que permitió que la bebé recibiera el tratamiento que necesitaba. Ariel dijo que «a ella no la quería recibir nadie en Buenos Aires y gracias a la gestión IPS en el Hospital Italiano dio el sí «.

La vida de Emma fue salvada gracias a un donante anónimo, Natalia y Ariel dijeron que el donante era un bebé un poco más grande que Emma, pero no sabían mucho más sobre él. La familia expresó su gratitud hacia la familia donante, diciendo que «siempre le agradecemos a esa familia  donante, a ese angelito, que salvó la vida de nuestra bebé”.

Los padres de Emma también alientan a otros a considerar la posibilidad de ser donantes, “hablar de donación pediátrica, ayuda mucho el que tiene dudas puede acercarse al Incucai, porque todavía hay mitos sobre la donación de órganos».

Ahora que Emma finalmente está de vuelta en casa, la familia está aprovechando cada momento junto a ella, «como ven es muy inquieta, quiere jugar todo el tiempo», dijo Natalia. «Ella ahora es muy feliz y sus hermanos la extrañaron tanto en su momento, cuando no estuvieron juntos y ahora sí, aprovechan todo el tiempo posible».

La familia de Emma también quiere agradecer a todas las personas que los ayudaron durante este difícil proceso, especialmente a la familia donante que permitió que Emma recibiera un nuevo corazón. «Agradecemos siempre a esa familia donante, que si algún día tenemos la posibilidad o que escuchen nuestro mensaje que sepan que salvaron la vida de una niña hermosa, radiante, llena de energía y muy amada».

La historia de Emma demuestra que, incluso en los momentos más difíciles, el amor y el apoyo de la familia y los amigos pueden hacer la diferencia. Y como dijo Natalia, «siempre estamos a disposición para contar nuestra experiencia y agradecer a todos por la difusión del caso, porque eso fue muy importante».

 

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