El puzzle del femicidio de la gendarme: los misterios que rodean al crimen que conmueve en Misiones

Más dudas que certezas, una prueba de parafina con resultado negativo en las manos de la víctima y del imputado, una carta manuscrita, un presunto vídeo de despedida, la posición del arma y un cúmulo de denuncias por violencia de género. Estas son las pruebas que rodean al crimen de la gendarme.

A Jésica Galeano (31) la asesinaron de un disparo en la cabeza, durante la madrugada y la mañana del pasado domingo 12 de marzo. Su cuerpo sin vida yacía en el asiento del acompañante de un Volkswagen Bora, estacionado en el frente de una vivienda en el este de la capital provincial.

En principio, todo parecía indicar que la integrante de la Gendarmería Nacional se había quitado la vida. Pero, con el correr de las horas se conoció la posición del arma y ello sembró la duda. El revólver calibre 9 milímetros – reglamentario de las fuerzas de seguridad – estaba al costado del cuerpo de la víctima, a su lado izquierdo, entre el freno de mano y ambos asientos delanteros.

Compañeros de la mujer en el puente San Roque González de Santa Cruz, donde prestaba servicios desde hacía algunos años, aseguraron que Galeano era diestra, dato que no coincidía con la posición del arma homicida.

Aquella noche se escuchó una detonación, parecía un disparo. Eso era. Un vecino de la calle 55B fue el primero que se presentó en el lugar del crimen ya que el ruido lo desveló de su sueño. Horacio Galeano (35) estaba allí, con sangre en sus brazos y ropas.

Llamó al 911, la policía llegó y lo entrevistó al concubino de la mujer, quien sostuvo en todo momento que la víctima se había suicidado luego de una presunta discusión. Pero su relato no cuadraba. Fue demorado.

femicidio de la gendarme en Misiones
Jesica Galeano junto a su pareja, Horacio Balbuena.

Según fuentes confiables con acceso al expediente judicial, los pesquisas fallaron en la custodia. Ensangrentado, le permitieron al sospechoso ir al baño de la vivienda. No fue su intención hacer sus necesidades, sino que aprovechó el descuido para lavarse brazos y manos con algún producto químico, quien sabe, que le sea eficaz para burlar la futura prueba de parafina.

Por orden del Juez Miguel Mattos, titular del Juzgado de Instrucción Siete de esta capital, el cuerpo de la mujer fue trasladado hacía la Morgue del Poder Judicial. El cuerpo médico forense realizó la autopsia. Una bala calibre 9 mm había ingresado por el costado derecho de la cabeza de la mujer. El arma estaba a su izquierda, como se había adelantado.

Tres días después, Balbuena fue trasladado por uniformados de la comisaría decimoprimera al Juzgado ubicado por calle Pedro Méndez casi avenida Uruguay. Lo bajaron del patrullero esposado y con el rostro cubierto con una remera.

Era su audiencia indagatoria. Designó abogado particular, es decir que él mismo pagaría los honorarios del profesional. Normalmente, en su primera vez frente al Juez, los sospechosos optan por guardar silencio, para que nada de lo que digan pueda utilizarse en su contra. A pesar de esa costumbre, el hombre decidió romper el silencio.

Se conocieron segmentos de su declaración ante el magistrado, pero en resumen, negó el hecho del cual se lo acusa. Mencionó una discusión y que luego la mujer se trasladó hasta el frente del domicilio, se sentó en el asiento del acompañante y se quitó la vida de un disparo en la sien. Aseguró que fue él quien llamó a la policía.

femicidio de la gendarme en Misiones
El pasado 5 de abril peritaron el auto donde fue hallada muerta Galeano.

El juez ya había avanzado con las investigaciones antes de recibir al acusado. Se conoció que el hombre tenía un cúmulo de denuncias por violencia de género contra sus ex parejas. Ahora estaba siendo sospechado de asesinar a su actual concubina y madre de su hija. Con lo que eso significa.

Mattos lo imputó por femicidio, la peor condena del Código Penal de nuestro país, reclusión o prisión perpetua en caso de ser hallado culpable en un futuro debate oral y público, lo que lo obligaría a pagar con cárcel al menos 35 años.

 

Parafina, carta y vídeo

La parafina es una de las diferentes prácticas utilizadas por la balística forense durante la investigación de residuos de disparo en la piel o en las prendas de vestir del sospechoso de haber disparado un arma de fuego. En simples palabras, un examen determinante para la investigación de un hecho.

Conocido este resultado, se descarta por completo el suicidio, ya que dio negativo en las manos de Jésica Galeano. La novedad es que también tuvo el mismo efecto la prueba practicada a Balbuena. Esto podría darse porque la absorción atómica se realizó varias horas después o bien porque el acusado se lavó las manos. La misma custodia policial habría afirmado esto último.

Jesica Galeano integró la Gendarmería Nacional por más de 10 años.

Para confirmar las sospechas, el Juez le denegó la excarcelación a Horacio Balbuena, exención de prisión presentada por su defensor. Oficialmente, la muerte de la mujer se investiga como femicidio y el acusado deberá aguardar el juicio en su contra privado de su libertad. Sería inminente la prisión preventiva.

En cuanto a la carta y el vídeo, la primera será analizada por peritos caligráficos y para la filmación se tendrá en cuenta la fecha en la que se habría grabado y su contenido. Pero ello según adelantaron, no tendría mucha incidencia porque formaría parte de la coartada del sospechoso.

 

¿Un crimen casi perfecto?

Lo que lo mantiene a Horacio Balbuena privado de su libertad y a un paso de que se ordenara  su traslado a un centro penitenciario son el cúmulo de denuncias por violencia de género que pesan en su contra.

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Estas, fueron radicadas por mujeres que habrían convivido con el ahora imputado y con las cuales mantuvo una relación de pareja. Incluso, testigos aseguran que Galeano también era maltratada por el padre de su niña, poco después de haber iniciado su relación en el 2019.

Para mí fue un femicidio, este hombre siempre fue violento, tiene antecedentes por violencia de género, por discutir y pelearse con compañeros de trabajo, es una persona violenta. Yo nunca acepte esa relación, siempre quise sacarla a mi hermana de su lado, pero lamentablemente ella estaba enamorada, no hubo forma de salvarla”, afirmó el hermano de la mujer en dialogo exclusivo con este medio.

Inclusive, mencionó que nunca quiso conocer a Balbuena porque cada vez que hablaba con su hermana por teléfono o videollamada, esta le confirmaba que era violentada por su pareja. “Nunca se me cruzó por la cabeza que ella se hubiere quitado la vida, por más problemas que tuviera”, cerró Fabián.

Hipotéticamente, Balbuena tenía planeado el asesinato y por esa razón logró burlar la prueba de parafina y limpiarse los restos de pólvora de su cuerpo. Armó una cortada que no parecía descabellada, mencionó una carta y un vídeo que podrían darlo como inocente pero no tuvo en cuenta un pequeño detalle, sus antecedentes penales.

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