Además de su participación en las sesiones del foro regional, el presidente mantendrá una reunión con el líder español Pedro Sánchez y Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, para encaminar una negociación que permita relanzar el acuerdo Mercosur-Unión Europea
Alberto Fernández ajustó hasta la madrugada el discurso de siete minutos que pronunciará hoy durante la primera sesión de la Cumbre Iberoamericana, un foro multilateral organizado por España para preservar su influencia geopolítica en la región. El presidente propondrá un reforma del sistema financiero internacional para aplacar los efectos económicos y sociales que el cambio climático y la guerra en Ucrania causan en América Latina.
Antes de su participación oficial en la cumbre, Alberto Fernández se reunirá con Pedro Sánchez -jefe del Gobierno español- y Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, para encontrar una salida política que permita exhumar el acuerdo Mercosur-Unión Europea (UE).
Europa lanzó un pacto verde que establece una conjunto de normas que complican las exportaciones de los países del Mercosur -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- rumbo al viejo continente. Esas normas que apuntan al cumplimiento del Acuerdo de París se transformaron en inesperadas barreras comerciales a los productos que se exportan desde el Mercosur a la UE.
Un ejemplo: el biodiesel de soja antes de la negociación del acuerdo Mercosur-UE tributaba un seis por ciento de las exportaciones netas. Y después del tratado anunciado durante el gobierno de Macri, ese tributo se redujo a cero. Pero ahora -como consecuencia del Pacto Verde- el biodiesel de soja ya no puede entrar a Europa.
Alberto Fernández planteará a Sánchez y Borrell que se revise la influencia económica del Pacto Verde y que se arbitren reformas anexas que permitan recuperar el espíritu del tratado comercial entre bloques que fue aprobado en julio de 2019. Sin esas reformas, el acuerdo Mercosur-Unión Europea quedará enterrado para siempre.
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Alberto Fernández considera que la agenda mundial está atravesada por los efectos económicos y financieros causados por la pandemia del COVID-19, la guerra en Ucrania y el Cambio Climático, y que la sucesión y concurrencia de estos tres factores globales profundizan la asimetría entre las naciones ricas y los países pobres o de medianos ingresos.
En este contexto, el jefe de Estado organizó la reunión con Sánchez y Borrell y redactó el discurso que pronunciará hoy en la apertura de la Cumbre Iberoamericana. Cuando ya era madrugada en Santo Domingo, junto al canciller Santiago Cafiero, Alberto Fernández se refugió en su suite del hotel Embajador para ajustar los detalles de su presentación ante el foro regional.
El discurso presidencial sintetiza las presentaciones de Cafiero y Sergio Massa en la Cumbre del G20 de la India. El canciller explicó en Delhi que el cambio climático ya no significa únicamente preservar a la naturaleza, sino que además es necesario encontrar una solución económica y financiera al daño que causa entre los países emergentes.
Y en la misma línea argumental, el ministro de Economía sostuvo en Bengaluru que el cambio climático ocasionó una sequía histórica en la Argentina que implicó una perdida de 15.000 millones de dólares en exportaciones. Este daño económico fue la tesis que utilizó Massa para lograr que el FMI modifique la meta de reservas del Banco Central para el 2023.
Desde esta perspectiva, Alberto Fernández planteará en el foro regional que es indispensable reformular la arquitectura del sistema financiero para contener las consecuencias económicas del cambio climático, tras el COVID-19 y la situación de status quo que exhibe la guerra en Ucrania.
“Ya hubo una respuesta del FMI ante la crisis causada por la pandemia del COVID-19, y ahora se necesita una nueva respuesta frente al cambio climático. Nosotros lo vemos con la sequía, y eso es lo que va a plantear el presidente durante su discurso en la Cumbre”, adelantó Cafiero.
La agenda multilateral de Alberto Fernández esta centrada en ese planteo estratégico y no tiene intenciones de correrse un milímetro de la hoja de ruta diseñada para Santo Domingo. Durante la cena oficial de la Cumbre se cruzó con Gullermo Lasso -presidente de Ecuador-, y le dio la mano con frialdad y sin hacer comentarios.
El jefe de Estado optó por una tregua táctica para evitar que haya una nueva escalada diplomática como consecuencia de la fuga de la exministra María de los Ángeles Duarte. Sólo si Lasso trae el tema a la cumbre, Alberto Fernández contestará de manera simétrica.
Mientras tanto, el presidente aguarda que lleguen noticias desde Washington. La Casa Blanca debe confirmar oficialmente su cónclave con Joseph Biden, y eso ocurría hoy a la tarde.
Alberto Fernández define la agenda en EEUU mientras espera que Joe Biden oficialice la reunión bilateralhttps://t.co/lFcqW4SjGf
— misionesonline.net (@misionesonline) March 25, 2023
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