Brasileños desarrollan un sistema de cultivo de yerba mate en semi-hidroponia que produce hasta 90 toneladas anuales de hoja verde por hectárea

Se trata de un sistema desarrollado por el Embrapa (algo así como el INTA de Brasil) que permite hasta 10 cosechas en 18 meses. Se cosechan hojas tiernas que no son aptas para la elaboración de yerba mate tradicional pero –aseguran- tienen contenido muy alto de cafeína y antioxidantes.

Un nuevo sistema de cultivo de yerba mate, desarrollado por Embrapa Florestas (PR), permite hasta diez cosechas en 18 meses, o sea, nueve más que las tradicionalmente utilizadas en el cultivo, que es sólo una en el mismo período. Denominado “Cevad-estufa”, también tiene potencial para el desarrollo de nuevos productos, principalmente diferentes tipos de tés a partir de hojas jóvenes de plantas, cultivadas en canales dentro de invernaderos, como pequeños arbustos.

Según información de Embrapa, el sistema aún necesita ser validado con los agricultores, pero los resultados son prometedores. Aclararon que el producto obtenido está más bien orientado al mercado de tés en tanto la yerba obtenida no sería la más adecuada para industrializarla del modo habitual para la elaboración de yerba mate.

Según el investigador Ivar Wendling, el objetivo del Cevad-estufa es cosechar hojas jóvenes no maduras, que son las que habitualmente se utilizan para la elaboración tradicional de yerba mate.

Así como el té verde es obtenido a partir de una elaboración diferente de la misma hoja que se utiliza para elaborar té negro, este nuevo tipo de yerba está pensada para un producto terminado diferente a la yerba mate tradicional, algo así como un equivalente en yerba mate del té verde.

Con esto, será posible procesar de manera similar a las hojas de yerba mate (Ilex paraguariensis) y generar tés con distintos sabores y mayores concentraciones de cafeína y antioxidantes. Eso también se puede potenciar con el uso de cultivares mejorados de yerba mate, que deberían ser lanzados por Embrapa Florestas en los próximos tres años.

 

Alta productividad

En este nuevo sistema, las plantas se colocan en un invernadero, dispuestas en hileras, en lechos elevados que contienen arena debidamente preparada para este fin. El espacio entre ellos es de 15 cm x 15 cm, y las plantas alcanzan de 15 cm a 30 cm de altura.

Cada 30 a 90 días aparecen nuevos brotes, que pueden ser cosechados para la preparación de tés o para la extracción de compuestos como la cafeína y los antioxidantes, por ejemplo, que se encuentran en mayor concentración en las hojas tiernas.

El nuevo sistema permite destinar más de 300.000 plantas de mate en una hectárea, mientras que en el sistema de producción en campo se instalan 2.200 plantas por hectárea.

“Cada 60 días, en promedio, es posible recolectar nuevos brotes y hojas. Los resultados mostraron que es posible producir hasta 90 toneladas de biomasa por hectárea en un año en el nuevo sistema, mientras que la productividad brasileña promedio de yerba mate es de 7,5 toneladas por año, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). ”, dice el investigador. “Estas no son formas de siembra que compiten entre sí. Cada uno tiene un propósito y diferentes formas de conducir”, enfatiza Wendling.

Costos de implementación

La adopción del sistema llamado “cevad-estufa” es totalmente diferente al cultivo en campo y demanda costos muy superiores. Porque implica inversiones en invernadero, canaletas, adquisición de un gran número de plántulas, asistencia técnica y mano de obra especializada para el manejo, así como fertilizantes para una adecuada nutrición.

“A pesar del costo inicial, el sistema ofrece un gran potencial no solo de productividad, sino también de generación de materias primas diferenciadas. Con estas ventajas, se espera que la inversión en la implantación sea amortizada en el tiempo y genere buenos retornos económicos”, dice el investigador. “Además, tiene un mayor potencial de automatización”, añade.

 

Caracterización química

El doctorado de Jéssica Tomasi evaluó la producción de biomasa durante un año y la composición de compuestos bioactivos de diferentes clones y dosis de nitrógeno en su solución nutritiva. Los resultados de rendimiento mostraron poca variación durante las seis estaciones del año. Confirmándose el potencial del sistema en cuanto a producción continua y variación entre genotipos. Tomasi también concluyó que existe una influencia de la estacionalidad en el contenido de compuestos bioactivos como la cafeína y diferentes tipos de antioxidantes.

Sin embargo, otro estudio sobre Cevad-Greenhouse, realizado por el doctorando Leandro Vieira, analizó aspectos relacionados con el enraizamiento de mini-injertos y la producción de material fresco a partir de yerba mate. En teoría, también se evaluó la composición química de 15 clones para cafeína, teobromina, compuestos fenólicos, azúcares y proteínas totales.

 

Resultados inéditos

Se encontró que, en general, los genotipos de yerba mate presentan características específicas en cuanto a su composición química. Estos son: rendimiento, potencial de propagación, necesidad de usar reguladores de plantas, estacionalidad, intervalo entre cosechas. Entre otros aspectos, lo que demuestra cómo los cultivares estudiados pueden atender de manera viable nichos de mercado para productos específicos.

“La producción de materia fresca en el nuevo sistema demostró ser inédita y resultados inéditos pueden convertirse en un sistema de cultivo destinado a la producción de materia prima para la industria de la yerba mate”, dice Vieira. Además, dos genotipos destacaron por sus altos niveles de compuestos fenólicos totales, proteínas, cafeína y alta actividad antioxidante. Otro genotipo mostró alta producción de materia fresca en el cultivo de invernadero Cevad, lo que permitió una productividad anual de 96,16 toneladas por hectárea, según el estudio.

“Los genotipos altamente productivos con características químicas diferenciadas pueden dar como resultado productos que despiertan gran interés en la industria de la yerba mate. Así, el conocimiento de las características de cada genotipo en cuanto a requerimientos nutricionales, cultivo, poda, propagación, entre otros factores, tiene el potencial de aumentar la eficiencia en la multiplicación y cultivo de la yerba mate”, dice la ex doctoranda.

La yerba producida a través de este sistema puede resultar en cápsulas antioxidantes, una novedad en el mercado, afirman desde el Embrapa.

Sobre todo, los estudios apuntan a la existencia de alrededor de 200 compuestos químicos en las hojas de yerba mate, muchos de los cuales son potencialmente bioactivos. Con este nuevo sistema de producción, además de tés especiales. Sin embargo, es posible extraer compuestos para la producción de cosméticos, complementos alimenticios y medicamentos para diversos fines.

Una de las opciones son las cápsulas o sobres con extracto de yerba mate en polvo, que ofrecen un importante efecto antioxidante. Otra línea de productos son los estimulantes, debido a la alta calidad y concentración de cafeína en hojas jóvenes de mate provenientes de materiales genéticos mejorados. “Hasta donde sabemos, todavía no hay cápsulas diferenciadas disponibles en el mercado, ni cafeína y antioxidantes extraídos de la yerba mate a escala comercial, lo que hace que estos estudios sean muy prometedores”, enfatiza Wendling.

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